con violencia-. Brian se la ponia todos los dias. ?Crees que haria algo asi por mi?

– ?Apunalaste a Tessa Linton porque pensaste que tenia el colgante?

– Me reconocio. Vi en su cara que estaba atando cabos. Sabia por que yo estaba en el bosque. Sabia que habia matado a Andy. -Richard hizo una pausa, como para aclarar las ideas-. Comenzo a gritarme. A chillar. Tuve que hacerla callar. -Se seco la cara con las manos, perdiendo lentamente la compostura-. ?Dios!, eso si fue duro. Fue muy jodido. -Bajo la vista al suelo, y Lena percibio su remordimiento-. No puedo creer que tuviera que hacerlo. Fue horrible. Me quede por ahi a ver que pasaba y…

No acabo la frase, y permanecio en silencio, como si deseara que Lena le dijera que no pasaba nada, que no habia podido hacer otra cosa.

– ?Como quieres hacerlo? -dijo Richard.

Lena no contesto.

– ?Como quieres que me libre de el? -pregunto Richard-. Puedo hacerle sufrir, Lena. Puedo hacerle dano, como el que el te hizo a ti.

Lena seguia sin poder contestar. Se miro las manos, recordando a Ethan en el cafe, y lo furiosa que se puso cuando le hizo dano. Entonces habia querido desquitarse, hacerle sufrir por el dolor que le habia causado.

Richard dio un golpecito suave en la fibra de vidrio que cubria el brazo de Lena.

– La escayola fue el companero inseparable de mi infancia.

Lena se froto la fibra de vidrio. La cicatriz de la mano aun estaba roja, y tenia sangre seca en los bordes. Se hurgo la herida mientras Richard le exponia su plan.

– Tu no tienes que hacer nada -dijo-. Yo me asegurare de que no quede ningun cabo suelto. He ayudado a otras mujeres anteriormente, Lena. Solo tienes que decirmelo y le hare desaparecer.

Lena sentia la cicatriz bajo las unas, la despegaba como se despega la etiqueta de una naranja.

– ?Como? -susurro, jugando con el reborde de piel-. ?Como lo harias?

Richard tambien le miraba las manos.

– ?Servira de algo? -pregunto-. ?Hara que dejes de hacerte dano?

Lena rodeo la fibra de vidrio con la mano derecha y la bajo hacia su cintura, negando con la cabeza.

– Necesito sacarle de mi vida. Necesito que desaparezca -dijo ella.

– Oh, Lena. -Richard le puso los dedos bajo la barbilla, intentando levantarle la cara. Como Lena no se moviera, se inclino, le puso las manos en los hombros, la cara cerca de la de ella-. Saldremos de esta. Te lo prometo. Juntos podemos hacerlo.

Con las dos manos, Lena le lanzo la fibra de vidrio contra el cuello lo mas fuerte que pudo. La fibra de vidrio se partio, al chocar contra la mandibula de Richard, le hizo morderse la lengua y le lanzo la cabeza hacia atras con la violencia de un trallazo. Richard reculo trastabillando, agitando los brazos mientras se golpeaba con fuerza contra la jamba. Lena recorrio el pasillo a toda velocidad hacia el dormitorio de Nan, y cerro la puerta tras ella, pasando el pestillo antes de que Richard girara el pomo desde el otro lado.

La pistola de Nan estaba bajo la cama. Lena se puso de rodillas y saco la caja. La fibra de vidrio se habia rajado en la parte superior, y pudo utilizar las dos manos para meter el cargador y quitar el seguro antes de que Richard echara la puerta abajo. Irrumpio tan deprisa que tropezo con ella, y la pistola salio disparada de la mano de Lena, que lucho por recuperarla, pero el fue mas rapido. Lena se puso en pie lentamente, levantando los brazos, pues el le apuntaba al pecho.

– Subete a la cama -dijo Richard, en medio de una rociada de sangre y saliva.

No se le entendia muy bien porque se habia mordido la lengua, y le costaba respirar, como si no le llegara suficiente aire. Sin dejar de apuntarle, se llevo la mano al cuello, tosiendo.

– Podria haberte ayudado, zorra estupida.

Lena se quedo donde estaba.

A pesar de su herida, la voz de Richard lleno la habitacion.

– ?Subete a la puta cama!

Como Lena no se movia, Richard levanto la mano para golpearla.

Ella obedecio, y se tendio de espaldas con la cabeza sobre el almohadon.

– No tienes por que hacerlo.

Richard se acerco lentamente a la cama y le separo las piernas, inmovilizandola. La sangre le caia de la boca, y se la seco con la manga.

– Dame la mano.

– No lo hagas.

– No puedo dejarte sin sentido -dijo Richard, y Lena comprendio que lo unico que le sabia mal a Richard era que estar despierta le dificultaria la tarea-. Pon la mano en la pistola.

– No quieres hacerlo.

– ?Pon la puta mano en la pistola!

Lena no obedecio, y Richard le agarro la mano y la puso en torno a la pistola. Ella intento apartar el arma, pero el tenia la ventaja de la altura. Apreto el canon contra su cabeza.

– No -dijo Lena.

Richard vacilo un segundo, y a continuacion apreto el gatillo. Les llovieron encima anicos de cristal, y Lena se cubrio la cabeza con las dos manos, intentando protegerse de los cristales de la ventana que habian estallado sobre ella.

Richard salio disparado hacia atras y aterrizo en el suelo. Eso era lo que habia pasado: la ventana se habia hecho anicos y el estaba en el suelo. Encima de Lena habia un espacio vacio, y solo veia el ventilador del techo. Se incorporo buscando a Richard con la mirada. Tenia un gran agujero en el pecho, y la sangre formaba un charco a su alrededor.

Lena se dio la vuelta y miro a su espalda. Al otro lado de la ventana rota, Frank seguia apuntandole a Richard con la pistola. Pero la amenaza era innecesaria. Richard estaba muerto.

17

Sara estaba en el escritorio de Mason, el telefono sujeto entre el hombro y la oreja mientras escuchaba como Jeffrey le relataba lo ocurrido en casa de Nan Thomas.

– Lena llamo a comisaria y Frank le colgo -le relataba Jeffrey-. Se sentia culpable y fue a hablar con ella. Entonces oyo gritar a Richard y corrio hacia la parte de atras.

– ?Lena esta bien?

– Si -dijo, pero, por su voz, Sara supo que no lo estaba-. Si Richard hubiera sabido cargar una pistola, ahora estaria muerta.

Sara se reclino en la silla, intentando analizar todo lo que le habia contado.

– ?Brian Keller ha dicho algo?

– Nada -dijo Jeffrey; parecia disgustado-. Lo traje para interrogarlo, pero una hora despues su mujer aparecio con un abogado.

– ?Su mujer? -pregunto Sara, asombrada de que alguien pudiera ser tan autodestructivo.

– Si -dijo Jeffrey, y Sara comprendio que pensaba lo mismo que ella-. No puedo retenerlo sin cargos.

– Robo la investigacion de Sibyl.

– Esta manana tengo una reunion con el fiscal del distrito y el abogado de la universidad para ver de que podemos acusarlo exactamente. Supongo que sera robo de la propiedad intelectual, puede que fraude. Sera complicado, pero imagino que podremos encerrarle. Va a pagar por esto. -Suspiro-. Estoy, acostumbrado a los policias y ladrones. Estos delitos de guante blanco me superan.

– ?No puedes demostrar que fue complice de asesinato?

– Esa es la cuestion. No estoy seguro de que lo sea -le dijo Jeffrey-. Tal como lo cuenta Lena, Richard se los atribuyo todos: el de Andy, Ellen Schaffer, Chuck.

– ?Por que Chuck?

– Richard no acabo de explicarlo. Intentaba que ella se pusiera de su parte. Creo que Lena le caia bien. Le parecia que podia ayudarla.

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