– Entendido.

– ?Entendido? -pregunto Sara.

– Entendido -repitio Lena-. Si. Dame las pildoras.

Sara estaba en su oficina del deposito, sentada con la cabeza entre las manos, el telefono aprisionado entre la oreja y el hombro mientras escuchaba sonar el movil de su padre.

– ?Sara? -pregunto Cathy, preocupada-. ?Donde estas?

– ?No oiste mi mensaje?

– No sabemos oir los mensajes -dijo su madre, como si fuera evidente-. Empezabamos a estar preocupados.

– Lo siento, mama -se disculpo Sara, mirando el reloj del deposito. Les habia dicho a sus padres que los llamaria al cabo de una hora-. Chuck Gaines ha sido asesinado.

Cathy se quedo tan atonita que dejo de preocuparse.

– ?El chico que se comio tu trabajo manual de macarrones en tercero?

– Si -contesto Sara.

Su madre siempre se acordaba de los companeros de infancia de Sara por las estupideces que habian hecho.

– Eso es horrible -dijo Cathy, sin pensar que la muerte de Chuck pudiera tener alguna relacion con el apunalamiento de Tessa.

– Tengo que practicarle la autopsia, y he tenido muchas cosas que hacer.

Sara no quiso contarle a su madre lo de Lena Adams ni lo ocurrido en el hospital. Aun cuando lo intentara, Sara no creia poder expresar sus sentimientos. Se sentia vulnerable y desamparada y lo unico que queria en ese momento era estar con su familia.

– ?Podras venir por la manana? -le pregunto Cathy, con un extrano tono de voz.

– Ire esta noche, en cuanto pueda -dijo Sara, pensando que nunca habia querido dejar su ciudad tanto como ahora-. ?Tess esta bien?

– Esta a mi lado -dijo Cathy-. Hablando con Devon.

– ?Y eso es bueno o malo? -pregunto Sara.

– Probablemente lo primero -respondio cripticamente Cathy.

– ?Y papa?

Cathy espero unos instantes antes de contestar.

– Esta bien -dijo con poca conviccion.

Sara intento reprimir las lagrimas. Se sentia incapaz de moverse. La tension anadida de tener que preocuparse por las relaciones con su padre era un pesado lastre.

– ?Hija? -pregunto Cathy.

Sara vio la sombra de Jeffrey proyectarse sobre su escritorio. Levanto la mirada, pero no hacia el. A traves de la ventana vio a Frank y a Carlos hablando junto al cadaver.

– Jeff esta aqui, mama. Tengo que ponerme a trabajar.

Cathy aun parecia preocupada, pero dijo:

– Muy bien.

– Vendre en cuanto pueda -afirmo Sara, y colgo.

– ?Le pasa algo a Tess? -pregunto Jeffrey.

– Necesito verla -dijo Sara-. Necesito estar con mi familia.

Jeffrey capto la insinuacion de que eso no le incluia a el.

– ?Vamos a hablar de esto ahora?

– La esposaste -dijo Sara, entre dolida e indignada-. No puedo creer que la esposaras.

– Es una sospechosa, Sara.

Miro a su espalda. Frank consultaba su cuaderno, pero Sara sabia que podia oir todo lo que decian. Sin embargo, levanto la voz para asegurarse.

– La han violado, Jeffrey. No se quien, pero la han violado, y tu no deberias haberla esposado.

– Esta implicada en la investigacion de un asesinato.

– No iba a escaparse estando en el hospital.

– No era por eso.

– ?Por que, entonces? -pregunto, sin levantar la voz-. ?Para torturarla? ?Para hacerla confesar?

– Ese es mi trabajo, Sara. Hacer confesar a la gente.

– Estoy segura de que te cuentan muchas cosas para que no sigas pegandoles.

– Deja que te diga algo, Sara. Los tipos como Ethan White solo entienden un lenguaje.

– Oh, ?me perdi la parte en que te conto lo que querias saber?

Jeffrey se la quedo mirando, esforzandose por no gritar.

– ?No podemos volver a como estaban las cosas esta manana?

– Esta manana no habias esposado a la victima de una violacion a una cama de hospital.

– No soy yo el que esta ocultando pruebas.

– Eso no es ocultar pruebas, idiota. Es proteger a un paciente. ?Que te pareceria que alguien utilizara mi reconocimiento posviolacion para incriminarme?

– ?Incriminarte? -pregunto Jeffrey-. Sus huellas estan en el arma del crimen. Tiene todo el aspecto de que alguien le diera una paliza. Su novio tiene una ficha policial tan larga como mi polla. ?Que otra cosa voy a pensar? -Hizo un visible esfuerzo por controlarse-. No puedo hacer mi trabajo segun tus gustos.

– No -dijo ella, poniendose en pie-. Ni segun lo que se entiende por decencia.

– No se…

– No seas estupido -mascullo Sara entre dientes, cerrando la puerta de un portazo. Ya no queria que Frank siguiera oyendoles-. Viste el aspecto que tenia, lo que el le habia hecho. Ya debes de tener las fotos. ?Viste las laceraciones en las piernas? ?Viste la senal del mordisco en el pecho?

– Si -dijo Jeffrey-. Vi las fotos. Las vi.

Nego con la cabeza, como si deseara no haberlas visto.

– ?Crees realmente que ella mato a Chuck?

– Nada relaciona a White con la escena del crimen. Dame algo que lo incrimine. Dame algo que no sean las huellas de sangre de Lena en el arma.

Sara no podia obviar ese punto.

– No deberias haberla esposado.

– ?Acaso debo pasar por alto el hecho de que podria haber matado a alguien solo porque siento lastima por ella?

– ?La sientes?

– Claro que si -dijo Jeffrey-. ?Crees que me gusta verla asi? Cristo.

– Pudo haber sido en defensa propia.

– Eso ha de decidirlo su abogado -contesto Jeffrey y, aunque su tono era desabrido, Sara supo que tenia razon-. No puedo permitir que mis sentimientos interfieran en mi trabajo. Y tu tampoco deberias.

– Supongo que no soy tan profesional como tu.

– Eso no es lo que he dicho.

– El ochenta por ciento de mujeres violadas experimentan una segunda agresion en algun momento de sus vidas -dijo Sara-. ?Lo sabias?

El silencio de Jeffrey contestaba a su pregunta.

– En lugar de acusarla de asesinato, deberias estar buscando al que la violo.

Jeffrey se encogio de hombros.

– ?Es que no la has oido? -pregunto, con tanta desconsideracion que Sara casi le abofeteo-. No la violaron. Se cayo.

Sara abrio la puerta con violencia. No queria seguir hablando con el. Mientras se dirigia hacia el deposito, sintio que Jeffrey la estaba mirando, pero no le importo. Tanto daba lo que revelara la autopsia, jamas podria perdonar a Jeffrey por haber esposado a Lena a la cama. Tal como se sentia ahora, le importaba un bledo que no volvieran a dirigirse la palabra.

Se acerco a las radiografias, sin verlas. Sara se concentro en su respiracion, intentando fijar su mente en la

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