– Claro…

Asi que, cargada con los molinetes, salgo sigilosamente a la terraza. Una vez alli, los coloco en las macetas de flores. Ya esta. Son preciosos y, ademas, en seguida llega una rafaga de viento que los hace girar.

Me escondo en un rincon y espero.

Pasados unos minutos la abuela sale con su taza de te verde en la mano.

– Pero ?donde estais?

Mira alrededor. La espio desde detras de las hojas del jazmin. Veo que cambia la expresion de su rostro.

– ?Tom! ?Tom!

Aparece el abuelo.

– ?Dime!

– ?Hay unos molinetes!…

– ?Unos molinetes?

– Si, aqui, ?los has puesto tu?

– Yo no.

– Pero ?donde esta Caro?

Y me buscan, el abuelo, mi complice, hace como si nada. Minutos despues salgo de mi escondite de un salto.

– ?Aqui estoy, abuela!

– Pero ?que hacias ahi?

– ?Te gusta nuestro regalo?

– ?Nuestro? -pregunta el abuelo-. ?Pero si lo has hecho tu! -Acto seguido mira a la abuela Luci, quien sabe de sobra lo que ha ocurrido-. Es verdad, te lo juro… ?Todo ha sido obra suya!

– No jureis…

Despues se dan un beso fugaz y nos sentamos alli, en la terraza, a contemplar los molinetes que giran rapidamente en las macetas; cuando amaina el viento se detienen, pero en seguida sopla una nueva rafaga y se ponen de nuevo en movimiento. Cuando giran a esa velocidad, los colores se mezclan convirtiendose en uno solo. Es precioso, Bebo un poco de te. El abuelo y yo nos miramos orgullosos. Debo decir que en su casa se esta realmente bien.

Finales de noviembre. Hoy en el colegio el tema es el amor. ?Un amor lleno de sufrimiento! El profe de italiano nos ha hablado de Dino Campana y de Sibilla Aleramo. Dice que no le gusta que Campana se quede siempre fuera del programa, que es un autor que no se trata nunca y que es una pena. Y ha optado por empezar contandonos la historia de ambos. Yo en parte sabia de que iba porque Rusty me hizo ver la pelicula en DVD. Es bonita. Aunque tambien un poco triste. Cuantas cosas le escribio el a ella. Pero ?por que sera que los amores imposibles hacen que seamos mas creativos? Mientras el profe nos leia: «Encontramos unas rosas, eran sus rosas, eran mis rosas, a ese viaje lo llamabamos amor», todos estaban un poco distraidos, pero yo, curiosamente, tenia los cinco sentidos puestos en lo que decia. En mi opinion, en el pasado se hablaba del amor con mas pasion. Usaban palabras distintas. ?Que debe de decir Massi del amor? ?Esperemos que no este diciendole muchas cosas a otra! De eso nada, antes voy yo. Mejor dicho, ?soy la unica! Claro que tener a un hombre que te diga esas cosas debe de ser maravilloso… «Porque yo no podia olvidar las rosas, las buscabamos juntos…» Tampoco yo puedo olvidarme. Y, ademas, figuraos, nadie me ha regalado ninguna hasta la fecha.

El amor es una flor que nadie te ha regalado nunca y que siempre recordaras. ?Yo tambien soy poetisa!

Despues, una gran sorpresa: a la salida del colegio recibo un mensaje: «?Recuerdas que hoy tenemos la primera clase? Las pelotas estan en la pista y el maestro tambien, ?solo faltas tu! ?Paso a recogerte? He reservado para las tres.»

Vuelvo a casa como un torbellino…, ?aun mas de prisa! Vuelvo a probarme todo lo que tengo, y ahi se produce el gran dilema: ?pantalones cortos o faldita? Al final me decido por jugar con chandal. Me siento a la mesa. Mama ha conseguido llegar a tiempo para prepararnos la comida, pero yo, como no podia ser de otro modo, ?estoy hecha un manojo de nervios!

– ?Que pasa, Caro?, ?no comes?

No me da tiempo a responderle. Ale lo hace por mi con la boca llena.

– ?No! Hoy tiene sofbol.

Mi madre me mira estupefacta.

– Pero ?no dijiste que ibas a jugar al tenis?

– Si, es que mi hermana es imbecil… ?Han llamado al timbre! ?Voy yo!

Corro al interfono.

– Hola…, soy el maestro, ?puede bajar mi alumna preferida?

– ?Claro que si! Voy en seguida… -Me precipito a mi dormitorio para coger la raqueta-. Me voy, mama.

– ?No vuelvas tarde!

– ?No!

Ale deja de comer por un momento.

– ?Que te vaya bien el sofbol!

– Simpatica…

Llamo el ascensor, pero estoy demasiado inquieta. Salto en el sitio y, al final, la espera me resulta insoportable. El senor Marco, el vecino que trabaja en television, sale de su casa.

– He llamado el ascensor, suba usted. -Gracias.

– ?De nada, esta vez la que esta a dieta soy yo!

Bajo de un salto los ultimos escalones y llego al rellano. Veo que cabecea. Sonrio y sigo bajando a toda prisa sin darle mucha importancia. Cruzo la verja.

– ?Aqui estoy!

Lele se inclina en mi direccion y me abre la puerta. Subo al vuelo al Smart y cierro. Lele arranca mientras me pongo el cinturon.

– Oh, he de decirte que puede que sea tu alumna preferida, pero quiza sea tambien la peor…

– Puede, ?pero seguro que eres mi preferida!

?Por que me dice eso? Es agradable, pero la forma en que lo ha dicho me resulta extrana… ?Habra querido decir algo? ?O no? No lo he entendido. Lele me mira, y me sonrie.

– ?Eres mi unica alumna!

Resumen del tenis.

Veamos, ?sabeis lo que es una jugadora de sofbol? ?Esas chicas que esperan quietas la pelota y que despues la golpean con una fuerza increible, hasta el punto de mandarla fuera del campo? ?Y que luego corren lentamente, de una base a otra, alzando los brazos, tranquilamente porque han lanzado la pelota lejisimos? Pues bien, esa era yo. Solo que si haces eso cuando juegas a sofbol eres una campeona, ?pero si lo haces en el tenis eres una nulidad! ?Maldita Ale! Tenia razon. Cada vez que recibia una pelota, la golpeaba y la mandaba al otro campo, pero no al del adversario, sino al contiguo. Es decir que, en lugar de jugar al tenis, jugaba a disculparme:

– Perdonad, me he equivocado.

– ?Salta a la vista!

Dos chicos simpaticos, nuestros vecinos de pista. Lele, en cambio, seguia cogiendo las pelotas del cesto y tirandomelas siempre al mismo punto, a la misma velocidad y con el mismo ritmo. Una maquina de guerra…, paciente.

– Inclinate, mira la pelota, golpeala hacia adelante…, ?muy bien!

– ?Eh, maestro, no mientas a tu alumna!

Aun mas simpaticos si cabe, nuestros vecinos. Pero bueno, al final fue una tarde divertida. Despues de la leccion nos sentamos en el bar a beber algo. Un buen Powerade, que te ayuda a reponerte, pese a que yo salvo para recoger pelotas a diestro y siniestro, tampoco habia corrido tanto. Aunque sude un poco, y eso es bueno. Ademas, con el chandal hice el ridiculo de lo lindo. Nuestros vecinos de pista pasaron al final por nuestro lado.

– Avisadnos cuando volvais a jugar…, ?asi vendremos con el paraguas!

Lele se echo a reir y despues se volvio hacia mi.

– ?En fin, la proxima vez quiza reservemos la pista del fondo!

– Si, mejor sera…

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