—?Y nuestra participacion, senor?

El Sector Cuatro estaba muy lejos de Barrayar, pero Miles imaginaba lo que vendria a continuacion. Ivan parecia tremendamente curioso.

—Entre los pasajeros habia once subditos barrayareses… entre ellos la esposa del ministro de Industrias Pesadas, lord Vorvane, y sus tres hijos. Como los barrayareses son minoria entre las doscientas dieciseis personas secuestradas, se nos nego el control del equipo negociador, naturalmente. Y se ha negado a nuestra flota el permiso para atravesar tres de los nexos de agujero necesarios para tomar por la ruta mas corta entre Barrayar y el Sector Cuatro. La ruta alternativa mas corta requeriria dieciocho semanas de viaje. Desde la Tierra, sus dendarii tardaran en llegar menos de dos semanas a esa zona.

Destang fruncio el ceno, pensativo. Ivan parecia fascinado.

—Sus ordenes, naturalmente, son rescatar con vida a los subditos del Emperador, y a tantos otros ciudadanos planetarios como sea posible, y aplicar todas las medidas punitivas compatibles con el primer objetivo, las suficientes en todo caso para impedir que los perpetradores repitan su actuacion. Ya que nosotros nos encontramos inmersos en criticas negociaciones con los taucetanos, no queremos que sean conscientes de la fuente de esta unilateral fuerza de rescate si, ah, algo sale mal. El metodo de conseguir esos logros queda totalmente a su discrecion. Aqui encontrara todos los detalles de Inteligencia que el cuartel general tenia hace ocho dias.

Entrego por fin el disco de datos. La mano de Miles se cerro sobre el, impaciente. Ivan parecia ahora envidioso. Destang saco otro objeto, que tendio a Miles con el aire de un hombre al que le arrancan el higado.

—El correo tambien entrego otra nota de credito por valor de dieciocho millones de marcos. Para los gastos de los proximos seis meses de operacion.

—?Gracias, senor!

—Ja. Cuando termine, debe informar al comodoro Rivik del cuartel general del Sector Cuatro, en Estacion Oriente. Con suerte, cuando sus irregulares regresen al Sector Dos yo me habre jubilado.

—Si, senor. Gracias, senor.

Destang se volvio hacia Ivan.

—Teniente Vorpatril.

—?Senor?

Ivan se puso firmes con su mejor aire de ansioso entusiasmo. Miles se dispuso a protestar por la total inocencia e ignorancia de Ivan, una mera victima, pero resulto innecesario. Destang contemplo a su primo un buen rato y suspiro.

—No importa.

El comodoro se volvio hacia Galeni, que permanecia estirado y tieso. Tras regresar a la embajada esa manana antes que Destang, todos se habian lavado. Los dos oficiales de la embajada se habian puesto un uniforme limpio, y cada cual habia redactado un laconico informe que Destang acababa de ver. Pero ninguno habia dormido todavia. ?Cuanta basura mas tragaria Destang sin explotar?

—Capitan Galeni. Por la parte militar, se le acusa de desobedecer la orden de permanecer confinado en sus habitaciones. Ya que la acusacion es identica a la que Vorkosigan acaba de eludir tan afortunadamente, eso me presenta ciertos problemas de justicia. Tambien esta el factor atenuante del secuestro de Vorpatril. Su rescate, y la muerte de un enemigo de Barrayar, son los dos unicos resultados tangibles de las… actividades de anoche. Todo lo demas es especulacion, afirmaciones indemostrables sobre sus intenciones y estado mental. A menos que quiera someterse a un interrogatorio con pentarrapida para despejar cualquier duda.

Galeni parecia asqueado.

—?Es una orden, senor?

Miles advirtio que al capitan le faltaban un par de segundos para presentar su dimision… ahora, cuando se habia sacrificado tanto. Quiso darle una patada. «?No, no!» Salvajes defensas inundaron la mente de Miles: «La pentarrapida es degradante para la dignidad de un oficial, senor.» O incluso: «Si lo droga debe drogarme a mi tambien. No importa, Galeni, perdi la dignidad hace anos.» Pero la curiosa reaccion de Miles a la pentarrapida convertia la oferta en inutil. Se mordio la lengua y espero.

Destang parecia preocupado.

—No —dijo despues de un momento de silencio. Alzo la cabeza y anadio—: Pero significa que mis informes, y los suyos, y los de Vorkosigan, y los de Vorpatril, seran enviados todos juntos a Simon Illyan para que los revise.

»Me negare a cerrar el caso. No he alcanzado mi rango absteniendome de tomar decisiones militares, ni por implicarme gratuitamente en las decisiones politicas. Su… lealtad, como el destino del clon de Vorkosigan, se ha convertido en una cuestion politica demasiado ambigua. No estoy convencido de la viabilidad a largo plazo del plan de integracion komarres… pero no querria pasar a la historia como su saboteador.

»Mientras el caso este pendiente, y a falta de pruebas de traicion, continuara con sus deberes en la embajada. No me de las gracias —anadio sombrio, mientras Miles sonreia, Ivan reprimia una risotada y Galeni parecia un poquitin menos envarado—, ha sido a peticion del embajador. Pueden retirarse todos.

Miles contuvo las ganas de echar a correr antes de que Destang cambiara de opinion; le devolvio el saludo y camino con normalidad hacia la puerta. Cuando la alcanzaron, Destang anadio:

—?Capitan Galeni?

Galeni se detuvo.

—?Senor?

—Mi mas sentido pesame —las palabras podrian haberle sido sacadas con tenazas, pero su incomodidad era quizas una medida de su sinceridad.

—Gracias, senor.

La voz de Galeni carecia por completo de emocion, pero consiguio hacer un ligero gesto de reconocimiento con la cabeza.

Las compuertas y los pasillos de la Triumph resonaban ruidosamente con el regreso del personal, la colocacion definitiva del equipo, las reparaciones de los tecnicos y la carga de los ultimos suministros. Ruido, pero no caos; energia y proposito, pero no frenesi. La ausencia de frenesi era buena senal, considerando cuanto tiempo llevaban amarrados. Los duros suboficiales de Tung no habian permitido que los preparativos de rutina aguardaran hasta el ultimo minuto.

Miles, con Elli a su espalda, fue el centro de un huracan de curiosidad desde el momento en que subio a bordo. «?Cual es el nuevo contrato, senor?» La velocidad con que los rumores esparcian especulaciones a la vez absurdas y temerarias era sorprendente. Despidio a los especuladores con un repetido: «Si, tenemos un contrato… Si, salimos de la orbita. En cuanto esten preparados. ?Esta preparado, amigo? ?Esta preparado el resto de su escuadron? Entonces tal vez sera mejor que vaya a echarles una mano…»

—?Tung! —Miles saludo a su jefe de personal. El grueso eurasiatico iba vestido de civil y cargado de equipaje—. ?Recien llegado?

—Me marcho. ?No te localizo Auson, almirante? Llevo una semana intentando ponerme en contacto contigo.

—?Que? —Miles lo llevo aparte.

—He entregado mi dimision. Voy a aprovecharme de mi opcion de retiro.

—?Que? ?Por que?

Tung sonrio.

—Felicitame. Voy a casarme.

—Enhorabuena —croo Miles, aturdido—. Ah… ?cuando ha sido eso?

—Durante el permiso, claro. Ella es mi prima segunda politica. Viuda. Lleva dirigiendo un barco de turistas en el Amazonas ella sola desde que murio su marido. Es la capitana y la cocinera tambien. Prepara un cerdo moo shu frito para chuparse los dedos. Pero se esta haciendo un poco mayor… necesita algo de musculos —Tung, macizo como una bala de canon, sin duda podria proporcionarselos—. Vamos a ser socios. Demonios, cuando acabes de pagarme la Triumph, hasta podriamos pasarnos sin turistas. Si alguna vez quieres hacer esqui acuatico en el Amazonas detras de un hoverbarco de cincuenta metros, hijo, pasate por alli.

Y las piranas mutantes podrian comerse lo que quedara, sin duda. El encanto de la vision de Tung pasando

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