desempenando la infinidad de tareas que requeria el correcto funcionamiento del Templo.

Para Andrew Levinson, el hecho de que Israel sobreviviera mientras los paises de su alrededor habian sido exterminados por completo, era razon para creer y temer a Dios y, por lo tanto, para servirle. Israel, desde luego, tenia tambien sus problemas despues de tres anos y medio de sequia, pero por lo menos ellos seguian vivos.

Al principio, cuando solo los arabes morian victimas de la locura y se hizo evidente que Israel se salvaba de la plaga milagrosamente, Andrew, como buena parte del resto de personas creyentes de Israel, lo celebro, convencido de que asi era como Dios castigaba a los enemigos de Israel. Pero la locura continuo su avance, y alcanzo paises muy apartados de la region. Aliados y adversarios de Israel morian ahora por igual en sangrientos arrebatos de demencia, y Andrew empezaba a temer, como muchos otros, que el exterminio pudiera acabar con el planeta.

Era un sentimiento espantoso y aterrador, pero Andrew no podia empenarse en darle mas vueltas. Era la voluntad de Dios, y la voluntad de Yahve no debia cuestionarse, de modo que los seis hombres caminaban en silencio hacia el Templo, donde se ocuparian de sus quehaceres como si todo fuera normal, entregandose con su servicio a su Dios.

Al igual que la mayoria de los otros miembros de su familia, el padre, el tio y los primos de Andrew Levinson pertenecian a la Guardia del Templo, y aunque no era uno de los cargos mas honrosos, si que era relativamente selecto comparado con otros. A los varones de cada familia de la tribu de Levi se les asignaba de por vida una tarea en el Templo. Unos servian como ayudantes de los sacerdotes, otros como porteros o vigilantes. Unos recogian las entranas y el estiercol de los animales sacrificados, otros limpiaban el altar del Sacrificio. Otros despellejaban los animales para vender la piel a las curtidurias. La variedad de cometidos era casi infinita. La adjudicacion de tareas a cada familia dependia del criterio, antojadizo e incontrovertible, del sumo sacerdote, y los Levinson se contentaban con que el destino no les hubiese deparado un trabajo menos amable. Los componentes de la Guardia del Templo eran los responsables de garantizar el mantenimiento del orden y el cumplimiento de las leyes y tradiciones del Templo por parte de los miles de fieles y visitantes que pasaban por alli cada dia.

Andrew y su hermano James tambien habrian entrado en la Guardia del Templo a no ser por las ensenanzas recibidas de su madre desde muy pequenos. Todos los dias, durante un minimo de dos horas, les habia ensenado a cantar los salmos y a tocar el arpa del Templo, un instrumento que al parecer guardaba un gran parecido al de David, el gran rey de Israel. Gracias a su pericia musical, ambos habian sido seleccionados como musicos y cantores del Templo; James tocaba el arpa del Templo, y la robusta voz tenor de Andrew le habia hecho ganar un puesto como cantor. Eran dos oficios muy codiciados, pero su madre tambien les habia dado lecciones de humildad, de modo que bregaban bien con el honor.

Al acercarse a la puerta de la ciudad, el grupo se hizo mas numeroso. Docenas de levitas se dirigian al Templo. Los que servian con la familia de Andrew pertenecian todos a las casas Levinson, Levin o Levine, y juntos formaban el decimoseptimo relevo. En total habia veinticuatro relevos o turnos de levitas, y cada uno servia en el Templo durante una semana, dos veces en el transcurso del ano judio. Lo habia sido asi en la antiguedad y asi lo seguia siendo en el presente. El cambio de un turno de levitas a otro se hacia siempre en sabado, el sabbat, justo antes de los sacrificios vespertinos. Como era domingo, era el segundo dia de la semana de servicio de los Levinson.

A pesar de no haber despuntado el sol todavia, pudieron ver como entraban, a miles, en la ciudad. Habia familias enteras; unas con palomas o pichones enjaulados; otras tiraban de cabritos o corderos con correas improvisadas; algunos llevaban corderos de lechal en los brazos. El dia anterior no habia acudido ni la mitad de gente porque era sabbat, y ese dia estaba prohibido hacer ofrendas particulares.

La muchedumbre, proveniente de todos los rincones de Israel, venia al Templo para ofrecer sus sacrificios a Dios. Algunos traian ofrendas para expiar sus pecados y ofensas, otros traian ofrendas de buena voluntad, y otros, ofrendas de accion de gracias, pero a todos les unia una cosa en comun, el miedo. Los primeros querian pedir perdon a Dios, para que siguiera librandolos de la locura. Los segundos deseaban mostrar su lealtad a Dios y pedirle su proteccion. Y los terceros venian a agradecer a Dios que los hubiese protegido hasta ahora y a rogarle que siguiera preservandoles de la destruccion que rodeaba el pais.

Andrew y sus familiares se abrieron paso entre la multitud hasta llegar al conjunto de galerias que discurria debajo del Templo, donde un guarda levita les cedio el paso. Mientras que los sacerdotes se encargaban de guardar los recintos del interior del Templo, los levitas se apostaban en las puertas exteriores. Una vez dentro, Andrew debia prepararse para el servicio del dia.

* * *

Andrew cerro la cortina tras el y coloco su tunica junto con las demas, en una pila sobre la mesa. Antes habia dejado sus sandalias a cargo de otro levita. Una vez desnudo, se sumergio rapidamente en el agua fria de manantial del mikve. El bano ritual tenia como fin limpiar el alma mas que el cuerpo, y aunque la primera impresion era desagradable, solo duraba lo que tardaba en mojarse el cuerpo entero. En total habia entre quinientos y seiscientos miembros de su centenaria tribu, y tal vez unos cuatrocientos sacerdotes que servian tambien aquella semana. Todos debian banarse en la misma agua o en uno de los otros seis mikves que habia debajo de la entrada sur del Templo, de modo que era extremadamente importante que el bano fuera rapido. Tambien se esperaba de todos que, a fin de mantener el lento flujo de agua de manantial lo mas limpio posible, se banaran antes de ir al Templo. Como el resto del grupo, Andrew se habia banado justo antes de salir de casa de sus abuelos. Debido a la sequia habia severas restricciones de agua, pero se hacia una excepcion a los levitas que servian en el Templo.

Cuando hubo salido del agua, Andrew entro en una pequena habitacion para secarse y ponerse las vestiduras tradicionales del levita. Como Dios dispuso a traves del profeta Ezequiel, [36] los levitas deben cubrirse solo con lino, nunca con lana u otro tejido que les pueda hacer sudar. Primero iba la ropa interior de lino blanco; sobre ella una tunica sin costuras de hechura estrecha que llegaba hasta los tobillos y que iba atada a la cintura por un largo cordon, tambien de lino blanco; y finalmente un turbante de lino blanco. Al igual que los sacerdotes, los levitas andaban descalzos por el Templo, incluso en lo mas crudo del invierno, porque asi lo exigian las leyes de su Dios. Una vez debidamente ataviado, Andrew Levinson se reunio con los otros de su orden, que esperaban para entrar en procesion al Templo.

El diseno del Templo era el resultado del conjunto de compromisos adquiridos entre politicos, lideres religiosos y constructores. Los lideres religiosos, o por lo menos los mas destacados, se habian dividido entre los que insistieron en que el diseno debia corresponder al de la vision del profeta Ezequiel [37] y los que deseaban una construccion mas parecida a la del Templo de Herodes. Los politicos se debatian, como es habitual, entre reducir los costes al maximo y complacer a los votantes. Y los constructores, por otra parte, coincidian al argumentar que ninguna opcion podia construirse por el precio que se tenia pensado. Al final, no hubo nadie que quedara del todo satisfecho, pero desde su consagracion hacia quince anos nadie habia tenido nunca nada que objetar al edificio. Despues de todo, era el Templo de Dios, y nadie pensaba que criticarlo fuera prudente o util.

Las entradas principales al Templo se parecian a las del modelo de Ezequiel, con escalinatas largas y anchas que, elevandose bastante sobre el paisaje, daban acceso a las gigantescas entradas de los flancos norte, sur y este. Por estas ultimas era por donde la mayoria de los visitantes y fieles entraban al Templo. Los que venian del mikve entraban por una larga escalinata cerrada situada en el patio exterior o patio de los Gentiles, asi llamado porque los gentiles tenian acceso hasta esta zona del Templo. En este sentido, el Templo se parecia mucho al modelo de Herodes.

La procesion de levitas, entre los que se contaban Andrew y James Levinson, ascendio la escalinata, cruzo el patio de los Gentiles, atraveso una de las puertas abiertas en un muro bajo de piedra llamado el soreg, y luego franqueo aun otra puerta, dejando atras los gruesos muros de piedra que rodeaban la primera de las tres divisiones del patio interior llamado patio de las Mujeres. Una vez aqui, la procesion se disperso y los levitas asignados a cometidos dentro del patio interior se separaron del resto para dirigirse a sus respectivos puestos. Para Andrew y James Levinson el recorrido terminaba aqui, pues no tenian permitido adentrarse mas en el Templo.

El patio de las Mujeres, que ocupaba el tercio oriental del recinto interior, estaba rodeado por unos muros de piedra impresionantes, de tres metros y medio de espesor y once metros de alto. Por la cara interior, rodeaba el patio una columnata, sobre la cual se extendia un balcon. Todos los judios tenian acceso al

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