– Ahi la piel es mas gruesa, por eso no se le cayo. La ceja… -Miro a su alrededor, en el suelo, divisando otro aro de oro incrustado en el barro, donde habia caido el muchacho-. A lo mejor el cierre se abrio por el impacto.
Jeffrey senalo el pecho.
– ?Y ahi?
Un fino hilo de sangre se detenia a unos cinco centimetros por debajo del pezon derecho del muchacho, que estaba desgarrado. Sara tuvo una intuicion y doblo la pretina de los tejanos. Atrapado entre la cremallera y unos Joe Boxers estaba el tercer aro.
– Pezon con piercing -dijo, recogiendo el aro-. ?Tienes una bolsa para todo esto?
Jeffrey saco una pequena bolsa de papel para pruebas, y la abrio para Sara. Le pregunto con desagrado:
– ?Eso es todo?
– Probablemente no -respondio ella.
Cogio la mandibula entre el indice y el pulgar y le abrio la boca. Metio los dedos con cuidado, procurando no cortarse.
– Probablemente tambien lleva un piercing en la lengua -le dijo a Jeffrey, palpando el musculo-. Esta bisecada en la punta. Lo sabre cuando lo tenga sobre la mesa, pero creo que el aro de la lengua esta alojado en la garganta.
Se reclino sobre los talones, se quito los guantes y estudio a la victima globalmente, en lugar de analizar las partes perforadas con piercings. Era un chaval de aspecto corriente, a excepcion del hilo de sangre que le manaba de la nariz y se le remansaba en torno a los labios. Una perilla rubio rojiza le rodeaba la barbilla, poco pronunciada, y las patillas eran largas y finas, curvandose en torno a la mandibula como una hebra de hilo multicolor.
Chuck dio un paso adelante para ver mejor, la boca bobaliconamente abierta.
– Ah, mierda. Pero si es… Mierda -gruno, dandose un golpe en la cabeza-. No me acuerdo como se llama. Su madre trabaja en la universidad.
Sara vio como a Jeffrey se le hundian los hombros ante la noticia. El caso acababa de complicarse diez veces mas.
– ?He encontrado una nota! -grito Frank desde el puente.
A Sara le sorprendio la noticia, a pesar de haber sido ella quien habia enviado a Frank a buscarla. Sara habia visto bastantes suicidios en su vida, y habia algo en este que no le cuadraba.
Jeffrey la observaba atentamente, como si pudiera leerle la mente.
– ?Sigues pensando que salto? -le pregunto.
Sara no quiso pronunciarse, y dijo:
– Eso parece, ?no?
Jeffrey espero un instante antes de decidir:
– Registraremos la zona.
Chuck ofrecio su ayuda, pero Jeffrey se lo quito de encima con buenas palabras, al preguntarle:
– Chuck, ?puedes quedarte aqui con Matt y sacar una foto de la cara? Quiero ensenarsela a la mujer que encontro el cadaver.
– Eh… -Chuck intento pensar en una excusa, no porque no deseara quedarse por alli, sino porque no queria aceptar ordenes de Jeffrey.
Jeffrey le hizo una senal a Matt cuando este se dio media vuelta.
– Saca algunas fotos.
Matt asintio con rigidez, y Sara se pregunto como pensaba sacar las fotos sin mirar a la victima. Chuck, por el contrario, no podia apartar los ojos. Probablemente nunca habia visto un cadaver. Sabiendo como era, a Sara no le sorprendio la reaccion de Chuck. Por la emocion que revelaba su cara, era como si estuviera mirando una pelicula.
– Dame la mano -dijo Jeffrey, ayudando a Sara a ponerse en pie.
– Ya he llamado a Carlos -le dijo Sara. Se referia a su ayudante en el deposito-. Llegara enseguida. Despues de la autopsia sabremos mas cosas.
– Bien -dijo Jeffrey. Y a Matt-: Procura obtener una buena foto de la cara. Cuando llegue Frank, dile que se reuna conmigo junto a los coches.
Matt se despidio con la mano, sin decir gran cosa.
Sara se guardo el estetoscopio en el bolsillo mientras caminaban por el lecho del rio. Levanto la vista hacia el automovil, buscando a Tessa. El sol rebotaba oblicuo sobre el parabrisas, convirtiendolo en un brillante espejo.
Jeffrey espero a que Chuck no pudiera oirlos antes de preguntarle:
– ?Que no me has dicho?
Sara se detuvo un momento, sin saber como expresar sus sentimientos.
– Hay algo que no me gusta.
– ?Que haya venido Chuck?
– No -le dijo-. Chuck es un gilipollas. Le conozco hace treinta anos.
Jeffrey se permitio una sonrisa.
– Entonces, ?que es?
Sara se volvio para mirar al muchacho que estaba en el suelo, a continuacion volvio a dirigir la vista al puente.
– El aranazo de la espalda. ?Como se lo hizo?
– ?Con la barandilla del puente? -sugirio Jeffrey.
– ?Como? La barandilla del puente no es tan alta. Probablemente se sento en ella y paso los pies por encima.
– Hay una cornisa bajo la barandilla -senalo Jeffrey-. Pudo haberse hecho el aranazo al caer.
Sara no apartaba los ojos del puente, intentando imaginarse la escena correctamente.
– Se que te sonara estupido, pero si yo saltara, no querria darme un golpe al caer. Me pondria de pie sobre la barandilla y daria un buen salto, lejos de la cornisa. Lejos de todo.
– A lo mejor descendio hasta la cornisa y se rasguno la espalda en esa parte del puente.
– Mira a ver si hay restos de piel -sugirio Sara, aunque por alguna razon dudaba que encontraran algo.
– ?Y lo de caer de pie?
– No es tan raro como crees.
– ?Crees que lo hizo a proposito?
– ?Saltar?
– Eso.
Jeffrey indico la parte inferior del cuerpo.
– ?El piercing? -pregunto Sara-. Probablemente hacia tiempo que lo llevaba. Esta bien cicatrizado.
Jeffrey hizo una mueca.
– ?Por que alguien se haria eso?
– Dicen que aumenta la sensacion sexual.
Jeffrey se mostro esceptico.
– ?Para el hombre?
– Y para la mujer -le dijo Sara, aunque la sola idea le hizo estremecer.
Volvio a mirar en direccion al coche, esperando ver a Tessa. Distinguia perfectamente la zona del aparcamiento. Exceptuando a Brad Stephens y el testigo, no se veia a nadie mas.
– ?Donde esta Tessa? -pregunto Jeffrey.
– ?Quien sabe? -respondio Sara, irritada.
Deberia haber acompanado a Tessa a casa en lugar de permitir que la acompanara.
– Brad. Jeffrey llamo al agente mientras se acercaba a los vehiculos aparcados-. ?Tessa ha bajado la colina?
– No, senor -contesto.
Sara miro en el asiento trasero del coche, esperando ver a Tessa acurrucada echandose una siesta. El