llantos.
Se asomo a la ventana de observacion. Silver estaba sola. Flotaba, en un area cerrada, contra la pared. Con la luz fluorescente, tenia el rostro verdoso, palido y humedo. Sus ojos parecian haber perdido ese color azul intenso. Con una de las manos superiores apretaba una bolsita arrugada, todavia sin usar, util en caso de malestar espacial.
El si que se sentia mal. Miro por el corredor para estar seguro de que nadie lo observaba, trago el nudo de rabia e impotencia que tenia atascado en la garganta y entro.
—Hola, Silver. —Leo comenzo a hablar, con una sonrisa debil—. ?Como va? —Se maldijo en silencio por las sandeces que estaba diciendo.
Unos ojos borrosos lo encontraron y lo enfocaron sin comprender.
—Oh, Leo. Creo que me he quedado dormida… por un rato. He tenido unos suenos curiosos… todavia me siento mal.
La droga debia de estar disolviendose. Su voz habia perdido ese tono cansado que tenia durante el interrogatorio, unas horas antes. Ahora era mas suave, firme y segura de si.
—Esa porqueria me hizo vomitar —agrego con cierta indignacion—. Nunca antes habia vomitado. Nunca. Y eso me hizo
Leo habia aprendido que en caida libre, el pequeno mundo de Silver, existian intensas inhibiciones sociales contra el vomito. Seguramente se habria sentido mucho menos molesta si la hubieran desnudado en publico.
—No ha sido culpa tuya —se apresuro a decir Leo, para calmarla.
La muchacha sacudio la cabeza. Sus cabellos lacios habian perdido la aureola brillante de siempre.
—Deberia haber… Pense que podria… El Ninja ,Rojo nunca le conto sus secretos al enemigo y ellos lo drogaban y lo torturaban.
—?Quien? —pregunto Leo, asombrado.
La voz de Silver se quebro en un sollozo.
—Tambien descubrieron lo de nuestros libros. Esta vez van a encontrarlos todos… —Tenia las pestanas mojadas de lagrimas que no caian. Solo se acumulaban hasta que se secaban. Cuando abrio los ojos para mirar a Leo en una toma de conciencia horrenda, dos o tres gotas cayeron por sus mejillas—. Y ahora el senor Van Atta piensa que Ti debia saber que Tony y Claire estaban en su nave. Dice que va a hacer que lo despidan. Encontrara a Tony y a Claire alli abajo… No se que es lo que les va a hacer. Nunca habia visto al senor Van Atta tan furioso.
Leo transformo su sonrisa en un gesto. Seguia intentando hablar con cordura.
—Pero seguramente les has dicho, bajo el efecto de las drogas, que Ti no sabia nada.
—No se lo ha creido. Dijo que estaba mintiendo.
—Pero eso no tendria sentido desde un punto de vista logico —comenzo a decir Leo, pero se detuvo de repente—. No, tienes razon. Eso no le preocupa. Dios, que idiota.
Silver abrio la boca, sorprendida.
—?Se refiere al senor Van Atta?
—Me refiero a «Brucie-baby». No me diras que has estado durante once meses con el y no te has dado cuenta.
—Siempre pense que era yo, algo que no funcionaba. … —La voz de Silver seguia siendo debil y llorosa, pero sus ojos comenzaron a brillar, con una luz tenue. Se recobro lo suficiente de sus miserias internas y miro a Leo con mayor atencion —. ?«Brucie-baby»?
—Si. —El recuerdo de una de las charlas de la doctora Yei sobre
Su mirada se estaba volviendo algo mas cientifica.
—No le tiene miedo —dijo en un tono de sorpresa, que sugeria que para ella esto era un descubrimiento inesperado e importante.
—?Yo? ?Miedo? ?De Bruce van Atta? —exclamo Leo—. Imposible.
—Cuando Van Atta llego y reemplazo al doctor Cay, pense… pense que seria como el doctor.
—Mira… Hay una antigua regla que dice que la gente tiende a hacerse promover hasta los niveles de su incompetencia. Hasta ahora creo que he logrado eludir ese cuadro inevitable. Y creo que tu doctor Cay tambien. —
—Tony y Claire nunca habrian intentado escapar si el doctor Cay estuviera todavia aqui. —Cierta esperanza comenzaba a aparecer en su mirada—. ?Quiere usted decir que piensa que todo este lio ha sido culpa del senor Van Atta?
Leo se sintio incomodo, debido a convicciones secretas que ni siquiera se habia confesado a si mismo.
—Vuestra condicion de es… es…
—Como un padre para todos nosotros —confirmo Silver, con tristeza.
—Esta susceptibilidad permanecio latente. Pero tarde o temprano resulta inevitable que alguien comience a explotarla, y con ella, a vosotros. Si no hubiese sido Van Atta, habria sido otra persona en la misma linea. Alguien… —
Silver parecia estar haciendo un esfuerzo por imaginar algo peor que Van Atta y aparentemente no lo lograba. Sacudio la cabeza con pesar. Levanto el rostro y miro a Leo; sus ojos parecian estar mirando al sol. Leo sonrio sin ganas.
—?Que les va a suceder ahora a Tony y a Claire? Yo he hecho todo lo posible para no delatarlos, pero esa porqueria me hizo adormecer… Antes ya era peligroso para ellos y ahora es aun peor…
Leo intento hablar con un tono tranquilizador.
—No les va a pasar nada, Silver. No permitas que los ataques de furia de Van Atta te asusten. No les puede hacer gran cosa. Son demasiado valiosos para Galac-Tech. Les gritara, sin duda, y no lo culpes por eso. Yo tambien estoy dispuesto a gritarles. Seguridad los recogera alli abajo. No pueden haber llegado demasiado lejos. Recibiran el sermon de su vida y en unas pocas semanas, todo habra terminado. Aprenderan la leccion. —Leo penso, ?que leccion aprenderan de este fiasco?
—Usted habla como si el hecho de que a uno le griten no fuera nada.
—Es algo que viene con la edad —le explico—. Algun dia tambien pensaras lo mismo.
?O era con el poder que venia esta inmunidad particular? De pronto, Leo no estaba seguro. Pero no podia hablar de ningun poder en su caso, excepto la habilidad de construir cosas. El conocimiento como poder. ?Quien tenia poder sobre el? La linea de la logica parecia confusa. Alejo esta idea de sus pensamientos. La actividad mental era tan improductiva como las clases de filosofia en la universidad.
—Por ahora no lo veo asi —dijo Silver.
—Mira,… si te hace sentir mejor, ire tambien al planeta cuando hayan localizado a esos chicos. Tal vez encuentre la manera de que las cosas se mantengan bajo control.
—?Lo haria? ?Podria hacerlo? —pregunto Silver, con alivio—. ?Lo haria para intentar ayudarme?
Leo penso que deberia haberse mordido la lengua.
—Si, algo asi.
—Usted no le tiene miedo al senor Van Atta. Es capaz de hacerle frente. — Fruncio las cejas, en un gesto que traslucia un desprecio por si misma, y agito los brazos inferiores—. Como puede ver, no estoy equipada para enfrentarme a nadie. Gracias, Leo. —El color le habia vuelto a la cara.
—Bien. Es mejor que me vaya ahora, si quiero alcanzar la lanzadera que va a la Estacion numero Tres. Los traeremos de vuelta sanos y salvos para el desayuno. Piensalo de esta manera. Por lo menos, Galac-Tech no puede suspenderles el sueldo para pagar el viaje extra de la lanzadera. —Con este comentario, incluso logro sacarle alguna sonrisa a la joven.
—Leo… —dijo Silver con voz grave y Leo se detuvo en la puerta—. ?Que vamos a hacer si… si alguna vez hay alguien peor que el senor Van Atta?