medicos pasen paca examinarlos. Gracias.

Una de las dos es rubia, algo rellenita pero muy mona, quiza se haya pasado un poco con el maquillaje, pero tiene un pecho que mi hermana no consigue ni siquiera con lospush up. De hecho, Cudini apoya los codos en la cama y se desliza un poco hacia atras con el culo, como si pretendiese parecer mas presentable, suponiendo que eso sea posible. Y, por primera vez, parece mostrarse de acuerdo con una solicitud oficial.

– Si, si, teneis que salir…

Su madre y su tia vuelven a besuquearlo, esta vez de manera mas apresurada y, al final, salimos todos al pasillo del hospital.

– Adios…

Michele y Giorgia se despiden de nosotros.

Michele hace ademan de decir algo, pero despues cambia de opinion y se marcha. Tambien la madre de Cudini se despide.

– Adios, chicas, gracias por haber venido.

Y tambien la tia.

– Si, habeis sido muy amables.

Despues las tres nos quedamos un rato en el pasillo, charlando.

– Oh…, pero ?es que aqui no hay una maquina para comprar chocolate o algun refresco?

– Clod, te has comido todos los bombones de Cudini…

– En efecto, por eso mismo ahora no tengo hambre, sino sed. Pero ?es posible que no haya ni siquiera un surtidor, nada?

– Si, si, ya veo que tienes sed.

– Tengo sed, de verdad, me estoy deshidratando… y, ademas, ya sabeis que beber ayuda a adelgazar, disuelve la grasa.

– Si, pero no lo que tu quieres beber-, ?chocolate!

– Madre mia, mira que eres estricta…

En ese momento pasa un medico.

– Perdone. -Clod se acerca a el-. ?Sabe si hay algun surtidor, uno de esos con el chorro hacia arriba…, en fin, para beber un poco de agua? -Y nos mira, mejor dicho, para ser mas precisa, me mira a mi, como diciendo «?Has visto?… ?Que te creias?».

– Si, hay uno enfrente de los servicios, al fondo.

De manera que Clod, Alis y yo nos dirigimos al final del pasillo. Quiza debido al hecho de que por fin ha aplacado su sed, Clod parece despabilarse.

– La verdad es que el primo de Cudini no esta nada mal.

– Por lo menos, es educado… -corrobora Alis-. Ademas de mono.

Yo tambien estoy de acuerdo con ellas. Ademas, veia que me miraba y. ya se sabe, cuando te das cuenta de que le interesas a alguien, automaticamente empieza a gustarte un poco… o, al menos, en mi caso es asi.

Clod se echa a reir.

– ?Que pasa? ?Por que te ries? ?En que estas pensando?

Clod se acerca al surtidor de agua.

– En que esta como un tren… con esa ropa deportiva…

Alis arquea las cejas y la mira.

– Bueno, como decia antes Cudini, tu eres la pelota de baloncesto, ?a mi, en cambio, me gustaria ser su pelota de tenis!

Clod abre el grifo y empieza a beber.

– Eh, te estasacudinando.

Clod deja de beber y me mira. Todavia tiene los labios mojados y el semblante de una nina curiosa.

– ?Que quieres decir, Caro?

– ?Que Alis se esta volviendo un poco garrula!

– Si, claro, y ahora nos diras que a ti Michele no te ha gustado.

– Pues no -digo serena, sin mas.

– Pero te miraba…

– Escuchad, ?que hacemos? -Clod se entromete en nuestra discusion- ?Por que no vamos a…?

– No, yo tengo que estudiar…

– Yo tambien y, ademas, manana tenemos el examen de matematicas.

– A segunda hora… Que pocas ganas de hincar los codos.

– ?A primera hora que hay?

– Religion…

– Pues ya esta… arreglado, eso te dara oportunidad de rezar para que te salga bien.

Y salimos asi del hospital, riendo divertidas. Claro que, si uno lo piensa un poco, no deberiamos hacerlo, dado que las personas que acuden alli lo hacen porque tienen algun problema. Pero el hecho de que Cudini este bien a nosotras solo nos produce alegria, y el hospital, a fin de cuentas, es un sitio parecido al colegio… en el sentido de que, si no te toca a ti, ?es genial! Pero cuando cruzamos la verja y llegamos junto a los coches de Clod y de Alis, donde me gustaria que tambien estuviese el mio, nos encontramos con el, con Michele. Esta de pie con la bolsa de las raquetas de tenis al hombro y parece cohibido. Alis y Clod se miran. Clod sonrie.

– Me esta esperando. -Alis es siempre terrible en esos casos.

– ?Si, claro! Esta esperando a Caro…

– ?Estas segura?

– Al ciento por ciento.

Yo no digo nada. A veces conviene mantenerse al margen de ciertas discusiones. Pero, al final, con la intencion de ser un poco amable con Clod, intervengo.

– ?Por que dices eso?

No obstante, a medida que nos vamos aproximando a el, resulta cada vez mas evidente. Michele se dirige directamente a mi. Alis arquea las cejas y mira a Clod.

– ?Has visto? ?Que esperabas?

Clod, que no sabe como responderle, intenta salir bien parada.

– Hablaba por hablar…, estaba bromeando.

Llegados a ese punto, Michele ya esta casi delante de mi. Clod y Alis me dedican la mejor de sus sonrisas, como si fuesemos superamigas, porque lo somos, por supuesto que si, aunque en cierta manera nos estamos jugando la amistad por el.

– Nosotras nos vamos, Caro…

– Si, nos vemos manana en el colegio.

Michele las saluda alzando la cabeza y espera a que se marchen.

– ?Tu tambien tienes un microcoche?

Vaya rollo, empezamos bien, acaba de meter el dedo en la llaga.

– No.

– Ah, en ese caso, ?puedo llevarte a algun sitio?

– Claro, por supuesto.

Michele echa a andar.

– ?No tenias un torneo?

Me sonrie.

– Si, pero no tenia nada que hacer contra Grazzini. Seguro que habria perdido. Es el mas fuerte. De manera que es mejor que no vaya, asi puedo mantener la ilusion de que, quiza, le habria ganado

Sonrio.

– Eso es cierto, pero tarde o temprano tendras que enfrentarte a ese Grazzini.

– Tarde o temprano. ?Mejor que sea tarde!

Y, riendose, me abre la puerta de un Smart Cabrio que es una autentica chulada. Es el ultimo modelo, el Double Two. Lo rodea y mete la bolsa con las raquetas detras. Caramba, por dentro es tambien bonito, tiene los asientos de piel, el salpicadero negro, radio con CD y una pantalla plana para DVD. Precioso. Es un coche de

Вы читаете Carolina se enamora
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату