quienes era obvio que Christopher sostenia lo que parecian dos tablas de piedra. Cuando las camaras se acercaron, se pudo ver con claridad que la piedra estaba inscrita con una extrana escritura. Christopher tenia en sus manos las Tablas de la Ley. Un grito ahogado recorrio de pronto la multitud en Jerusalen.
– ?Nunca mas! -exclamo Christopher con toda su furia-. ?Nunca mas volvera a dominar este planeta el absurdo dictado de un tirano espiritual!
Y dicho esto, Christopher arrojo las dos tablas centenarias a la calle, cincuenta y cinco metros mas abajo, donde se rompieron en pedazos tan pequenos que se perdieron entre la gravilla. La audiencia, mayoritariamente judia, que hasta ahora se habia mostrado a favor de Christopher, se quedo paralizada de asombro. Christopher acababa de reducir a polvo un tesoro religioso nacional. Su discurso les habia conmovido, pero no esperaban que fuera a derivar en algo semejante.
Christopher continuo, consciente de que debia volver a captar cuanto antes la atencion de la gente para ganarse su apoyo.
– Las cosas que he prometido son ciertas y estan al alcance del hombre. ?Lo digo por experiencia!
»La Tierra no esta sola en el universo -explico Christopher-. Como sospechan los cientificos desde hace tiempo, hay miles de otros planetas con vida en el universo. Uno de ellos, un mundo antiguo y hermoso que orbita una estrella mas alla de las Pleyades, es Theata. Alli, la vida evoluciono mucho antes de hacerlo en la Tierra. Los habitantes de Theata inauguraron su era del espacio particular cuatro mil millones de anos antes de que los primeros organismos unicelulares aparecieran en la Tierra. ?Es un planeta donde el hambre y el temor ya no existen, donde no se conoce la muerte, donde la gente ha dado el ultimo paso evolutivo para convertirse en una sola carne; un planeta cuyos habitantes se han transformado en el dios que llevan dentro! Es de este planeta lejano y extremadamente avanzado de donde proviene la vida en la tierra. Los habitantes de Theata son la raza a partir de la cual nacio la vida humana en este planeta. ?Yo vengo para que cuanto ellos tienen lo tengais tambien vosotros!
El relato sobre el origen de la vida humana en la Tierra era interesante, pero no tanto como para que el pueblo de Jerusalen olvidara lo que acababa de hacer con las tablas que Moises bajo del monte Sinai. Christopher percibio este malestar y decidio que era el momento de ofrecer al mundo una demostracion de sus verdaderas habilidades.
– El futuro que yo ofrezco es un futuro de poder -proclamo-. Incluido el poder de controlar la naturaleza, como os ha demostrado Robert Milner, que es Elias. Pero el poder, al igual que los ultimos pasos en la evolucion, no se concede. Para hacerlo verdaderamente vuestro, debeis tomarlo. ?Tomadlo y se os dara! Yo he puesto fin al reinado de terror que habian instaurado Juan y Cohen; yo he puesto fin a la plaga de locura que amenazaba a todo el planeta; ?y ahora comenzare a regenerar la Tierra!
Christopher extendio el brazo derecho con la palma de la mano vuelta hacia abajo. Durante un largo lapso no se oyo sonido alguno, y la masa empezo a murmurar. Chaim Levin, el sumo sacerdote, con las ropas hechas jirones y cubierto de barro, quiso aprovechar la oportunidad y empezo a intentar atraer la atencion de la gente. Pero antes de que pudiera articular palabra, un movimiento en los margenes de la muchedumbre atrajo la atencion de todos.
En el suelo recien empapado por la lluvia, en particular donde habia tierra, junto al asfalto y alrededor de los edificios, algo empezo a moverse y, bajo la atenta mirada de los presentes, empezaron a brotar hierba y flores donde antes no habia nada. Como si de una grabacion a camara rapida se tratara, la gente pudo contemplar en completo asombro como la tierra liberaba plantas de hermosos verdes, rojos, amarillos y morados. Del suelo baldio brotaban arbustos en flor y una fragancia primaveral lleno el aire de pronto.
Pero el milagro no solo ocurria en Jerusalen. Christopher permanecio callado e inmovil durante casi cinco minutos, mientras la vida vegetal mundial empezaba a brotar y a crecer. Muchas de las plantas mas pequenas alcanzaron la madurez en pocos instantes y en las zonas ennegrecidas por el fuego, los arboles jovenes crecian hasta alturas de dos y tres metros. Entonces Christopher dejo caer el brazo y el fabuloso desarrollo aminoro a su velocidad habitual.
– Vengo para que poderes como este sean vuestros -grito. Su voz reflejaba claros signos de fatiga, prueba del gran esfuerzo que habia requerido la demostracion de sus poderes.
– Como he dicho -recalco Christopher, retomando el hilo de su discurso-, no pido ni busco vuestra devocion. Os pido vuestra lealtad.
Esta vez no hubo vacilaciones, y la vasta mayoria de los presentes, junto con el resto del mundo, se puso a aplaudir, a vitorear y a gritar el nombre de Christopher.
Christopher volvio a levantar la mano derecha, esta vez para acallar a la multitud.
– Algunos os preguntareis -continuo Christopher- ?y que hay de los miles de millones caidos en los desastres de Yahve?
Christopher hizo una pausa para que la pregunta calara entre quienes le escuchaban. Sabia que, en el contexto de su discurso, no podia haber muchos que se hubiesen planteado la pregunta, pero la mayoria acabaria planteandose la cuestion tarde o temprano. De modo que era mejor abordar el asunto ahora y no esperar a que le preguntaran sobre el.
Christopher sacudio la cabeza con tristeza y dijo:
– Es imposible devolverles la vida. Pero quienes llorais la muerte de amigos y familiares no os aflijais. Alegraos, mas bien, porque no estan verdaderamente muertos. Volveran a sentir la tierra bajo sus pies, porque los dioses no pueden morir del todo. Como Jesus dijo a Nicodemo hace dos mil anos: «Es necesario que nazcais de nuevo». [44]Asi es con los que han muerto. Llamese reencarnacion o «nacer de nuevo» o lo que se quiera, lo cierto es que algunos de los que han muerto en estos ultimos tres anos y medio ya han vuelto a nacer; pero, afortunadamente, pocos recordaran su vida anterior. No obstante, como ensenan los hindues y los budistas, el sufrimiento que soportaron en sus vidas anteriores les servira de escalon hacia un futuro mas elevado y luminoso. De modo que no lloreis ni peneis. Enjugad vuestras lagrimas y alegraos de que cuando regresen, naceran en una era a la que siempre ha aspirado la humanidad, la Nueva Era, la Era de la Ascension para toda la humanidad.
»Pueblos de la Tierra, pueblo de Jerusalen, ha llegado el momento de dejar a un lado cuanto nos divide. El
»Asi, este edificio dejara de ser un templo a Yahve, para convertirse en monumento a la divinidad del hombre. Nunca mas volvera nadie a traer animales a su interior para su brutal sacrificio en honor a un dios sanguinario. ?Desde este dia cesaran los sacrificios y el Templo permanecera abierto a todos!
En las primeras filas de la muchedumbre, Decker se preparo para lo que sabia estaba a punto de acontecer.
– Y si hay alguien que duda todavia -dijo Christopher preparandose para concluir su oracion-, os ofrezco una ultima prueba de que soy quien digo ser. Hace cuatro mil millones de anos, las simples naves espaciales enviadas desde Theata a la Tierra necesitaron veintitres mil anos para llegar a nuestro planeta, viajando casi a la velocidad de la luz. Ahora, una vez alcanzado el estado espiritual en su evolucion, los theatanos pueden recorrer esa distancia en menos de un segundo.
»Todo de cuanto disfruta Theata esta a vuestro alcance. En este mismo instante nos rodean millones de nuestros hermanos. Han venido a conducir, a guiar a cada una de las personas de la Tierra por el camino que lleva a la integracion en el universo.
»?Los veis? -exclamo Christopher-. ?Los veis?
Christopher alzo la mano derecha en el aire, echo la cabeza majestuosamente hacia atras y grito:
– ?He aqui los ejercitos celestiales!
De pronto, el firmamento aparecio repleto de miles o cientos de miles de luces preciosas, algunas de centenares de metros de ancho, otras pequenas como la cabeza de un alfiler, unas moviendose lentamente, otras cruzando el cielo a gran velocidad.
– ?He aqui los ejercitos celestiales! -trono Christopher. Luego salto al vacio desde el pinaculo.