James BeauSeigneur
El nacimiento de una era
Trilogia Del Cristo Clonado
Libro segundo
Titulo original:
© 2006, Alicia Frieyro Gutierrez, por la traduccion
Y
AGRADECIMIENTOS
Durante el proceso de escritura de la
NOTA IMPORTANTE DEL AUTOR
Como es habitual en cualquier novela de suspense, no todo es lo que parece en la
Asi pues, invito al lector a disfrutar de la
«?Son estas las sombras de las cosas que han de suceder, o solamente de las que es posible que sucedan?»
Charles Dickens,
«Pues surgiran falsos mesias y falsos profetas y realizaran grandes senales y portentos, hasta el punto de enganar, si fuera posible, aun a los elegidos.»
Mateo 24,24
PROLOGO
Desierto de Israel
Acababa de amanecer. Robert Milner guiaba a Decker Hawthorne, que al volante de un jeep de alquiler atravesaba el puerto de montana para reunirse con Christopher. Habia cargado el coche con comida, agua embotellada y un botiquin de primeros auxilios. En su mente se alternaban la preocupacion por el estado en el que iban a encontrar a Christopher y la expectacion por lo que Robert Milner le contara en el vestibulo del Ramada Renaissance cuarenta dias atras. La desnudez del paisaje le trajo recuerdos de su estancia en el desierto dieciocho anos antes, cuando el y Tom Donafin habian recorrido el Libano en direccion a Israel antes de ser rescatados por Jon Hansen. De repente, le embargaron los sentimientos encontrados que habia sentido entonces cuando alli tumbado en el suelo, atrapado en la alambrada
Las otras veces que, en el pasado, habia rememorado ese momento, Decker habia atribuido su suerte a que se encontraba, una vez mas, en el sitio adecuado en el momento oportuno. Ahora no podia sino pensar que era mucho mas que eso. De no haber ocurrido, no habria conocido a Jon Hansen y menos aun habria acabado siendo su jefe de prensa. Y de no haber trabajado para Hansen, despues secretario general, Christopher no habria disfrutado de las mismas oportunidades para trabajar en la ONU, dirigir luego una de sus agencias mas importantes y finalmente convertirse en embajador de la ONU ante el Consejo de Seguridad. Aquello era mas que suerte.
Se le ocurrio que la cadena de acontecimientos no habia empezado en aquella carretera del Libano. Antes estaban la destruccion del Muro de las Lamentaciones, y el secuestro de Tom y el; y aun antes de eso, todo lo que habia hecho posible que viajara a Turin. Estaba claro que sin aquel viaje a Italia el no habria recibido jamas, aquella fria noche de noviembre, la llamada del profesor Harry Goodman invitandole a visitarle en Los Angeles para compartir su descubrimiento sobre la Sabana Santa.
Sin dejar de pensar en la sucesion de circunstancias que le habian llevado hasta ese momento preciso,