—Bien.

Miles se llevo a los labios el comunicador personal de muneca, y murmuro:

—Soldado Roic… a mi camarote, de servicio, ahora.

El disco de datos con el Sello Imperial que el teniente le entrego a Miles poco despues estaba clasificado como «personal», no como «secreto». Miles envio a Roic, su hombre de armas y guardaespaldas, y a Smolyani a clasificar y preparar el equipaje, pero le indico a Ekaterin que se quedara. Introdujo el disco en el reproductor seguro que el teniente habia traido, coloco este en la mesita de noche del camarote y pulso una tecla para que cobrara vida. Se sento en el borde de la cama junto a Ekaterin, consciente de la calidez y la solidez de su cuerpo. Viendo sus ojos preocupados, le tomo la mano para reconfortarla.

En la placa aparecieron los rasgos familiares del Emperador Gregor Vorbarra, finos, oscuros, reservados. Miles leyo una profunda irritacion en el leve frunce de sus labios.

—Lamento interrumpir tu luna de miel, Miles —empezo a decir Gregor—. Pero si este mensaje te llega, es que no has cambiado tu itinerario. Asi que de todas formas vienes de regreso a casa.

«No lo lamentaba tanto, entonces.»

—He tenido la buena suerte y tu la mala de que seas el hombre que esta fisicamente mas cerca de este lio. Por decirlo brevemente, una de nuestras flotas de comercio con base en Komarr recalo en una instalacion del espacio profundo, cerca del Sector V, para reavituallarse y descansar. Uno (o mas de uno, los informes no estan claros) de los oficiales de su escolta militar barrayaresa o bien deserto o fue secuestrado. O fue asesinado… Los informes tampoco son claros a ese respecto. La patrulla que el comandante de la flota envio para recuperarlo tuvo problemas con los lugarenos. Hubo disparos (cito textualmente), hubo danos en el equipo y las estructuras, y gente de ambos bandos resulto al parecer seriamente herida. No se ha informado aun de ninguna muerte, pero puede que eso haya cambiado cuando tu recibas este mensaje, Dios nos ayude.

»El problema, uno de ellos, al menos, es que recibimos una version significativamente distinta de los acontecimientos del observador local de SegImp por parte de la Estacion Graf, muy distinta a la de nuestro comandante de la flota. Sin embargo, ahora parece que mas miembros del personal de Barrayar estan retenidos como rehenes, o han sido hechos prisioneros, dependiendo de que version creamos. Se han presentado cargos, impuesto multas y generado gastos, y la respuesta local ha sido retener todas las naves atracadas hasta que el lio se resuelva a su satisfaccion. Para complicar mas las cosas, los consignatarios komarreses nos piden ahora la cabeza de sus escoltas barrayareses. Para tu, ah, deleite, todos los informes originales que hemos recibido hasta ahora, de todos los puntos de vista, estan incluidos despues de este mensaje. Disfruta.

Gregor sonrio de una manera que hizo que Miles sintiera un escalofrio.

—Para aumentar la gravedad del problema, la flota en cuestion es propiedad de Toscane en un cincuenta por ciento.

La flamante esposa de Gregor, la emperatriz Laisa, era heredera de Toscane y komarresa de nacimiento, un matrimonio politico de enorme importancia para la paz de la fragil union de planetas que era el Imperio. El Emperador continuaba:

—El problema de como satisfacer a mis parientes politicos y presentar simultaneamente el aspecto de imparcialidad imperial ante todos sus rivales comerciales komarreses… lo dejo a tu criterio.

La fina sonrisa de Gregor lo decia todo.

—Ya sabes lo que hay que hacer. Te pido y te exijo que, como mi Voz, vayas a la Estacion Graf a toda velocidad y con tanta seguridad como sea posible resuelvas esta situacion antes de que siga deteriorandose. Libera a todos mis subditos de las manos de los lugarenos y haz que la flota siga su curso. Sin iniciar una guerra, por favor, ni cargarte mi presupuesto imperial.

»Y, ya de paso, averigua quien esta mintiendo. Si es el observador de SegImp, es un problema que habra que pasar a su cadena de mando. Si es el comandante de la flota… que por cierto es el almirante Eugin Vorpatril, entonces tenemos un problema… mucho mas problematico.

O, mas bien, mucho mas problematico para el enviado de Gregor, la Voz de su Emperador, su Auditor Imperial. Es decir, Miles. Miles reflexiono sobre las interesantes pegas inherentes al intento de arrestar, sin apoyo, lejos de casa, a un oficial al mando arropado por sus hombres, todos viejos conocidos y posiblemente fieles a el hasta la muerte. Y ademas a un Vorpatril, hijo de un clan de la aristocracia barrayaresa con importantes conexiones politicas con el Consejo de Condes. La tia y el primo de Miles eran Vorpatril. «Oh, gracias, Gregor.»

El Emperador continuo:

—En asuntos bastante mas cercanos a Barrayar, algo ha agitado a los cetagandeses cerca de Rho Ceta. No hace falta entrar en detalles, pero agradeceria que resolvieras esta crisis del bloqueo lo mas rapida y eficazmente que puedas. Si el asunto de Rho Ceta se complica, quiero que estes de vuelta en casa. El lapso de comunicaciones entre Barrayar y el Sector V va a ser demasiado largo para que me tengas vigilandote por encima del hombro, pero algun informe de progresos o de situacion ocasional seria un detalle simpatico, si no te importa.

La voz de Gregor no cambio al lanzar esta ironia. No hacia falta. Miles bufo.

—Buena suerte —concluyo Gregor. La pantalla del visor se convirtio en una muda imagen del Sello Imperial. Miles extendio la mano y lo desconecto. Podria estudiar los informes detallados cuando estuviera en ruta.

?El? ?O los dos?

Miro el palido perfil de Ekaterin; ella volvio hacia el sus serios ojos azules.

—?Quieres venir conmigo o continuar camino a casa?

—?Puedo ir contigo? —pregunto ella, vacilante.

—?Claro que puedes! La pregunta es: ?te gustaria?

Ella alzo las oscuras cejas.

—No es la unica pregunta, sin duda. ?Crees que te serviria de algo o solo te distraeria de tu trabajo?

—Hay una colaboracion oficial y una colaboracion extraoficial. No apuestes a que lo primero es mas importante que lo segundo. ?Sabes como habla la gente contigo para intentar hacerme llegar mensajes de forma indirecta?

—Oh, si —los labios de ella se torcieron de disgusto.

—Bueno, si, me doy cuenta de que es fastidioso, pero eres muy buena sorteandolos, ?sabes? Por no mencionar la informacion que se obtiene solo con estudiar la clase de mentiras que dice la gente. Y, ah… no- mentiras. Puede que algunas personas que no quieran hablar conmigo lo hagan contigo, por un motivo u otro.

Ella acepto la justeza de sus argumentos con un pequeno gesto de la mano.

—Y… seria un autentico alivio para mi tener a alguien con quien poder hablar con total libertad.

La sonrisa de ella se torcio un poco.

—?Hablar o desahogarte?

—Yo… ?ejem!… sospecho que esto va a implicar un monton de lo segundo, si. ?Crees que podras soportarlo? Podria ser una lata, ademas de aburrido.

—Sabes, sigues diciendo que tu trabajo es aburrido, Miles, pero se te han puesto los ojos brillantes.

El se aclaro la garganta y se encogio de hombros, sin dar muestras del mas minimo arrepentimiento.

Ella aparco la diversion y fruncio el ceno.

—?Cuanto tiempo crees que durara esto?

El repaso los calculos que sin duda ella habia hecho ya. Faltaban seis semanas, dia arriba o dia abajo, para los nacimientos previstos. Su plan original de viaje los habria devuelto a la Mansion Vorkosigan con un comodo mes de antelacion. El Sector V estaba en direccion contraria a su situacion actual respecto a Barrayar, si es que podia decirse que la red de puntos de salto que la gente empleaba para ir de aca para alla tenia alguna direccion. Varios dias para llegar a la Estacion Graf, mas otras dos semanas de viaje al menos para llegar a casa desde alli, incluso en el mas rapido de los correos rapidos.

—Si puedo resolver las cosas en menos de dos semanas, podremos llegar a casa a tiempo.

Ella dejo escapar una risa.

—Por mucho que me empeno en ser moderna y galactica, me sigue pareciendo algo muy raro. Muchos hombres no estan en casa cuando nacen sus hijos, pero eso de «mi madre estaba fuera de la ciudad el dia que naci, asi que se lo perdio» me parece… bueno, una queja mas fundada.

—Si la cosa se retrasa, supongo que podria enviarte a casa sola, con una escolta adecuada. Pero yo tambien quiero estar presente.

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