—Mis chicos. Su madre no ha ido a recogerlos, y he de hacerlo yo.

—Ahora.

—Si.

—?Vas a buscarlos?

—Exacto.

—Aja. ?Aun quieres salvar a tu mujer?

—Creo que eso seria lo mejor.

—Ve a buscar a los ninos, y luego iremos por tu mujer. Y no intentes salir del pais, o algo por el estilo.

—Detective, quiero rescatar a mi mujer.

Coulter me miro un largo rato. Despues, asintio.

—Estare en el Centro de Convenciones. Dio media vuelta y salio por la puerta.

35

El parque al que Cody y Astor iban cada dia despues de clase estaba a tan solo unos minutos de casa, pero se encontraba al otro lado de la ciudad desde mi oficina, de modo que tarde algo mas de veinte minutos en llegar. Como habia trafico de hora punta, supongo que pude considerarme afortunado por poder llegar. No obstante, tuve cantidad de tiempo para reflexionar sobre lo que le estaria pasando a Rita, y descubri sorprendido que confiaba en que estuviera bien. Estaba empezando a acostumbrarme a ella. Me gustaba que cocinara cada noche, y yo no podia encargarme de los ninos todo el rato y al mismo tiempo gozar de tiempo libre para florecer en la carrera que habia elegido. Todavia no; aun faltaban unos cuantos anos, cuando hubiera entrenado a los dos.

Por eso confiaba en que Coulter, con apoyos dignos de confianza, hubiera neutralizado a Weiss y Rita estuviera sana y salva, tal vez bebiendo cafe y envuelta en una manta, como en la television.

Pero eso me inspiro un pensamiento interesante, que me embargo de autentica preocupacion durante el, por lo demas, agradable trayecto entre la multitud homicida que regresaba a casa. ?Y si encontraba a Weiss esposado, tras haberle leido sus legitimos derechos? ?Que pasaria cuando empezaran a hacerle preguntas importantes? Cosas como, ?por que lo hiciste? Y mas importante todavia, ?por que se lo hiciste a Dexter? ?Y si tenia el mal gusto de decir la verdad? Hasta el momento, habia exhibido una atroz disposicion a hablar a todo el mundo de mi, y aunque no soy muy timido, preferiria ocultar mis autenticos logros a la atencion del publico.

Y si Coulter sumaba lo que Weiss podia soltar a lo que ya sospechaba tras haber visto el video, las cosas podrian ponerse muy feas en Dexterville.

Habria sido mucho mejor que yo me ocupara de plantar cara a Weiss (resolver el problema de una manera cordial, mano a mano, o tal vez cuchilla a cuchilla), y acabar con las ganas de Weiss de comunicarse alimentando a mi Pasajero. Pero no podia elegir. Coulter lo habia oido todo, y tenia que seguirle la corriente. Al fin y al cabo, yo era un ciudadano respetuoso de la ley, desde un punto de vista tecnico. O sea, todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario en un tribunal, ?no?

Y cada vez daba mas la impresion de que el asunto terminaria en los tribunales, con Dexter de protagonista en mono naranja y con cadenas en los tobillos, cosa que me desagradaba profundamente. El naranja me sienta fatal. Ademas, una acusacion de asesinato significaria un gran obstaculo para mi verdadera felicidad. No me hago grandes ilusiones sobre nuestro sistema legal. Lo veo en el trabajo cada dia, y estoy seguro de que podria burlarlo, a menos que me pillaran in fraganti, inmortalizado en pelicula, delante de un autobus lleno de senadores y monjas. Pero hasta una acusacion directa me colocaria bajo el tipo de escrutinio que pondria un triste final a mis actividades juguetonas, aunque me declararan inocente. Pensad en el pobre OJ [11]: durante sus ultimos anos de libertad ni siquiera podia jugar al golf sin que alguien le acusara de algo.

Pero ?que podia hacer al respecto? Mis opciones eran muy limitadas. Podia permitir que Weiss hablara, en cuyo caso tendria problemas, o impedir que hablara, en cuyo caso el resultado seria el mismo. No habia vuelta de hoja. Dexter estaba hundido, y la marea estaba subiendo. Por lo tanto, fue un Dexter muy pensativo el que aparco por fin delante del parque. La buena de Megan seguia alli, sujetando de la mano a Cody y a Astor, dando saltitos de impaciencia por librarse de ellos y largarse al excitante mundo de la clase de contabilidad. Todos parecieron muy contentos de verme, cada uno a su manera, algo muy gratificante pues me olvide de Weiss durante unos tres o cuatro segundos.

—?Senor Morgan? —dijo Megan—. He de marcharme.

Me alegre de oir una frase completa que no fuera una pregunta. Me limite a asentir y le arrebate de las manos a Cody y a Astor. La mujer se alejo correteando hacia un baqueteado Chevy y se perdio entre el trafico nocturno.

—?Donde esta mama? —pregunto Astor.

Estoy seguro de que existe una manera carinosa, sensible y muy humana de comunicar a los ninos que su madre se halla en las garras de un monstruo homicida, pero no sabia cual era.

—El malo la ha secuestrado. El que se estrello contra vuestro coche.

—?El que apunale con el lapiz? —pregunto Cody.

—Exacto.

—Yo le pegue en la entrepierna —recordo Astor.

—Tendrias que haberle pegado con mas fuerza. Ha secuestrado a tu mama.

Hizo una mueca para demostrarme que estaba muy decepcionada por mi gilipollez.

—?Vamos a ir a buscarla?

—Vamos a ayudar. La policia esta alli.

Ambos me miraron como si estuviera loco.

—?La policia? —pregunto Astor—. ?Has enviado a la policia?

—Tenia que venir a buscaros —repuse, sorprendido de encontrarme a la defensiva tan de repente.

—?Vas a permitir que este tipo solo vaya a la carcel? —insistio la nina.

—Tuve que hacerlo —dije, y de repente experimente la sensacion de estar siendo juzgado y ya condenado—. Un policia lo descubrio, y tuve que venir a buscaros.

Intercambiaron una mirada silenciosa, pero muy significativa.

—?Nos vas a llevar contigo? —pregunto Astor.

—Hum —dije, y no me parecio justo que, primero Coulter y ahora Astor, redujeran al persuasivo y gallardo Dexter a monosilabos idiotas en el mismo dia, pero eso era lo que estaba pasando. Tal como estaban las cosas (de lo mas desagradables e inseguras), no habia meditado a fondo. Pero no me los podia llevar para acorralar a Weiss. Sabia que toda esta representacion era en mi honor, y no empezaria hasta que yo llegara, si el podia evitarlo. No podia estar seguro de que Coulter le tuviera acorralado, y seria demasiado peligroso.

—Ya le hemos vencido una vez —dijo Astor, como si hubiera leido mis pensamientos.

—Pero no se lo esperaba en aquel momento —razone—. Esta vez, si.

—Esta vez tendremos algo mas que un lapiz —contesto Astor, y lo dijo con tal ferocidad y frialdad que conmovio mi corazon…, pero eso estaba descartado.

—No. Es demasiado peligroso.

—Promete —murmuro Cody.

Astor puso los ojos en blanco a su manera epica y expulso aire.

—No paras de repetir que no podemos hacer nada. Hasta que nos ensenes. Y nosotros decimos que vale, ensenanos, y no hacemos nada. Y ahora, cuando tenemos la oportunidad de aprender algo real, dices que es demasiado peligroso.

—Es demasiado peligroso —insisti.

—Entonces, ?que debemos hacer mientras tu vas a hacer algo peligroso? —pregunto Astor—. ?Y si no salvas a mama y no volveis ninguno de los dos?

La mire, y despues a Cody. Ella me estaba mirando con el labio inferior tembloroso, mientras el se habia decantado por una expresion glacial de desprecio, y una vez mas solo consegui abrir la boca unas cuantas veces sin emitir ningun sonido.

Y asi fue como termine conduciendo hacia el Centro de Convenciones, rebasando un poco el limite de

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