una mano y me toco el seno.

– Ya esta diferente. Tus pechos estan mas llenos, son mas sugerentes.

Me parecio que su voz era hipnotica mientras posaba ambas manos sobre mis costillas, y me acariciaba suavemente.

Incluso despues de estar casada con el durante medio ano, el calor de su cuerpo todavia me sorprendia. La temperatura del cuerpo de un centauro es varios grados mas alta que la de un humano. Las caricias de ClanFintan siempre eran calidas y eroticas, y, aunque yo sabia que solo era fisiologia, su calor actuaba en mi como un afrodisiaco.

Me estremeci de impaciencia, y note que la sensacion de mareo de mi estomago habia desaparecido.

– Estas helada… -su roce sensual termino. ClanFintan me quito el resto de la ropa y me ordeno-: Empieza a banarte.

– Que romantico -respondi yo con ironia.

Sin embargo, el ya se habia dado la vuelta y estaba junto a mi tocador, abriendo frascos y olisqueandolos.

– El jabon de vainilla y almendra es el que esta en el frasco dorado -le dije, mientras entraba lentamente en el agua clara, llena de burbujas, y me dirigia hacia mi saliente de roca favorito.

ClanFintan se volvio con una sonrisa de triunfo, con la botella dorada en las manos.

– Me gusta el olor de este.

– Ya lo sabia, por eso lo uso.

Nos sonreimos el uno al otro.

El se acerco al borde junto al que yo estaba sentada. Con un movimiento rapido se quito el chaleco de cuero y lo dejo en el suelo junto al frasco de jabon.

– ?Tengo que recordarte que no puedes hablar?

– ?Oh! -exclame yo con sorpresa-. No, pero no sabia que…

– Shh.

Cerre la boca y me prepare para lo que iba a suceder: el Cambio. Como Sumo Chaman, ClanFintan tenia la habilidad extraordinaria de cambiar de forma. Eso era una fuente inagotable de asombro para mi. Observe con reverencia como se concentraba y se encerraba en si mismo, y senti un escalofrio de deseo agridulce. Solo podiamos estar juntos como marido y mujer si el cambiaba de forma, asi que senti un aleteo de pasion cuando el comenzo su cantico. Sin embargo, el Cambio tenia un coste. ClanFintan solo podia mantener una forma diferente a la suya durante veinticuatro horas, y nunca estaba verdaderamente comodo en otra forma que no fuera la de centauro. Ademas, el cambio de forma le provocaba un terrible dolor, y despues de volver a su forma de centauro quedaba debilitado durante horas.

Cada vez que acometia un cambio para adoptar la forma humana, proclamaba la profundidad de su amor y de su compromiso hacia mi.

Su cantico se hizo mas intenso, y yo percibi claramente la magia de aquellas palabras que ClanFintan repetia una y otra vez con su voz de terciopelo. Levanto los brazos, hasta que estuvieron sobre su cabeza, y echo esta hacia atras. La larga melena le cayo, libre sobre la espalda, pero no consiguio ocultar sus musculos tensos y temblorosos. Entonces, comenzo a brillarle la piel, a ondularse como si estuviera a punto de convertirse en liquido. Yo sabia que debia cerrar los ojos y protegerme del fogonazo de luz que iba a producirse, pero no podia apartar la mirada de la cara de mi marido. Tenia un gesto de agonia. La luz irradio de el y me cego con una explosion de brillo blanco y plateado.

Despues, solo oi su respiracion jadeante en la oscuridad serena que siempre nos envolvia por completo despues de la luz de su transformacion.

– ?ClanFintan?

No pude evitar que mi voz tuviera un matiz de temor. No tenia miedo de su magia, ni de su cambio. Solo temia lo que le habia costado, y me aterraba que algun dia no pudiera recuperarse del dolor.

– Te he dicho… -su voz enronquecida denotaba el esfuerzo por recuperar el aliento- que no te preocupes.

Yo me frote los ojos, intentando librarme de los puntos de luz que me impedian verlo.

– No se, pero detesto que te duela tanto.

– Es un precio que nunca me importara pagar.

Mi vision se aclaro y vi que estaba de rodillas, porque el Cambio lo habia hecho caer. Con una mano se aparto el pelo de la cara sudorosa, y con la otra se apoyo para ponerse lentamente en pie. Se quedo inmovil un instante, y yo supe que estaba reuniendo fuerzas y acostumbrandose a la forma humana, mucho mas pequena y menos poderosa que la de centauro.

Aunque el no era un hombre pequeno, en ninguno de los sentidos de la palabra. En realidad era un hombre humano de proporciones muy bellas. Era alto y musculoso, y conservaba la anchura de hombros y de pecho, tan impresionante en su verdadera forma. Tenia el trasero y las piernas bien formados y fuertes. Como todo lo que sobresalia de su cuerpo completamente desnudo. Y parecia que estaba muy contento de verme.

– ?Esta todo -me pregunto con la ceja arqueada, mirandose el cuerpo- donde deberia estar?

A mi se me corto la respiracion del susto.

– ?Quieres decir que las cosas pueden moverse cuando cambias?

– Claro que no -respondio, y su risa me reconforto, como su paso seguro hacia el borde de la piscina-. Solo estaba tomandote el pelo.

– Vaya, que gracioso… -respondi, y le salpique un poco mientras se inclinaba a tomar el frasco de jabon.

Despues, bajo por los salientes de la pared de la piscina, que servian de escalera y de asiento a la vez, y se unio a mi. Tomo la esponja que habia al borde de la pila y vertio una cantidad generosa de jabon en ella.

– Por favor, relajate y permite que cuide de ti -me dijo, y miro hacia abajo, hacia donde el agua oscurecia, pero no ocultaba, mi vientre levemente hinchado-. De las dos.

Sus palabras me devolvieron a la realidad de mi estado, y me quede silenciosa. Le deje que empezara a enjabonarme los hombros con movimientos lentos, circulares, mientras pensaba en el hecho de que llevaba otra vida dentro de mi cuerpo.

ClanFintan se mantuvo en silencio, dejandome pensar mientras me frotaba el brazo con la esponja, y me quitaba cuidadosamente los restos de arroz de la mano. Despues hizo lo mismo con el otro brazo. Sus acciones eran calmantes, y poco a poco, senti que el entumecimiento desaparecia junto a los restos de arroz. Entonces, con delicadeza, el me deslizo la esponja por el cuello y mas abajo, hasta que su suavidad rozo mis pezones sensibilizados.

– Dime si algo de lo que hago te resulta incomodo.

– Todo lo que estas haciendo es perfecto -respondi yo.

– Bien. Entonces, continuare.

La esponja siguio el camino de mi muslo, pantorrilla y pie. ClanFintan se recreo masajeandomelo, y yo emiti un grunido de placer al sentir el calor y la fuerza de sus caricias.

– No se me habia olvidado lo mucho que te gustan los masajes de pies.

Continuo con sus cuidados, y yo le envie un susurro de agradecimiento a Epona.

– Gracias, Diosa.

Poco despues, ClanFintan tomo la esponja y siguio con la otra pierna. Cuando llego de nuevo a mis hombros, yo me sentia excesivamente limpia para ser una mujer con unos pensamientos tan sucios. Observe como me acariciaba los pechos enjabonados con la mirada.

– Eres una mujer muy bella.

– Y estoy limpisima.

Deje que mi cuerpo se deslizara por el saliente hasta que me puse a horcajadas sobre su regazo. Lo abrace y presione los senos contra el calor seductor de su pecho.

– Sera mejor que Alanna tenga cuidado. Tu eres un ayudante de bano magnifico.

El respondio devorando mis labios y estrechandome con fuerza contra su cuerpo. Yo explore con las manos la curva de su espalda y de sus caderas, y me deleite con las formas de sus musculos. Su sabor familiar me invadio los sentidos.

– Te he echado mucho de menos, amor mio -dijo el, con la voz ronca de lujuria, y aquel sonido hizo que el deseo me atenazara el vientre.

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