dicho que, mientras bromeaba, habia resbalado, y que, aun asi, le habia puesto una nota por mal comportamiento. Pero lo mas importante es que el video, donde aparece tambien el golpetazo final perfectamente grabado por Bettoni, ahora encabeza clasificacion de www.scuolazoo.com, ?va en primera posicion! Por encima de Ricciardi, el «romanista», como el lo llama.

– ?Fabuloso!

Se ha hecho filmar tambien en el hospital para que figurara en el video.

– Quiero que todos vean que no es un montaje, como hacen muchos… ?Lo mio ha sido de verdad!

Cudini esta realmente chiflado. En cualquier caso, todos hemos ido a verlo por turnos.

– ?Eh, no dejeis que venga Raffaelli! ?Si no, seguro que acabo rompiendome tambien la otra pierna!

– Venga, no digas eso. Es terrible que tenga esa fama de gafe…

– Gafe, ?eh? ?Por si acaso, tu no dejes que venga! No le diremos nada a nadie, ?de acuerdo?

Cudini sonrie y abre la caja de bombones que le ha llevado Alis, ?secundado, como no podia ser de otro modo, por Clod! ?Es incorregible1 ?Y, a su manera, Cudini tambien! Pero ahora me cae bien. No se si porque se ha hecho dano. Quiza porque con la historia de la escayola se ha visto obligado a tranquilizarse un poco. Antes estaba siempre alborotando. Filo suele decir que esta poseido por el demonio, que antes de invitarlo a casa hay que llamar a un exorcista. Sea como sea, el dia del hospital estaba de buen humor, amable, casi educado.

– ?Me pones algo bonito en la escayola? Esmerate, Caro…, que lo tuyo me interesa… ?Quiero decir que, si lo haces tu, seguro que quedara precioso! Dibujas genial.

La verdad es que me lo habian dicho ya Silvia Capriolo y Paoletta Tondi, que, ademas, dibujan realmente bien, es decir, que comprenden las perspectivas, las dimensiones, las sombras y los claroscuros. Digamos que yo me las arreglo mejor con los comics. Y, de hecho…

– Eh, ?me lo vas a hacer asi?

– Oh. Cudini, me he traido adrede los rotuladores de casa. ?No seas plasta!

Y asi, en un abrir y cerrar de ojos, me concentro en la escayola. Y celeste y azul oscuro, y luego naranja para el pico y el contorno en negro, ?e incluso le pinto unos zapatos! Al final, despues de casi media hora, cuando me incorporo, Cudini esta en ascuas.

– Venga, apartate, que quiero verlo… -Es demasiado curioso-. Joder…

Se queda boquiabierto.

– ?Te gusta?

– ?Me encanta!

Lo contempla satisfecho. Y vuelvo a aproximarme a el con el rotulador negro.

– Eh, ?que haces? Me lo vas a estropear, no hagas nada mas, que te ha quedado perfecto.

– ?Pero quiero firmarlo!

Y escribo «Caro» mientras Cudini me sonrie.

– Eh, Caro, me encanta el aguilucho que me has dibujado. Es blanquiazul, como mi corazon, como el cielo y como las bragas de la chica de mis suenos…

– ?Anda ya!

En ese preciso momento entra la madre de Cudini.

– Francesco, ?como estas? ?Como va la pierna? -Y empieza a besarlo en la mejilla-. ?Hijo mio, no sabes cuan preocupada estoy por ti! No duermo por las noches -anade sin dejar de besuquearlo.

– Vamos, mama, que hay gente.

Alis, Clod y yo nos miramos risuenas.

– No se preocupe, senora – dice Alis, que tiene siempre la palabra justa.

Pero Cudini se revuelve en la cama.

– Si, pero la pierna es mia. Te has sentado encima, mama.

– Perdona, perdona. Mira lo que te he traido. Ha venido tambien la tia, con Giorgia y Michele.

Y entra una senora que seria muy elegante si no fuese porque se ha pasado con el perfume y lleva un abrigo de pieles exagerado, voluminoso… En mi vida he visto nada parecido; ni siquiera en los documentales he visto un animal asi. Por si fuera poco, va toda maquillada y luce unos pendientes y un collar enormes, hasta el punto de que, como tropiece y se caiga, a ver quien es el guapo que la levanta.

– Francesco…, pero ?que has hecho?

Y tambien la tia, digna hermana de su madre, se abalanza sobre Cudini y lo cubre de besos.

– ?Ay, tia!

– No sera para tanto…

– ?Como que no?… Te has abalanzado sobre la escayola con ese bolso.

– Ah, disculpa.

– Si, claro…

A continuacion, Cudini saluda a sus primos.

– Hola, Giorgia, ?como estas?

– ?Como estas tu!

La chica sonrie. Es mas moderada que la madre-tia huracan de fuerza cuatro, un poco timida y muy mona, maquillada apenas, el pelo liso y castano claro, unos vaqueros y una camiseta naranja. El hermano, en cambio, va vestido con un chandal. Lleva un bonito Adidas negro y una bolsa en bandolera con dos raquetas dentro.

– Eh, tio, pareces Nadal -Cudini lo senala riendose.

Michele esboza una sonrisa.

– En todo caso, Federer. Mi estilo de juego es mas parecido, y no soy tan macarra.

– Si, si, ?pero siempre gana Nadal!

– En tierra batida, si.

Michele parece completamente distinto de Cudini. Es mas bajo, tiene el pelo un poco pelirrojo y corto. Es perfecto, delgado sin exagerar, en pocas palabras, robusto. Es agradable y parece educado. Por eso es el polo opuesto de Cudini. Clod se limpia los dedos todavia impregnados de chocolate y tiene una de sus salidas.

– Asi que juegas al tenis…

Cudini no la deja escapar.

– No, si te parece, con esas raquetas hace de barrendero… Eh, ?cuando quieres eres muy graciosa!… -Luego Cudini simula ponerse triste-. Lastima que no te des cuenta…

Alis y Giorgia se rien. Michele intenta no ponerla en un aprieto.

– Estoy disputando un torneo aqui cerca. Tengo que irme dentro de poco… Y, ademas, de vez en cuando doy clases de tenis por las tardes para ganar algo de dinero.

Lo miro. Nuestros ojos se encuentran y el me sonrie. Es un encanto. Y eso de que de clases de tenis para sacarse un poco de dinero me parece fantastico. Un poco como Rusty James. En fin, que tampoco Michele quiere ser una carga para sus padres, si bien no creo que para ellos sea un problema, a diferencia de los nuestros.

– ?Cuestan mucho las clases? -Decido intervenir en la conversacion.

– Oh…, no mucho; ademas, siempre trato de llegar a un acuerdo. El tenis es demasiado bonito como para no probarlo por lo menos una vez en la vida.

Le sonrio.

– Creo que me gustaria probar…

Michele adopta un aire profesional.

– ?Sabes jugar?

– Nunca he jugado, aunque quiza se me de bien. Soy buena en deporte.

Clod asiente para demostrar que no miento. Alis compone una expresion altanera. No se por que a veces tiene celos de lo que me sucede. Perdona, pero tu tambien podrias decir algo, ?no? Estamos aqui todos sin decir nada…

Clod se repone y decide intervenir.

– Yo probe una vez… No me fue tan mal.

Cudini tampoco pasa esta por alto.

– Si, es muy buena en gimnasia. ?Cuando jugamos a baloncesto la usamos como pelota!

Y estalla en carcajadas, solo. Como de costumbre, tiene que estropearlo todo. Menos mal que justo en ese momento entran dos enfermeras.

– Perdonen, ahora deben salir de la habitacion… Tenemos que asear a los pacientes antes de que los

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