trabajar tu.
– ?Que demonios quieres decir con eso?
Lena desplego el poncho y se lo echo por encima. Era de talla extragrande y le quedaba enorme, pero no le importo. Fuera aun bramaba la tormenta, pero, conociendo su suerte, se dijo que remitiria en cuanto llegara a casa. Tendria que encontrar una manera segura de cerrar la puerta de su apartamento. Aquella manana Jeffrey habia roto la cerradura al entrar sin invitacion. Cualquiera sabia si la ferreteria seguiria abierta.
– ?Adonde vas, Adams? -pregunto Chuck.
– Esta noche no trabajo -dijo Lena-. Necesito irme a casa.
– Te reclama la botella, ?eh? -bromeo Chuck, con una repugnante sonrisa deformandole los labios.
Lena se dio cuenta de que le bloqueaba la puerta.
– Apartate de mi camino.
– Puedo quedarme un rato si quieres -dijo Chuck.
El destello de sus ojos puso en guardia a Lena.
– Tengo una botella en el cajon de mi escritorio -invito Chuck-. Tal vez podriamos sentarnos y conocernos un poco mejor.
– Debes de estar bromeando.
– ?Sabes? -comenzo Chuck-, no estarias mal si te maquillaras un poco y te hicieras algo en el pelo.
Extendio el brazo para tocarla, pero ella aparto la cara.
– Apartate de mi, joder -le ordeno.
– Supongo que no necesitas este empleo tan desesperadamente como dices -dijo Chuck con la misma repugnante expresion en la cara.
Lena se mordio el labio inferior, sintiendo el veneno de su amenaza.
– Lei en el periodico lo que te hizo ese tipo.
A Lena se le acelero el corazon.
– Tu y todos.
– Si, pero yo lo lei mas de una vez.
– Se te debieron cansar los labios.
– Veamos si los tuyos se cansan -dijo, y antes de que Lena se diera cuenta de lo que ocurria, le puso la manaza en la nuca y la empujo hacia su entrepierna.
Lena cerro el puno lo lanzo contra los genitales de Chuck con todas sus fuerzas. Este solto un grunido y cayo al suelo.
La puerta del apartamento de Lena se abrio antes de que ella llegara.
– ?Donde has estado? -le pregunto Ethan.
A Lena le castaneteaban los dientes. Estaba tan empapada que llevaba la ropa pegada al cuerpo. Le dio igual como Ethan habia conseguido entrar en su apartamento ni que estaba haciendo alli. Se dirigio a la cocina para servirse una copa.
– ?Que ha pasado? -pregunto Ethan-. Lena, ?que ha pasado?
Sus manos temblaban tanto que no pudo servirse, y lo hizo el, llenando el vaso hasta el borde. Se lo acerco a los labios igual que habia hecho ella la noche anterior. Lena lo apuro de un trago.
– ?Te encuentras bien? -pregunto Ethan con amabilidad.
Lena nego con la cabeza, intentando servirse otra copa al tiempo que se le encogia el estomago. Chuck la habia tocado. Le habia puesto la mano encima.
– ?Lena? -pregunto Ethan, quitandole el vaso.
Le sirvio otra copa, menos generosa, y se la entrego.
Lena la engullo con la garganta encogida. Se apoyo con las manos en el fregadero, intentando controlar las emociones que pugnaban por aflorar.
– Nena -dijo Ethan-. Hablame.
Ethan le aparto el pelo de la cara, y Lena sintio la misma repugnancia que le habia inspirado Chuck.
– No -nego ella, dandole un manotazo.
El esfuerzo de hablar la hizo toser, las vias respiratorias agarrotadas como si la estrangularan.
– Vamos -dijo Ethan, frotandole la espalda.
– ?Cuantas veces -comenzo Lena, la voz ahogada en el pecho- tengo que decirte que no me toques? -le pregunto, y se aparto de el antes de terminar la frase.
– ?Que te pasa? -quiso saber Ethan.
– ?Por que estas aqui? -le espeto ella, sintiendose violada una vez mas-. ?Que cono te hace pensar que tienes derecho a estar aqui?
– Queria hablar contigo.
– ?De que? ?De la chica que mataste a palos?
Ethan se quedo inmovil, aunque se le tensaron todos los musculos del cuerpo. Lena queria que se sintiera igual que Chuck la habia hecho sentir a ella, como si estuviera atrapado. Como si no tuviera adonde ir.
– Ya te explique que… -empezo a decir Ethan.
– ?Que te quedaste en el camion? -pregunto, rodeandolo. Ethan era como una estatua en medio de la habitacion-. ?Pudiste verlo bien? ?Pudiste ver como se la follaban, como le daban de hostias?
– No lo hagas -la advirtio Ethan con una voz fria como el acero.
– ?O que? -le pregunto, forzando una carcajada-. ?O me haras lo mismo?
– Yo no hice nada.
Tenia los musculos tensos, la mandibula apretada como si necesitara de todo su autocontrol para permanecer sereno.
– ?No violaste a la chica? -pregunto Lena-. ?Te quedaste en el camion mientras tus amiguetes echaban un polvo?
Ella le dio un empujon, pero fue como empujar una montana; no se movio.
– ?Se te puso dura mirandolos? ?Que me dices, Ethan? ?Te pusiste caliente viendola sufrir, viendo como se daba cuenta de que lo unico que podia hacer era dejar que se la follaran?
– No.
– ?Que sentias mientras estabas sentado alli, sabiendo que iba a morir? ?Te gusto, Ethan? -Volvio a empujarle-. ?Saliste del camion y te uniste a la fiesta? ?Le sujetaste los brazos mientras se la follaban? ?Te la follaste? ?Fuiste tu el que la abrio en canal? ?Te puso caliente toda esa sangre?
Ethan volvio a advertirle:
– Es mejor que no sigas, Lena.
– Vamos a ver que tienes aqui debajo -dijo Lena, tirandole de la camiseta.
Lo hizo el mismo. Se desgarro la camiseta negra. Lena se quedo boquiabierta al ver los enormes tatuajes que le cubrian el torso.
Ethan bramo:
– ?Esto es lo que querias? ?Esto es lo que querias ver, zorra?
Lena le dio una bofetada, y al ver que no reaccionaba, le dio otra, y otra. Le abofeteo hasta que el la lanzo contra la pared y los dos cayeron al suelo.
Forcejearon, pero el era mas fuerte, y se encaramo a ella. Le bajo los pantalones, clavandole las unas en la barriga. Lena chillo, pero el le tapo la boca con la suya, metiendole la lengua tan adentro que Lena sintio arcadas. Intento darle un rodillazo en la entrepierna, pero Ethan era demasiado rapido, y le separo los muslos con las rodillas. Con una mano le inmovilizaba las manos sobre la cabeza, apretandole las munecas contra el suelo.
– ?Esto es lo que quieres? -chillo Ethan regandola de saliva.
Ethan se llevo la mano a la bragueta y se bajo la cremallera. Lena se sintio mareada, tenia nauseas, y todo lo que veia estaba banado en rojo. Solto un grito ahogado, tensandose cuando el la penetro, apretandose contra el.
Ethan se detuvo a medio camino, los labios entreabiertos por la sorpresa.
Lena sentia su aliento en la cara y le dolian las munecas, alli donde le apretaba. Nada de eso significaba nada para ella. Lo sentia todo y no sentia nada.
Lena le miro a los ojos, en lo mas profundo, y vio el oceano. Movio las caderas lentamente, dejandole sentir