Durante ese lapso de tiempo la ciencia de S’uthlam ha crecido tan rapidamente como el mana, si se me permite utilizar metafora tan pintoresca, y los mundos de la alianza deben los pequenos avances de que pueden presumir al conocimiento y las tecnicas importadas de S’uthlam. Es innegable que las flotas combinadas de los aliados son significativamente mas numerosas que la Flota Defensiva Planetaria de S’uthlam, pero la mayor parte de su armada esta muy anticuada en comparacion a la sofisticada tecnologia y armamento que han sido incorporados a las nuevas espacionaves s’uthlamesas. Lo que es mas, me parece un error de calculo muy grosero decir que los aliados superan realmente a S’uthlam en cualquier sentido numerico. Es cierto que son seis mundos contra uno, pero las poblaciones combinadas de Vandeen, el Mundo de Henry, Jazbo, Roggandor, Skrymir y el Triuno Azur no llegan a los cuatro mil millones de personas. Apenas una decima parte de la poblacion existente en S’uthlam.

—?Una decima parte? —grazno el jazboita—. Es un error, ?verdad? Debe serlo.

—El Triuno Azur habia entendido que su poblacion era apenas unas seis veces la nuestra.

—Dos terceras partes de esa poblacion son mujeres y criaturas —senalo rapidamente el enviado de Skrymir.

—Nuestras mujeres tambien luchan —le replico secamente Tolly Mune.

—Cuando encuentran un momento entre parto y, parto —comento Ratch Norren—. Tuf, no pueden tener diez veces nuestra poblacion. Estoy de acuerdo en que son muchisimos, cierto, pero segun nuestros mejores calculos…

—Caballero —dijo Tuf—, sus mejores calculos son erroneos. Contenga su pena. El secreto esta muy bien guardado y cuando se trata de contar tales multitudes, es muy facil sumar o restar equivocadamente mil millones mas o menos. Sin embargo, los hechos son tal y como he afirmado. En este momento se mantiene un delicado equilibrio marcial. Las naves de los aliados son mas numerosas, pero la flota de S’uthlam esta mas avanzada y se encuentra mejor armada. El equilibrio, obviamente, no va a durar, ya que la tecnologia de S’uthlam le permite producir nuevas flotas de guerra mas de prisa que cualquiera de los aliados. Me atreveria a decir que en estos momentos, ya se estan realizando esfuerzos en tal direccion —Tuf miro a Tolly Mune.

—No —dijo ella.

Pero tambien Dax la estaba mirando.

—Si —le anuncio Tuf a los enviados, levantando un dedo. Por lo tanto, propongo que aprovechen la inestable igualdad del momento, para sacar partido de la oportunidad que les estoy ofreciendo de resolver el problema planteado por S’uthlam, sin recurrir al bombardeo nuclear y otras tacticas igualmente desagradables. Mantengan el actual armisticio durante un ano estandar y permitanme sembrar S’uthlam con mana. Cuando haya pasado ese plazo y si creen que S’uthlam sigue representando una amenaza para sus mundos natales, podran reanudar con toda libertad las hostilidades.

—Negativo, comerciante —dijo con voz grave el ciborg de Roggandor—. Es usted increiblemente ingenuo. Dice que les demos un ano y mientras tanto usted hara sus trucos. ?Cuantas flotas nuevas construiran en un ano?

—Estamos dispuestos a firmar una moratoria en la construccion de nuevas armas, si sus planetas hacen lo mismo —dijo Tolly Mune.

—Eso es lo que usted dice. ?Supone que vamos a confiar en ello? —replico Ratch Norren con voz burlona—. ?Al demonio con todo eso! Los sutis ya han demostrado lo poco dignos de confianza que son al haberse rearmado en secreto, violando el tratado. ?Para que luego nos hablen de mala fe!

?Oh, claro! Habrian preferido que estuvieramos indefensos cuando vinieran para ocuparnos. ?Infiernos y maldicion, que condenado hipocrita! —dijo con irritacion Tolly Mune.

—Ya es demasiado tarde para pactos —dijo el jazboita.

—Usted mismo lo ha dejado claro, Tuf —anadio el skrymiriano—. Cuanto mas consintamos en retrasar las cosas, peor sera nuestra situacion. Por lo tanto, no tenemos mas opcion que desencadenar de inmediato el ataque sobre S’uthlam. Nunca tendremos una oportunidad mejor que ahora —Dax le bufo y Haviland Tuf pestaneo, cruzando luego las manos sobre el estomago.

—Quiza reconsideren la postura a tomar si apelo a su amor por la paz y el horror que sienten hacia la guerra y hacia la destruccion, por no mencionar su calidad comun de seres humanos —Ratch Norren emitio un bufido despectivo. Uno a uno, los demas miembros de la delegacion apartaron la vista en silencio. En tal caso — dijo Tuf—, no me dejan opcion —y se puso en pie.

El enviado de Vandeen fruncio el ceno.

—Eh, ?adonde va?

Tuf se encogio de hombros.

—Dentro de unos segundos, a un sanitario —replico—, y luego a mi centro de control. Por favor, acepten mis garantias de que no siento ningun tipo de animosidad personal hacia ustedes, mas por desgracia tengo la impresion de que no me queda otro remedio que destruir inmediatamente sus planetas. Quiza deseen echar a suertes cual sera el primero.

La mujer de Jazbo, tosio, se atraganto y emitio un hilillo de saliva.

El enviado de Triuno Azur carraspeo levemente en el interior de su confusa nube de hologramas, pero el sonido resultante fue tan dificil de oir como el de un insecto correteando sobre una hoja de papel.

—No se atrevera —dijo el ciborg de Roggandor.

El skrymiriano se cruzo de brazos en un gelido silencio.

—Ah —dijo Ratch Norren—. Usted, ah de eso se trata. No lo hara. Si, pero naturalmente. Ah.

Tolly Mune les miro a todos y se rio.

—?Oh!, lo dice en serio —afirmo, aunque estaba tan asombrada como todos ellos. Y ademas, puede hacerlo. Mejor dicho, el Arca puede hacerlo. Ademas, el comandante Ober se asegurara de que no le falte una escolta armada.

—No hace falta tomar decisiones con tanta prisa —dijo la mujer del Mundo de Henry con voz clara y mesurada. Quiza podriamos pensar nuevamente en todo el asunto.

—Excelente —dijo Haviland Tuf, volviendose a sentar. Actuaremos con decision y celeridad —dijo. Se pondra en vigor un armisticio de un ano, tal y como ya he explicado, y sembrare inmediatamente el mana en S’uthlam.

—No tan rapido —protesto Tolly Mune. Tenia la sensacion de que la victoria se le habia subido un poco a la cabeza. No sabia muy bien como, pero la guerra habia terminado. Tuf lo habia logrado, S’uthlam estaba a salvo, por lo menos durante un ano mas. Pero el alivio no le habia hecho perder totalmente el buen juicio. Todo esto suena muy bien, pero antes tendremos que hacer unos cuantos estudios sobre su planta del mana. Nuestros ecologos y especialistas en biologia querran examinar esa condenada cosa, antes de sembrar sus esporas sobre S’uthlam. Creo que un mes seria suficiente. Y, naturalmente, Tuf, lo que dije antes sigue teniendo validez. No crea que va a soltar su mana sobre nosotros, marchandose luego. Esta vez debera quedarse mientras dure el armisticio y puede que aun mas tiempo, hasta que tengamos una buena idea de como va a funcionar este nuevo milagro suyo.

—?Ay! —dijo Tuf—, me temo que tengo urgentes compromisos en otros lugares de la galaxia. Una estancia de un ano o mas me resulta tan inaceptable como inconveniente, al igual que el retraso de un mes antes de empezar mi programa de siembra.

—?Espere un maldito segundo! —dijo Tolly Mune. No puede.

—Tenga la seguridad de que si puedo —dijo Tuf Sus ojos fueron de ella a los enviados y luego volvieron a Tolly Mune. Primera Consejera Mune, permitame que le indique lo que es obvio. Ahora existe un cierto equilibrio de fuerzas militares entre S’uthlam y sus adversarios. El Arca es un formidable instrumento de guerra capaz de aniquilar mundos enteros. Al igual que me es posible unirme a sus fuerzas y destruir cualquiera de los planetas aliados, tambien entra en el reino de lo posible, que haga todo lo contrario.

Tolly Mune sintio de pronto como si la hubieran agredido fisicamente y se quedo boquiabierta.

—?Esta?… Tuf, ?nos esta amenazando? No puedo creerlo. ?Esta amenazando con usar el Arca contra S’uthlam?

—Sencillamente, estoy haciendole notar ciertas posibilidades de accion —dijo Haviland Tuf, con voz tan impasible como de costumbre.

Dax debio sentir su rabia pues empezo a bufar. Tolly Mune permanecio inmovil, sin saber que hacer, y sus manos se fueron apretando gradualmente hasta convertirse en punos.

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