Clod me mira y respira profundamente por la nariz, parece un toro enfurecido.
– Pienso en
Y con esta ultima frase acelera aun mas y embocamos a toda velocidad la via Aurelia adelantando a Alis, que nos mira pasmada sin dejar de reirse.
Un poco mas tarde. Avanzamos en direccion a Fregene, entre los campos verdes y oscuros de la Aurelia mas apartada.
– Eh, pero ?donde estamos? ?Por que hemos venido hasta aqui?
– Las Palmas…
– ?De que se trata? ?De una bendicion?
– Venga, bromas aparte, ?que es?
– Un club.
– ?Puedes explicarnos algo mas?
Pero ella esta tranquila. Saca un paquete de cigarrillos del bolso y enciende uno, En realidad no es que le guste fumar. Lo hace adrede cuando debe darse aires o decir algo importante. Luego me mira.
– ?Que hora es?
– Casi las seis.
Alis tira al suelo el cigarrillo que acaba de encender y lo apaga con el pie.
– ?Vamos!
La seguimos sin comprender adonde nos dirigimos. Clod y yo nos miramos por un momento.
– Bah… -digo en voz baja.
Clod sacude la cabeza.
– Esta como una cabra.
– ?Venid, pasad por aqui!
Recorremos un corredor que rodea el club y llegamos a un gran campo de futbol.
– Sentemonos aqui.
En cuanto nos acomodamos en la grada, los jugadores salen de una suerte de tunel.
– Ahi esta… ?Es el!
Alis se pone en pie y salta euforica agitando los brazos.
– ?Dodo, Dodo! ?Estamos aqui! ?Aqui!
La verdad es que resulta muy gracioso, porque si alguien mira hacia las gradas solo puede vernos a nosotras, que lo llamamos.
Dodo se separa de los demas y se acerca.
– Chsss. -Sonrie llevandose un dedo a los labios-. ?Que os he visto! -Acto seguido se aproxima a la valla-. Que bonita sorpresa… Me alegro de que hayais venido. Despues os presentare al resto del equipo. Quiza vayamos juntos a comer una pizza…
Miro a Alis y despues a Clod.
– Yo, la verdad, no se si voy a poder…
Alis se encoge de hombros.
– Eres un muermo.
Permanezco en silencio, pero he de reconocer que me enfado cuando me dice esas cosas; sabe de sobra como es mi padre.
Dodo me mira ladeando la cabeza.
– ?Que pasa? ?Todavia estas enfadada por lo de la otra noche?
– No, no…
Miro a Alis y a Clod intentando restar importancia a la situacion. Piiiiii. Se oye un silbato. Dodo se vuelve.
– Disculpad pero ahora tengo que marchame. Estan empezando.
Y se encamina hacia el centro del campo.
– Caramba, si hasta tienen un arbitro.
Alis me mira de soslayo.
– ?A que se referia? ?Que ocurrio la otra noche?
– No, nada.
– Nada, no, de lo contrario no te habria preguntado si seguias enfadada.
– Te digo que no es nada.
– ?Cuentanoslo!
Resoplo. Ya no puedo echarme atras.
– Bueno, fui a Cioccolati y me acompano a casa y, luego, cuando estabamos abajo…
– Cuando estabais debajo de casa…
– Me pidio…
– ?Que te pidio?
Alis esta empezando a ponerse nerviosa.
– Me pregunto si queria salir con el y yo le dije que no, que mi madre no me dejaba.
– Entiendo, y ahora se preocupa porque la que se fastidio fuiste tu…
Alis se dispone a mirar el partido. Clod me escruta y tuerce la boca de manera divertida, como si dijese: «Ya sabes el caracter que tiene.» Alis enciende otro cigarrillo y me mira de improviso.
– No se por que tengo la impresion de que no nos lo has contado todo, ?me equivoco?
– ?No, Alis! -Me echo a reir confiando en que todo esto la confunda y evite que la verdad salga a la luz-. Te lo aseguro…, no ocurrio nada mas.
– Como me hayas dicho una mentira…
– Pero ?que motivo podria tener para hacerlo? Ademas, se trata de una competicion, ?no? Asi que… todavia no has ganado tu.
– Mentirnos equivale a negar nuestra amistad.
Y de nuevo desvia la mirada hacia el campo. Han empezado a jugar y ella anima a los jugadores enardecida. Se pone en pie y grita.
– ?Si, vamos, Dodo! ?Dodo! ?Dodo!
Al final entonamos incluso una especie de coro.
– ?Dedicanos un gol, Dodo Giuliani!
Nos abrazamos y casi nos caemos de las gradas y nos sentimos amigas…, y nos reirnos un monton…, ?somos amigas! Y yo me alegro mucho de haberle mentido a Alis.
Clod no ha podido resistirlo y se ha comprado un paquete de Smarties.
– Eh, pero ?por que los sacas? ?Eliges los que prefieres y el resto vuelves a meterlos dentro?
– ?Porque me gustan los de chocolate!
– Pero si son todos de chocolate…
– Los marrones llevan mas chocolate.
Clod y sus manias. Todas referentes a la comida. La dejo por imposible y decido pasar de ella.
Los jugadores han acabado.
– Van a los vestuarios. -Alis los mira por el rabillo del ojo. Espera a que el ultimo de ellos desaparezca-. ?Venid conmigo!
Tira de nosotras aferrandonos los brazos. A Clod se le resbala el paquete de Smarties.
– ?Nooo! Has hecho que se cayeran.
– ?Te comprare otro paquete, vamos! Ademas, he visto que solo te quedaban los amarillos.
– ?No, los azules tambien estan buenos!
– Venga, venid.
Tira sin cesar e incluso nos empuja. Nos hace seguir un extrano recorrido. Practicamente rodeamos el edificio del club y acabamos detras de el, donde hay un campo lleno de hierba, arboles y setos.
– Eh, pero si esto es campo abierto.
– Tengo miedo…
– ?Chsss! ?De que tienes miedo?
– De los animales.