– Cuando yo tenia tu edad tenia una amiga, Simona. Un dia, de repente, no quiso volver a verme.

– Quiza le parecias demasiado guapa.

Sonrie y ladea la cabeza.

– No bromeo. El caso es que la busque para pedirle una explicacion. Le pregunte si habia hecho algo malo, pero ella se limito a decirme: «No, no. en absoluto. Supongo que he estado muy ocupada.» No obstante, a partir de ese dia nunca volvio a llamarme.

La miro perpleja.

– ?Que quieres decir, mama?

– Que yo consideraba a Simona mi mejor amiga. Para ella, en cambio, yo no significaba nada, solo que yo no lo habia entendido.

– Si, mama, pero Alis, Clod y yo nos lo contamos todo, estamos verdaderamente unidas, es un caso distinto… El problema es que no estas con nosotras… Tu no puedes entenderlo.

– Ah, claro, yo nunca comprendo nada. ?Sabes lo que solia decirme mi madre? «A veces hace falta golpearse contra un cristal para saber que esta ahi.»

– Eso es porque la abuela no veia nada… Yo veo de maravilla.

Me escabullo.

– Llamame cuando llegues.

– Si, mama. Bajo la escalera como un rayo y, tal y como hemos acordado, veo que Clod me esta esperando fuera.

– ????Holaaaa!!!!

Subo al coche, pero antes saludo a mi madre, que, como no podia ser de otro modo, se ha asomado a la ventana.

– Vamos. ?Venga, Clod, vamos!

Arranca a toda velocidad.

– ?No tan de prisa, que mi madre esta asomada!

– Pues si que… Primero de prisa…, luego no. ?No hay quien te entienda!

– ?Que te pasa? ?Estas enfadada?

– ?Yo?

– ?Quien, si no?

– No me pasa nada.

– ?No es cierto!

– Esta bien… Lo que pasa es que podria haber ido con Aldo a la fiesta. Hemos hablado y ?lo han invitado!

– ?En serio? ?Y como es que la conoce?

– Por lo visto es amiga de un amigo suyo. Esta noche habra un monton de gente alli…

– Bueno, mejor asi. Ya lo veras en la fiesta.

– Eso…, por una vez que podemos quedar fuera del gimnasio… ?tengo que verlo alli! ?Y si luego no lo encuentro?

– Mira que eres pesada… Mejor. ?Asi te deseara mas!

– Pero ?y si no me desea?

– Si empiezas asi, estas perdida… No funcionara de ninguna manera.

Clod se encoge de hombros.

– Si tu lo dices…

– ?Confia en mi!

La miro, parece un poco desconsolada. Intento cambiar de tema.

– Eh, ?has traido la bolsa? -Dicho asi, esto parece una pelicula de esas en las que todos disparan, corren, huyen, tienen unos cuerpos que quitan el hipo, son negros y hay de por medio un lio de drogas.

– Si, si, esta aqui detras…

Me vuelvo. ?Dentro de las bolsas de Catenella estan nuestros supervestidos! Los tops de lentejuelas, las minifaldas y las botas con el calcetin incorporado.

– ?Caray! Sera una noche fantastica.

Clod me mira y al cabo de un instante recupera la sonrisa.

– ?Si, sera genial!

Pasados unos minutos llegamos a casa de Alis. Nos abre la puerta y se abalanza sobre nosotras gritando.

– ?Yujuuu! ?Que bien que ya esteis aqui! ?Vayamos a vestirnos, vamos!

Nos arrastra dentro. Su madre aparece en el pasillo.

– ?No corras de ese modo, Alis, vas a romper algo!

– Mira que eres plasta, mama, dijiste que nos dejarias solas.

Alis acompana a su madre hasta la puerta del salon, donde la espera una amiga. Casi la saca a empellones desu casa.

– Si, si, ya me voy… Con tal de que no destroces las cosas de casa…

– ?Que mas te da! Pues compramos otras. ?Tu traeme una bonita sorpresa, que todavia no hemos hecho las paces!

Y tras decir esto las echa de casa y cierra la puerta. La amiga de su madre sacude la cabeza.

– ?Tu hija se comporta siempre asi?

– ?Huy, esto no es nada! ?Ultimamente ha mejorado mucho!

Segundos despues, Alis entra a toda prisa en el salon y pone Tokio Hotel.

– ?Vamos! -Empieza a bailar como una loca, saltando sobre los sofas, pasando por delante de nosotras, mareandonos tanto a Clod como a mi-. ?Esta noche va a ser alucinante! Venid, vamos.

Entramos en una habitacion enorme en la que hay una gran cantidad de espejos. Nos probamos los vestidos, uno, dos, a continuacion otros, todos diferentes.

– ?Veras como este te sienta de maravilla!

Alis tiene muchos mas, y ha cogido sin decimos nada otras prendas para nosotras. Al final, organizamos mucho mas que un destile. Un mayordomo impecable se acerca de puntillas.

– Senorita, le he preparado te verde, tisanas y chocolate.

– Dejalos ahi y esfumate. – Alis ve que la miro con aire de reprobacion. Entonces corrige la frase-: Por favor.

Y probamos tambien a maquillarnos poniendonos un sinfin de coloretes y sombras de ojos.

– Este… Este mas oscuro. Prueba este lapiz azul.

– Este plateado me queda fenomenal.

Alis se aproxima.

– Es cierto… Rebajalo aqui arriba. Un poco mas…

Acto seguido, me miro al espejo.

– Yo me pondria el celeste, luego el azul claro y a continuacion el blanco para difuminarlo…

– ?Pero vas a parecer una loca!

– ?Por eso mismo!

Alis sube el volumen de la musica y seguimos asi, riendonos, empujandonos, maquillandonos y bailando como tres autenticas chilladas.

Son las ocho. Ya estamos listas.

– ?Estamos buenisimas!

De eso nada, y lo mismo piensa el portero, que, cuando nos ve salir, se lleva la mano a la frente.

– ?Hola, guapo! ??Que tal estamos, eh?!

Alis y su manera de comportarse. Al menos bromea, se rie y no lo trata mal.

Bajamos hasta llegar a los coches. Clod tiene un aspecto muy comico con su vestido corto. ?Su elegancia, por decirlo de alguna forma, resulta simpatica!

– ?Por donde vamos?

Alis arquea las cejas.

– Yo tengo que pasar antes por un sitio. Nos vemos alli.

– ?Alli, donde? ?Y si no nos dejan entrar?

Вы читаете Carolina se enamora
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату