Seguridad estaban agachados sobre una camilla. Una bolsa de suero colgaba de un palo como una bandera.

Camiseta roja. Tony. Era a Tony al que habian herido. Claire estaba acurrucada en el suelo a unos metros, en el mismo pasillo. Estaba abrazada a Andy.

Las lagrimas le caian silenciosamente por el palido rostro. En la camilla, Tony se retorcia y gemia con un ronco lloriqueo.

—?No le pueden dar por lo menos algo que le calme el dolor? —pregunto el guardia de Seguridad al medico.

—No se. —El medico estaba obviamente alterado—. No se que le han hecho a sus metabolismos. Un shock es un shock. Con el suero y la sinergina estoy seguro, pero con el resto…

—Comuniquense urgentemente con el doctor Warren Minchenko —les aconsejo Leo, mientras se arrodillaba junto a ellos—. Es el oficial a cargo del servicio medico en el Habitat Cay y ahora esta cumpliendo su mes de licencia aqui en la Tierra. Pidanle que los vea en su enfermeria. Alli se ocupara del caso.

El guardia de Seguridad desengancho inmediatamente su radio y comenzo a marcar los codigos.

—Oh, gracias a Dios —dijo el medico, mirando a Leo—. Al fin alguien sabe que rayos les estan haciendo. ?Tiene idea de que le puedo dar para el dolor, senor?

—Mmm… —Leo intento recordar sus conocimientos de primeros auxilios—. La morfina ira bien, hasta que se comunique con el doctor Minchenko. Pero ajusten la dosis… Estos chicos pesan menos de lo que deberian. Creo que Tony pesa unos cuarenta y dos kilos.

La naturaleza peculiar de las heridas de Tony sorprendio a Leo. Se habia imaginado una caida, huesos rotos, tal vez la columna vertebral o algun dano en el craneo…

—?Que ha pasado?

—Una herida de bala —informo rapidamente el medico—. En la parte inferior izquierda del abdomen y… en el femur… Bueno, en el miembro inferior izquierdo. Esa es solo una herida carnal, pero la del abdomen es grave.

—?Herida de bala! —grito sorprendido Leo al guardia, que se ruborizo—. ?Ustedes…? Pense que llevaban armas con perdigones… ?Por que, en el nombre de Dios?

—Cuando llego esa maldita llamada del Habitat, en la que nos prevenian sobre la huida de unos monstruos, pense… pense… No se lo que pense. —El guardia se miro las botas.

—?No miro antes de disparar?

—Casi le disparo a la nina con el bebe —se estremecio el guardia—. Heri a este muchacho por accidente. Erre la punteria.

Van Atta aparecio.

—Mierda. ?Que desorden! —Sus ojos se clavaron en el guardia de Seguridad —. Pense que le habia dicho que mantuviera todo esto tranquilo, Bannerji. ?Que ha hecho? ?Hizo estallar una bomba?

—Le ha disparado a Tony —dijo Leo entre dientes.

—?Idiota! Le dije que los capturara, no que los matara. ?Que diablos se supone que debo hacer para ocultar todo esto… —dijo mientras senalaba con el brazo el pasillo 29— debajo de la alfombra? Y de todas maneras, ?que diablos estaba haciendo con una pistola?

—Usted dijo… Yo pense… —comenzo a explicar el guardia.

—Le juro que hare que lo despidan por esto. ?Penso que se trataba de un drama pasional? No se quien es peor, si usted o el estupido que lo contrato…

El rostro del guardia paso de rojo a palido.

—Usted, maldito hijo de puta, me asigno esto…

Era mejor que alguien calmara los animos, penso Leo. Bannerji habia retrocedido y guardado su arma no autorizada. Un hecho que aparentemente Van Atta no habia percibido… La tentacion de disparar al jefe del proyecto no deberia llegar a ser demasiado abrumadora.

—Caballeros —intervino Leo—, ?puedo sugerirles que seria mejor reservar los cargos y las defensas para una investigacion formal, en la que todos estaran tranquilos y razonaran un poco mas? Mientras tanto, ?por que no nos ocupamos de estos chicos heridos y atemorizados?

Bannerji se callo, sin comprender la injusticia. Van Atta manifesto su acuerdo y se contento con una mirada a Bannerji, en la que le aseguraba al guardia un futuro negro en su carrera. Los dos medicos bajaron las ruedas de la camilla de Tony y la deslizaron por el pasillo, hacia la ambulancia. Claire extendio una de sus manos y la dejo caer, descorazonado.

El gesto llamo la atencion de Van Atta. Presa de una furia contenida, descubrio algo en que descargarla despues de todo.

—?Tu…! —se dirigio a Claire.

La muchacha se acurruco aun mas.

—?Tienes alguna idea de lo que esta huida le va a costar al Proyecto Cay? De todos los irresponsables… ?fuiste tu la que indujo a Tony a todo esto?

Ella nego con la cabeza y abrio los ojos.

—Por supuesto que si. ?O no es siempre asi? El macho asoma la cabeza, la hembra se la corta… —continuo Van Atta.

—Oh, no…

—Y justo en este momento… ?Intentabais arruinarme deliberadamente? ?Como descubristeis que venia la vicepresidenta de Operaciones? ?Pensasteis que iba a cubriros solo porque ella estaba alli? Muy astutos, muy astutos… pero no lo suficiente.

A Leo, la cabeza, los ojos y lo oidos le vibraban con los latidos de la sangre.

—Basta, Bruce. Ya ha tenido suficiente por hoy.

—?Esta hija de puta casi hace que maten a tu mejor alumno y quieres defenderla? Por favor, Leo.

—Esta aterrorizada. Dejala ya.

—Es mejor que lo este. Cuando la lleve de vuelta al Habitat… —Van Atta camino junto a Leo, asio a Claire por un brazo superior y le dio un tiron cruel y doloroso. Ella grito y casi solto a Andy. Van Atta la ignoro—. ?Querias venir a la Tierra? Bueno, ahora es mejor que intentes caminar de vuelta a la nave.

Mas tarde, Leo no podia recordar haberse abalanzado sobre Van Atta. Lo unico que recordaba era la expresion de sorpresa del hombre.

—Bruce —grito—, maldita basura. ?Basta!

El derechazo a la mandibula de Van Atta que acompano esta exclamacion fue sorprendentemente efectivo, considerando que era la primera vez en su vida que Leo golpeaba con furia a un hombre. Van Atta cayo de espaldas sobre el hormigon.

Leo se lanzo hacia adelante, como si estuviera disfrutando. Reacomodaria la anatomia de Van Atta de una manera tal que el doctor Cay nunca hubiera imaginado.

—Senor Graf —dijo el guardia de Seguridad, mientras lo tocaba dubitativo en el hombro.

—Esta bien. Hace semanas que esperaba poder hacer esto. —Leo lo tranquilizo, mientras agarraba a Van Atta del cuello.

—No es eso, senor…

Leo oyo una nueva voz, cortante.

—Una fascinante tecnica ejecutiva. Debere tomar nota.

La vicepresidenta Apmad, rodeada de su cortejo de contables y ayudantes, estaba de pie junto a Leo en el pasillo 29.

6

—Bueno, no ha sido culpa mia —protesto la administradora de la Estacion de Lanzaderas, Chalopin—. Ni siquiera estaba informada de lo que pasaba —dijo la mujer a Van Atta, en un tono acusador—. ?Como se supone que puedo controlar mi jurisdiccion cuando hay otros administradores que interfieren en mis canales de mando, propiamente establecidos, dan ordenes a mi gente sin ni siquiera informarme, violan el protocolo…

—La situacion era extraordinaria. El tiempo era fundamental —respondio Van Atta en un tono agresivo.

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