casa.
Mi madre y el se miran y permanecen en silencio durante unos instantes. Luego Rusty ve la planta, o quiza simula verla en ese preciso momento.
– ?Eh, que bonita! Pero ?que me habeis traido?… Un aciano. -Se acerca y coge la tarjeta-. «?Para nuestro escritor, para que seas feliz!»
Rusty esboza una sonrisa. Cierra la tarjeta y se la mete en el bolsillo de la cazadora.
– Lo soy, ahora que estais aqui lo soy. ?Vamos a la mesa!
Ha sido una tarde maravillosa, os lo aseguro. Rusty James ha puesto la mesa en la sala, junto a la ventana mas grande, que, en esos momentos, acariciaba el sol. Porque hoy, pese a que estamos en noviembre, lucia un sol fantastico.
Ensalada de arroz, antes entrantes variados, de esos que tanto me gustan, mozzarella pequena, salchichas pequenas y aceitunas, tomatitos alinados, pimientos pequenos, de esos redondos que van rellenos de atun y alcaparras. En fin, como podeis ver, todo pequeno.
– Esta especialidad la he comprado pensando en vosotras: quesitos a las finas hierbas.
Ni mi madre ni yo sabiamos de que estaba hablando, pero los hemos probado y nos han gustado. Es un queso blando, no muy graso, de sabor no muy fuerte, salpicado de hierbas por encima. Y luego un vino espumoso muy frio
– Mama, ?puedo beber yo tambien un poco?
– Un dia es un dia…
– Si, claro.
De forma que doy un sorbo y pruebo tambien la ensalada, que tiene una pinta estupenda.
– Pero ?que es esto?
Rusty sonrie.
– Hojas de espinacas.
– ?Tan grandes?
– Si, tan grandes.
Mi madre las corta con el cuchillo.
– Mmm, estan ricas, veo que has echado tambien pera y queso parmesano. -Aparta algunas hojas y llega al fondo-, ?Pinones y uvas pasas!
– Si, y lo he alinado con vinagre balsamico.
Vuelvo a probar prestando mas atencion.
– Por eso pica.
– ?No pica!
– ?A ti siempre te pica todo!
Nos echamos a reir. Y tengo la impresion de estar como en casa, aun mas, en una nueva casa, mas tranquila, eso si. Es cierto, no se oye ningun ruido. Se esta francamente bien. Y comemos en silencio. Rusty tiene un pequeno equipo de musica en el salon, De improviso se levanta y pone un C'D, Coldplay,
A continuacion se dirige a la cocina y reaparece al cabo de unos minutos con una pequena tarta de chocolate, la que me gusta a rabiar. ?Con una velita en el centro!
– Pero bueno, que guay. ?Que fiesta es hoy?
– ?La del feliz no cumpleanos!
Sabe que me encanta Alicia.
– Es una broma, la he comprado porque sois las primeras personas que invito aqui.
A saber si es verdad, pero me gusta pensar que es asi. Los tres soplamos la velita, y despues mi madre empieza a cortar la tarta. La divide perfectamente en tres trozos, y la verdad es que le salen identicos, uno de esos raros casos en que uno quiere precisamente que no sobre ni falte ni un solo trozo.
Despues Rusty prepara el cafe, pero solo lo beben ellos. Salimos y nos echamos en las tumbonas a tomar el sol con los pies apoyados en la barandilla. Yo soy la que tengo la silla mas cerca de ella, porque soy la mas baja. Cierro los ojos y me siento sorprendentemente bien. Por supuesto, me gustaria que Massi estuviese en una tumbona aqui, a mi lado. Aunque quiza hoy su presencia estuviese de mas. Rusty James nos mira satisfecho.
– Se esta bien aqui, ?eh?
Mi madre le estrecha la mano. -Si…
Y, al menos en eso, estamos todos de acuerdo. De repente oimos un ruido extrano.
Chof…, chof…
Y, acto seguido, un jadeo. De improviso aparece por la curva, a escasos metros frente a nosotros, una canoa con dos chicos que reman juntos al mismo ritmo.
– ?Holaaaa!
Los saludo con la mano y ellos, sin dejar de remar, me sonrien. Uno alza la barbilla de golpe, como si quisiese devolverme el saludo, y despues desaparecen como han venido, a toda velocidad, siguiendo la corriente del Tiber.
Entonces me vuelvo a sentar, me tiendo al sol en la tumbona, apoyo la espalda y cierro los ojos. Si. Se esta de maravilla, y puedo asegurar que ha sido la tarde mas bonita de todo el mes de noviembre.
Soy el padre de Carolina. Me llamo Dario. Tengo cuarenta y ocho anos, soy licenciado y trabajo en el policlinico. Si hay algo que no soporto son los discursos vanos, y que nadie se esfuerce de verdad por las cosas realmente utiles. Las practicas. Las serias. Las que desde siempre han hecho avanzar el mundo. Te pasas la vida trabajando, luchas por esto y por lo otro y, en todo caso, poco por ti. Crees que has cumplido con tu deber, que te has sacrificado bastante, pero despues las cuentas nunca cuadran y, empezando por tu propia familia, nadie te paga lo que te debe. Y sigues asi hasta que un dia mueres. La vida. Todo el mundo pide sin dar nada a cambio. Todo el mundo roba y les sale bien. Y, en cambio, tu, que intentas ser honesto, sales siempre malparado. Incluso en casa, donde jamas puedo estar en paz. Me gustaria volver y, al menos una vez, encontrarlo todo hecho, que las cosas fluyeran sin mayores obstaculos. Me gustaria ver a mi hijo Giovanni estudiando libros serios para aprobar los examenes en lugar de perder el tiempo con esos suenos inutiles y el deseo absurdo de escribir. Porque no lo conseguira. Los sonadores no tienen nada que hacer en este mundo. Basta con mirar alrededor. Con un diploma de medicina en el bolsillo, en cambio, al menos podria hacer algo. Por no hablar de lo que cuesta mantenerlo. Al menos se compraria una casa y asi tendriamos un poco mas de espacio en la nuestra. Porque nadie parece pensar nunca que aqui no estamos tan anchos. Y cuando uno cria a un hijo hasta los veinte anos le gustaria que le diese alguna satisfaccion, ?no? Espero que Alessandra no me decepcione tanto. No va lo que se dice muy bien en sus estudios, pero creo que podra obtener un diploma, y despues podria trabajar como secretaria en un bufete de abogados o en un despacho comercial. Creo que encajaria. A fin de cuentas, a ella la universidad no le interesa. Tambien me gustaria que se vistiese un poco mejor. Es guapa, eso si, pero a veces resulta demasiado llamativa. Asegura que es la moda de hoy. A mi no me gusta y, sobre todo, detesto que la gente haga comentarios. Intento transmitirle esas ideas, pero no sirve de nada. Su madre le deja comprarse siempre lo que quiere. A Carolina no acabo de entenderla. Tengo la impresion de que, a medida que crece, se va pareciendo mas y mas a Giovanni. Y eso me preocupa. Cuando discuto con mi hijo, ella sale en su defensa, y tambien mi mujer. Y eso no se hace, quiero decir que los padres deberian tener una linea de conducta comun, y no contradecirse el uno al otro delante de los hijos. Por eso crecen asi. Me gustaria que Carolina pasase un poco mas de tiempo en casa, solo tiene catorce anos. Despues nos lamentamos de que las cosas van mal, y se oyen todas esas historias en television. Hace falta disciplina. Y a un padre que se pasa el dia fuera de casa trabajando para llevar dinero a su familia le gustaria que su esposa fuese capaz de controlar un poco mas las cosas, ?no? De lo contrario, ?para que sirve todo? ?Por que se crean las familias? Y encima tengo que oir todos esos discursos inutiles de mis hijos. Tienen demasiados amigos acostumbrados a tener el plato en la mesa sin tener que hacer