– ?Como habia podido olvidar tu calor? -gemi, mientras le mordisqueaba el hombro.
– ?Ah, Diosa! Deberia ser suave contigo, pero yo…
– No seas cuidadoso. Te prometo que no me voy a romper.
Con un grunido de deseo puro, me agarro por las nalgas y me levanto, y con un movimiento suave, se hundio en mi cuerpo. Yo recibi su embestida con una propia, y me colgue de el, succionando su lengua. Nos unimos como si estuvieramos hambrientos el uno del otro, como si aquellos meses de separacion hubieran sido toda una vida. Nuestro ritmo aumento velozmente, y antes de que nos dieramos cuenta, mi orgasmo estallo al sentir que el se liberaba dentro de mi.
Con la respiracion acelerada, ClanFintan intercambio su sitio conmigo, y me sento en su regazo mientras se acomodaba en el saliente de la piscina. Nos abrazamos el uno al otro, dejando que nuestros cuerpos sintieran lo bien que encajaban.
Poco despues, salio con facilidad de la piscina y me saco a mi tambien. Caminamos empapados hasta una pila de toallas y ClanFintan comenzo a secarme vigorosamente.
– ?Eh! ?Me estas arrancando la piel! -dije con un gritito, y le quite la toalla.
– He pensado que quiza tuvieras frio al salir del agua.
– No, de veras, estoy bien. Secate tu -dije. De repente, me sentia un poco molesta, como si tuviera la piel demasiado sensible como para permitir que me tocaran. Las hormonas estaban haciendo cosas raras.
– El Cambio me secara -dijo el. Por su sonrisa, supe que habia captado mi cambio de humor y que no se sentia ofendido. Yo esperaba que su paciencia durara por lo menos nueve meses. ?Quien sabia que otras cosas podia hacer mi cuerpo?
– Gracias, yo…
– Shhh.
No me habia dado cuenta de que el se habia alejado varios pasos de mi, y que habia comenzado a murmurar las palabras que conjuraban el Cambio.
Cerre la boca antes de poder decir «lo siento», y me protegi los ojos con una esquina de la toalla mientras observaba la transformacion. El Cambio de forma humana a centauro siempre sucedia con mas rapidez que el proceso contrario. Su piel resplandecio y se ondulo. En aquella ocasion, yo cerre los ojos con fuerza antes de que se produjera la explosion de luz. Cuando la claridad que se filtraba a traves de mis parpados desaparecio, supe que podia mirar. Y hablar.
– Te he echado mucho de menos -dije yo, mientras miraba al ser magnifico que era mi marido.
– Y yo a ti. Naci para quererte -dijo con una sonrisa, mientras me abrazaba. Me sujeto con delicadeza entre sus brazos poderosos, y me miro a los ojos-: No estoy completo sin ti. Me alegro de haber vuelto a casa.
Yo habia visto suficiente magia en aquel mundo como para saber que decia la verdad. Por algun capricho del destino, mi diosa lo habia convertido en mi companero, incluso antes de que yo formara parte de aquel mundo.
– Si -respondi-, yo tambien me alegro de que hayas vuelto.
– ?Vamos! -exclamo ClanFintan entonces. Me tomo en brazos como si no pesara mas que una nina, y de veras, peso mas que una nina.
– ?Sabes? Puedo andar.
Sin embargo, mi queja fue muy debil. Me gustaba la seguridad que sentia en sus brazos.
– Complaceme. Acabo de llegar.
Dio una coz en la enorme puerta, e inmediatamente, mis guerreros la abrieron desde fuera. Me di cuenta de que apartaban los ojos de mi persona vestida solo con una toalla. Sin duda, querian evitar una mirada cenuda de mi marido. No obstante, yo los salude alegremente por encima del hombro de ClanFintan, y obtuve como respuesta sus rapidas sonrisas.
– Los mimas demasiado.
– Son adorables. Y ademas, tu sabes que no tienes que preocuparte de nada. Era esa otra Rhiannon la que necesitaba dormir con todos sus guerreros y unos cuantos mas.
– No creo que durmiera mucho.
– Ya sabes lo que quiero decir. Como bien sabes, soy una esposa fiel. ?La fidelidad es mi mayor aficion!
– Creia que tu mayor aficion era el merlot -respondio el, y se rio de su propia broma.
Yo palideci.
– No menciones esa palabra.
Mi nueva aversion por el vino debia de ser la forma que tenia Epona de asegurarse de que yo no conservara a mi hija en alcohol. Deberia sentirme agradecida, y lo estaria, en cuanto consiguiera librarme de aquellas pateticas nauseas.
Era evidente que habian arreglado mi habitacion durante el tiempo que habiamos estado ausentes. El colchon apoyado en el suelo que nos servia de cama estaba recien hecho, y habia una pequena mesa para dos junto a las ventanas que daban a mi jardin privado. Olfatee el aire con desconfianza, temiendo que cualquier aroma delicioso pudiera provocarme el reflejo del vomito. No percibi nada objetable, y de manera vacilante, me aproxime a la mesa. Mi marido se echo a reir.
– ?De que te ries?
– Nunca pense que te veria acercarte con temor a una mesa llena de comida.
La adoracion que yo sentia por la buena comida habia sido motivo constante de diversion para mi marido. En realidad, mas de una vez habia comentado que yo tenia el apetito de una Cazadora, lo cual, por algun motivo, le resultaba enternecedor.
Para mi es menos enternecedor, y es el motivo por el que me obligo a hacer ejercicio con regularidad.
– Muy gracioso. Que no se te olvide que ya he vomitado sobre una mujer centauro esta noche.
Cuando llegue junto a la mesa suspire de alivio. La mano delicada de Alanna y su capacidad infalible para atenderme eran evidentes. Habia un plato humeante lleno de caldo transparente con un ligero aroma a pollo. Junto a el, una cesta cubierta con una servilleta, que contenia rebanadas finas de pan tostado y platanos cortados. Tambien habia una tetera de infusion de hierbas. Para ClanFintan, Alanna habia servido un plato de queso y pollo frio. No habia ni rastro de arroz ni de nada que oliera a comida frita, especias o mantequilla.
– Alanna es muy sabia -dijo ClanFintan mientras se acomodaba en el asiento, y comenzaba a comer con satisfaccion su pollo.
Yo tome un poco de caldo y mordi con cautela una tostada.
– Conociendola, seguramente ya esta cosiendo ropa de bebe.
ClanFintan y yo nos sonreimos.
Segui tomando lentamente el caldo, dandole tiempo a mi estomago para que se acostumbrara a la comida.
– Bueno, ?entonces dirias que el viaje ha sido un exito? -le pregunte mientras soplaba el te para que se enfriara un poco.
– El Castillo de Laragon estaba prosperando cuando nos marchamos. En primavera los campos habran dado otra vez las cosechas y las flores de antano. La repoblacion del Castillo de la Guardia fue bien despues de que las mujeres se instalaran. Los nuevos guerreros permanecen vigilantes. Tal y como pensabamos, habia signos de que los habitantes anteriores descuidaron sus deberes de vigilancia y defensa.
Habia sido horrible descubrir que los Fomorians, los antiguos enemigos de Partholon, se habian apoderado del Castillo de la Guardia, la defensa supuestamente inexpugnable del unico paso a traves de las montanas. Se habia especulado mucho sobre el modo en que habia comenzado la invasion. Yo arquee con curiosidad las cejas para que ClanFintan continuara.
– Sus armas estaban oxidadas, rotas y desatendidas. Los campos de liza estaban cubiertos de maleza, y eso demuestra que no practicaban las destrezas que hubieran necesitado para la guerra. Sin embargo, no habia falta de vino ni de cerveza, y las despensas estaban llenas de exquisiteces.
– Entonces, ?comian y debian y solo hacian eso?
– Tambien encontramos algunas pinturas inquietantes…
ClanFintan se quedo callado, y eso avivo mi curiosidad.
– Vamos, continua. ?Que habia en esas pinturas?
– Disfrutaban infligiendose dolor los unos a los otros durante las relaciones sexuales. Y habia pruebas de que estaban adorando a un dios oscuro.