mis fuerzas de seguridad. Solo tengo diez hombres para cubrir tres turnos, los siete dias de la semana.
—Ademas de diez de cada una de las otros dos Estaciones de Lanzadera. Eso suma treinta. Adecuadamente armados, serian una fuerza de ataque sustancial.
—Ya solicite prestados seis hombres de las otras dos estaciones para cubrir nuestra propia rutina, mientras que toda mi fuerza esta dedicada a esta emergencia.
—?Por que no los solicito a todos?
—Senor Van Atta, Operaciones en Rodeo es una compania grande, pero un ciudad muy pequena. En total, los empleados no llegan a sumar diez mil, ademas de un numero igual de dependientes no empleados por Galac- Tech. Mi seguridad es una fuerza policial, no una fuerza militar. Tienen que desempenar sus propias funciones, duplicar sus esfuerzos en caso de busqueda y rescate y estar listos para ayudar a Control de Incendios.
—?Maldita sea! Les di una solucion cuando les propuse lo de Tony. ?Por que no siguieron mi consejo de inmediato y atacaron el Habitat?
—Yo tenia una fuerza de ochenta hombre listos para subir en orbita —dijo Chalopin asperamente—, bajo palabra de que sus cuadrumanos iban a cooperar. Sin embargo, no pudimos conseguir ninguna confirmacion de esa cooperacion por parte del Habitat. Lo primero que hicieron fue mantener un silencio absoluto en las comunicaciones. Luego percibimos que nuestra lanzadera de carga regresaba, asi que desviamos las fuerzas para capturarla. En primer lugar, un vehiculo terrestre, y luego, cuando usted mismo aparecio aqui, hace dos horas exigiendolo a gritos, un helicoptero de propulsion a chorro.
—Muy bien. Reuna sus fuerzas nuevamente y pongalas en orbita. Maldita sea.
—En primer lugar, usted dejo a tres de ellos en el lecho del lago —senalo el capitan Bannerji—. El sargento Fors acaba de informar que su vehiculo estaba inutilizado. Regresan en el Land Rover que abandono el doctor Minchenko. No pasara menos de una hora antes de que lleguen. En segundo lugar, como ya ha senalado varias veces la doctora Yei, aun no hemos recibido autorizacion para usar ningun tipo de fuerza mortal.
—Seguro que tienen algun tipo de clausula de emergencia —argumento Van Atta—. Eso —dijo, mientras senalaba hacia arriba y refiriendose a los acontecimientos que se estaban desarrollando en la orbita de Rodeo— es un robo a gran escala. Y no se olvide de que ya le han disparado a un empleado de Galac-Tech.
—No lo he olvidado —murmuro Bannerji.
—Sin embargo —interrumpio la doctora Yei—, al haber pedido autorizacion a las oficinas centrales para usar esa fuerza, nos vemos obligados a esperar su respuesta. Despues de todo, ?que pasa si rechazan nuestra peticion?
Van Atta fruncio el ceno y cerro los ojos.
—Ya sabia que nunca teniamos que haber solicitado autorizacion. Usted fue la que nos indujo a todo eso, maldita sea. Siempre aceptaron todo hecho consumado que les presentamos y siempre estuvieron satisfechos. Ahora… — sacudio la cabeza con frustracion—. De todas maneras, no estan teniendo en cuenta otras fuentes de personal. Se podria utilizar al personal del Habitat para respaldar la entrada de las fuerzas de Seguridad en el Habitat.
—A esta altura, ya estan desparramados por todo Rodeo —comento la doctora Yei—. La mayoria de ellos ha regresado a sus lugares de permiso en los planetas. —?Y tiene usted una idea del tipo de situacion legal que esos acontecimientos le presentarian a Seguridad? —Bannerji se encogio visiblemente.
La consola del escritorio de Chalopin interrumpio la conversacion. El rostro de un tecnico de comunicaciones aparecio en la pantalla.
—?Administradora Chalopin? Aqui Centro de Comunicaciones. Usted solicito que la mantuvieramos informada sobre cualquier cambio en la situacion del Habitat o de la nave D-620. Ellos… aparentemente se estan preparando para salir de su orbita. —Transmitelo por aqui —ordeno Chalopin. El tecnico de comunicaciones les proporciono una vision plana del satelite. Aumento la toma y la remodelacion del Habitat y de la nave D-620 ocupo la mitad de la pantalla. Los dos brazos propulsadores de la D-620 se habian multiplicado, al haberles sido incorporadas las grandes unidades de propulsion que los cuadrumanos utilizaban para desplazar bultos de carga en orbita. Van Atta observaba la pantalla, horrorizado. Los motores parecian cobrar vida. El enorme vehiculo comenzaba a desplazarse.
La doctora Yei miraba la pantalla, boquiabierta. Tenia las manos juntas sobre el pecho y un brillo extrano en los ojos. Van Atta sentia ganas de llorar de furia.
—Observen… —senalo la pantalla; su voz se resquebrajaba—. ?Ven cual es el resultado de todas esas vacilaciones? ?Se estan escapando!
—Oh, no. Todavia no —exclamo la doctora Yei—. Pasaran por lo menos un par de dias antes de que puedan llegar al agujero de gusano. No hay razon para desesperarse. —Miro a Van Atta, pestaneo y continuo con un tono de voz casi de hastio—. Usted esta extremadamente fatigado, por supuesto, como todos nosotros. La fatiga conduce a cometer errores de apreciacion. Deberia descansar… dormir un poco…
A Van Atta le temblaban las manos. Sentia una necesidad profunda de estrangularla en ese preciso instante. La administradora de la Estacion y ese idiota de Bannerji estaban de acuerdo con ella y asentian. La garganta de Van Atta emitio un grunido entrecortado.
—Cada minuto que esperen va a complicar nuestra logistica, aumentar la distancia, incrementar el riesgo…
Todos tenian la misma expresion imperturbable en sus rostros. Van Atta no necesitaba ahondar demasiado. Podia reconocer la falta de cooperacion concertada apenas la olia. ?Maldicion, maldicion, maldicion! Miro con colera a Yei. Pero tenia las manos atadas. Su autoridad estaba socavada por el amable razonamiento de la mujer. Si Yei y todos los de su especie se salian con la suya, nunca nadie dispararia a nadie y el caos regiria el universo.
Protesto en silencio, giro sobre sus talones y se marcho.
Claire se desperto, pero no abrio los ojos de inmediato. Estaba abrigada en su saco de dormir. El cansancio que la habia agotado al finalizar su ultimo turno no desaparecia en sus extremidades. Todavia no podia sentir a Andy moverse. Bien, un respiro antes del cambio de panales. Dentro de diez minutos lo despertaria e intercambiarian servicios. El le aliviaria el pecho absorbiendo la leche. Las mamas necesitan a los bebes, penso en medio de su somnolencia, tanto como los bebes necesitan a sus mamas. Un diseno entrelazado, dos individuos que comparten un mismo sistema biologico… De la misma manera que los cuadrumanos compartian el sistema tecnologico del Habitat, siendo cada uno dependiente de los otros…
Dependiente de su trabajo, tambien. ?Que debia hacer a continuacion? Las cajas de germinacion, los tubos de cultivo… No, no podia trabajar con los tubos de cultivo hoy. Hoy era el Dia de la Aceleracion. Sus ojos se abrieron de repente. Aun mas por la emocion.
—?Tony! —exclamo—. ?Cuanto tiempo hace que estas aqui?
—Te he estado mirando durante quince minutos. Dormias tan bien… ?Puedo entrar? —Permanecio suspendido en el aire, vestido otra vez con la camiseta y los shorts rojos tan familiares y la observaba en la penumbra de la camara—. Tenemos que sujetarnos de inmediato. La aceleracion esta a punto de comenzar.
—?Ya? —Se aparto a un lado para hacerle sitio a Tony. Se entrelazaron los brazos, le toco la cara y el vendaje que seguia cubriendole el torso—. ?Estas bien?
—Ahora si —suspiro con felicidad—. Alli abajo, en ese hospital… Bueno, no esperaba que nadie viniera a por mi. Para vosotros era un riesgo terrible. No valia la pena.
—Lo discutimos. Hablamos del riesgo. Pero no podiamos abandonarte. Nosotros, los cuadrumanos, tenemos que permanecer siempre unidos. —Ahora estaba despierta por completo. Disfrutaba la realidad fisica de Tony, sus manos musculosas, sus ojos brillantes, sus cejas rubias y tupidas—. Leo dijo que perderte nos habria disminuido, y no solo geneticamente. Ahora tenemos que ser un pueblo, no solo Claire y Tony y Silver y Siggy y Andy. Creo que es lo que Leo llama «sinergia». De alguna manera somos sinergisticos.
Una vibracion extrana estremecio las paredes de la camara. Extendio los brazos para desatar a Andy, que estaba junto a ella sujeto a los aparejos para dormir, y lo acurruco con sus manos superiores, mientras que con las inferiores sostenia a Tony, debajo de la cobertura del saco de dormir. Andy protesto y volvio a quedarse dormido. Lentamente, suavemente, sus omoplatos comenzaron a presionar contra la pared.
—Estamos en camino —murmuro Claire—. Esta comenzando…
—Estamos juntos —observo Tony maravillado. Se aferraban el uno al otro—. Queria estar contigo en ese momento…