Tony estaba acostado a su lado. Se mordia los labios por la ansiedad.
—Debemos de estar descendiendo para aterrizar en la superficie. Claire asintio.
—En una de las pistas para lanzaderas. Habra gente alli, terrestres. Tal vez podriamos decirles que quedamos atrapados en esta lanzadera por accidente. Tal vez —agrego en un tono esperanzado— nos vuelvan a enviar a casa.
Tony cerro la mano superior derecha. —?No! No podemos rendirnos en este momento. Nunca tendremos otra oportunidad. —Pero, ?que otra cosa podemos hacer? —Nos escabulliremos de esta lanzadera y nos esconderemos, hasta que consigamos otra, una que vaya a la Estacion de Transferencia. —Su voz se volvio mas grave, como si fuera una suplica, cuando Claire abrio la boca, dando senas de desesperacion—. Lo hemos hecho una vez, y lo conseguiremos de nuevo.
Ella sacudio la cabeza, dudosa. La conversacion fue interrumpida por una serie asombrosa de golpes que sacudian toda la nave y luego se convirtieron en un rugido continuo. La luz que penetraba por la ventana giro su orientacion por todo el compartimento de carga, mientras la nave aterrizaba, rodaba por el suelo y giraba. Luego desaparecio, el compartimento de carga se oscurecio y los motores se callaron, en un silencio igualmente aterrador.
Claire se solto lentamente. De todos los vectores de aceleracion, solo quedaba uno. Aislado, era el mas abrumador.
La gravedad, silenciosa e implacable, hacia fuerza contra su espalda. Por un momento, se le ocurrio pensar que podria cesar de repente y que el empuje la propulsaria hasta el techo, estrellandolos a ella y a Andy. Tambien por efecto de una ilusion optica, todo el compartimento de carga parecia traquetear a su alrededor. Cerro los ojos, como una autodefensa.
Tony se aferro a la muneca inferior izquierda de Claire. Ella lo miro y quedo paralizada cuando se abrio la puerta externa del compartimento de carga en el otro extremo.
Entraron un par de terrestres, con uniformes de mantenimiento de la compania. La puerta de acceso en el centro del fuselaje de la lanzadera se dilato y Ti, el copiloto, asomo la cabeza.
—Hola, muchachos. ?Que es todo este ruido?
—Se supone que tenemos que descargar este pajaro y volverlo a cargar en una hora. Eso es todo — contesto el hombre de mantenimiento—. Tu si que tienes tiempo de mear y de comer.
—?Cual es la carga? No habia visto tantos bultos desde la ultima emergencia medica.
—Equipos y suministros para algun tipo de espectaculo que supuestamente van a organizar alla arriba, en el Habitat, para la vicepresidente de Operaciones.
—Pero eso sera la proxima semana.
El hombre de mantenimiento se rio disimuladamente.
—Es lo que todos creen. La vicepresidenta volo ton una semana de anticipacion en su transportador privado, con un pequeno ejercito de contables. Parece que le gustan las inspecciones sorpresa. Los directivos, obviamente, estan sumamente contentos.
—No te rias demasiado pronto —le previno Ti—. Los directivos siempre tienen maneras de disfrutar su alegria con el resto de nosotros.
—Ya lo se —dijo el hombre de mantenimiento—. Vamos, vamos, estas obstaculizando la puerta…
Los tres hombres siguieron conversando.
—Ahora —susurro Tony, con un gesto que senalaba la puerta abierta del compartimento de carga.
Claire rodo hacia un costado y puso a Andy cuidadosamente sobre la cubierta. El bebe comenzaba a fruncir la cara, como si estuviera a punto de llorar. Claire inmediatamente se deslizo sobre las palmas de las manos y probo su equilibrio. Su brazo inferior derecho parecia ser el que mas dominaba. Tomo a Andy con otra mano y se lo acerco al torso.
Sin poder despegarse del suelo del compartimento de carga, debido a la aterradora gravedad, comenzo a deslizarse con tres manos hacia la puerta. Andy le pesaba mucho debajo del brazo, como si un resorte lo atrajera al suelo. Tenia la cabeza inclinada hacia un lado, en un angulo que le daba miedo. Claire levanto apenas la palma de la mano para sujetarla, pero esto le producia un dolor extrano en el brazo.
A su lado, Tony tambien logro sostenerse con tres manos. Con la cuarta mano tiraba del bolso de pertenencias. El bolso estaba pegado a la superficie como por succion. Ni se movia.
—Mierda —dijo Tony, entre dientes. Se acerco al bulto, lo tomo y lo levanto, pero era demasiado grande como para llevarlo debajo de su abdomen—. ?Mierda!
—?Todavia podemos arrepentimos? —pregunto Claire, con voz debil. Conocia la respuesta.
—?No!
Tony se puso el bulto sobre los dos hombros con las manos superiores y se balanceo hacia adelante con violencia. Lo sostuvo con la mano superior izquierda y se inclino hacia la derecha. Las palmas inferiores se arrastraban con dificultad.
—?Lo tengo! ?Vamos, vamos!
La lanzadera estaba estacionada en un hangar muy amplio, una gran extension oscura con un techo de vigas. Las vigas detras de las luces podrian haber sido un excelente escondite, si fuera posible subir hasta alli. Pero todo lo que no estaba debidamente sujeto estaba destinado a ir a parar al unico lado posible de la habitacion, el suelo, y a quedarse alli hasta que alguien lo sacara. Era algo fascinante…
—?Mira! —exclamo Claire. Desde la escotilla hasta el suelo del hangar habia una especie de rampa ondulada. Parecia destinada a atenuar la peligrosa caida debida a la gravedad omnipotente. La caida seria en etapas pequenas.
—No te detengas —murmuro Tony. Ahora fue el el que trago en seco detras de Claire.
En un momento de inspiracion, Claire se dio vuelta y comenzo a bajar. Su palma inferior libre golpeaba los escalones de metal con cada salto. Seguia siendo incomodo, pero por lo menos era posible. Tony la imito.
—?Y ahora, a donde? —pregunto Claire cuando llegaron al suelo.
Tony senalo con el menton. —De momento escondete en esos bultos de equipos, por alli. No podemos arriesgarnos a alejarnos demasiado de las lanzaderas.
Se deslizaron con dificultad por la superficie del hangar. Claire, inmediatamente, se mancho las manos con tierra y aceite. Algo que le producia un irritacion psicologica tan aguda como no poder rascarse. Se sentia capaz de llegar a arriesgar la vida para poder lavarselas. Mientras ella y Tony se desplazaban, Claire recordo las gotas de humedad condensada que salian por la capilaridad en las superficies del Habitat, hasta que las desintegraba con su toalla.
Cuando llegaron al area donde habia algunas piezas de equipos pesados, un cargador entro en el hangar y se bajaron una docena de hombres y mujeres de uniforme. Todos comenzaron a desplazarse alrededor de la lanzadera, en una confusion ordenada. Claire se sentia tranquilizada por el ruido que estaban haciendo. Andy todavia seguia lloriqueando. Con cierto temor, observo el equipo de mantenimiento a traves de los brazos metalicos de la maquinaria. ?Cuando era demasiado tarde para rendirse?
Leo, medio desnudo en el vestuario, miro a Pramod, con cierta ansiedad, cuando entro a la habitacion y se detuvo a su lado.
—?Has encontrado a Tony? —pregunto—. Como capataz del grupo, se supone que tendria que estar al mando de esta mision. Se supone que yo solo tendria que observar.
Pramod sacudio la cabeza.
—No esta en ninguno de los sitios habituales, senor.
Leo protesto entre dientes, sin llegar a un insulto, —Ya tendria que haber respondido a los avisos a esta altura…
Se dirigio hacia la salida.
Fuera, en el vacio, un remolcador pequeno depositaba la ultima de las secciones de la cubierta de la nueva capsula de hidroponia en su constelacion adecuada. Los cuadrumanos tendrian que construirla ante los ojos de la vicepresidenta. Leo esperaba que las complicaciones y las demoras que pudieran surgir en otros departamentos cubrieran las del suyo. Habia llegado el momento en que el equipo de soldadores haria su debut.
—Muy bien, Pramod, vistete. Tomaras el puesto de Tony, y Bobbi, del Grupo B, tomara el tuyo. —Leo se apresuro, antes de que el asombro en los ojos de Pramod se convirtiera en miedo frente a la accion—. No habra nada que no hayas practicado docenas de veces. Y si tienes la menor duda sobre la calidad o la seguridad de