lo que soy. Pero sus ojos son tan bellos como siempre lo han sido. Brillan como diamantes.

– ?Anya! ?Anya! ?Mi nina querida! ?Mi nina preciosa! -me dice, con los ojos enrojecidos por las lagrimas.

Me adelanto hacia ella, pero me echo a temblar. Se me agota la valentia y rompo a llorar. Ivan me pone la mano en el hombro. Su afectuosa voz en mi oido es el unico vinculo que tengo con la realidad.

– Ensenale a Lily -me susurra, empujandome hacia delante-. Ensenale a su nieta.

Me coge los brazos y me coloca a Lily sobre ellos. Al apartarle la manta de la carita, Lily abre los ojos y me mira asombrada. Tiene los mismos ojos que la mujer que esta extendiendo sus brazos hacia mi. Ambarinos y preciosos. Sabios y amables. Balbucea y patalea y, de repente, se vuelve hacia esa mujer y se inclina con todas sus fuerzas hacia ella, apartandose de mi.

Estoy en China de nuevo y vuelvo a tener doce anos. Me he caido y me he hecho dano, y mi madre quiere curarme. Cada paso hacia ella es dificil, pero me recibe con los brazos abiertos de par en par. Cuando llego hasta ella, me aprieta contra el pecho. Su calidez me recorre como el vapor de un bano de agua caliente.

– ?Mi hija querida! ?Mi nina pequena! -murmura, mirandome con tal ternura que creo que voy a estallar.

Acunamos a Lily entre las dos mirandonos a los ojos, recordando lo que hemos pasado durante todos estos anos. Lo que habiamos perdido ya lo hemos encontrado. Lo que termino comienza de nuevo. Mi madre y yo volvemos a casa.

NOTA DE LA AUTORA

Los rusos tienen un tipo de tratamiento formal mediante los nombres patronimicos. Por ejemplo, en La gardenia blanca de Shanghai, el nombre completo de Anya es «Anna Victorovna Kozlova». «Victorovna» viene del nombre de pila de su padre, «Victor», y «Kozlova» es la version femenina del apellido de el, «Kozlov». Cuando se dirigen a ella formalmente, deberian llamarla «Anna Victorovna», pero, entre familia y amigos, simplemente la llamaran «Anya». Si alguna vez ha leido una novela rusa traducida, podra entender lo confuso que puede llegar a ser este sistema para un lector occidental. ?Por que un personaje al que se ha estado llamando «Alexander Ivanovich» durante media novela, de repente, se convierte en «Sasha»?

Para evitar este tipo de confusiones, he decidido utilizar los nombres patronimicos de los personajes solamente en situaciones que requerian cierta formalidad, como cartas, el testamento de Serguei, presentaciones formales y demas casos similares, para darle un toque de tradicion rusa. Durante la mayor parte del libro, he utilizado los nombres informales de los personajes. Tambien hice que Anya continuara utilizando su apellido, «Kozlova», cuando llego a Australia, aunque podria haber optado por quitar la terminacion femenina de su nombre, para que pasara a apellidarse simplemente «Kozlov».

Uno de los aspectos mas amenos de escribir La gardenia blanca de Shanghai fue crear una historia sobre el vinculo entre madre e hija en una extensa ambientacion historica. He tratado por todos los medios de ser precisa y fiel al detalle, sin embargo, hubo un par de momentos en los que tuve que jugar a ser Dios y me vi obligada a condensar la historia para que cuadrara con el desarrollo del argumento. El primer caso fue cuando Anya llega a Shanghai poco despues del anuncio del final de la Segunda Guerra Mundial. Cronologicamente, si bien es cierto que ya habia algunos estadounidenses en Shanghai, Anya llega un par de semanas antes de que la mayor parte de la marina estadounidense llegara a instalar pantallas para los noticieros y pusiera en marcha de nuevo la ciudad. No obstante, puesto que el objetivo principal de la escena era mostrar el jubilo producido por el final de la guerra y lo rapido que Shanghai se recupero, me senti comoda al comprimir los acontecimientos ligeramente en el tiempo. El otro momento en el que condense el trasfondo historico fue en Tubabao. Los refugiados de la isla soportaron mas de un tifon durante su estancia, pero si me hubiera visto obligada a describir detalladamente todas y cada una de las tormentas, la atencion se habria desviado de la supervivencia emocional de Anya en aquellos momentos y de la evolucion de su apego por Ruselina e Irina.

George Burns dijo una vez: «Lo mas importante de la interpretacion es la honradez. ?Si puedes fingirla, lo tienes todo hecho!». En algunos momentos de La gardenia blanca de Shanghai, una ambientacion novelesca era mas adecuada que una real. El primer ejemplo es el del Moscu-Shanghai. Aunque este club nocturno es producto de mi imaginacion, inspirado en la arquitectura de algunos de los palacios del zar, sin embargo, es fiel al espiritu decadente del Shanghai de aquella epoca. De modo similar, el campo de inmigrantes al que envian a Anya y a Irina al llegar a Australia no pretende representar un campo de inmigrantes en particular del centro oeste de Nueva Gales del Sur, aunque la mayor parte de mi investigacion giro en torno a los campos de Bathurst y Cowra. El razonamiento que segui aqui fue que deseaba que Anya interactuara en el ambito de lo personal con el director del campamento, y no creia que fuera justo implicar a ninguno de los verdaderos directores de campamentos de una manera tan intima. Por la misma razon, cree un periodico metropolitano imaginario para que Anya trabajara en el, el Sydney Herald, en lugar de utilizar un periodico real de la epoca, porque necesitaba que Anya trabara una relacion muy cercana con la directora, Diana. Las familias de la alta sociedad tambien son inventadas y no representan a ninguna de las personalidades famosas de la epoca, aunque el Prince's, el Romano's y el club nocturno Chequers eran los lugares en los que se dejaba ver la sociedad de los anos cincuenta. Podria describir mi enfoque con estas creaciones novelescas con una frase que me dijo una amiga mia, que siempre va a la ultima moda: «Si el peinado y los zapatos son los correctos, todo lo demas encajara en su lugar correspondiente». Con esto, quiero decir que siempre que el contexto historico fuera preciso y los detalles cotidianos de lo que la gente comia, vestia y leia fueran verdaderos, me he permitido algunas libertades con todo lo demas.

Con respecto a esto, tambien me gustaria anadir que, si bien es verdad que me he inspirado para la novela en el diario que mi madre y mi abuela redactaron desde China hasta Australia, todos los personajes y situaciones aqui descritos son producto de mi imaginacion. El libro no es una historia familiar contada en forma novelada, y ninguno de los personajes principales pretende representar a personas reales, vivas o fallecidas.

Ha sido un verdadero placer para mi investigar y escribir La gardenia blanca de Shanghai. Espero que usted tambien haya disfrutado leyendola.

AGRADECIMIENTOS

Se suele decir que la vida de un escritor es solitaria, pero tengo la impresion de que en el momento en el que tome papel y boligrafo (bueno, mejor dicho, en el momento en el que puse los dedos sobre el teclado) para escribir La gardenia blanca de Shanghai, dispuse de una increible variedad de personas que deseaban darme inspiracion, informacion y apoyarme para que sacara adelante el proyecto.

Para empezar, me gustaria expresar mi gratitud a las dos mujeres que, en primer lugar, me inspiraron para escribir una novela sobre rusos: mi madre, Deanna, y mi madrina, Valentina. Los relatos de sus vidas en Harbin, Tsingtao, Shanghai y Tubabao me cautivaron de nina y me embelesaron de nuevo de adulta. Pero lo que mas me inspiraron, aparte de los escenarios exoticos para ambientar la novela, fue su ejemplo de amistad verdadera y amor por la vida. A pesar de todas las cosas terribles que han pasado, de los seres queridos que han perdido y de las privaciones que han soportado, nunca han perdido su capacidad de amar, y de amar con todo su corazon. Su generosidad y sentido de la compasion es lo que las hace verdaderamente fascinantes. Tambien me gustaria transmitir el carino que siento por mi padre, Stan, y por mi hermano, Paul, que han creido que podria culminar la tarea de investigacion y escritura de una novela con ambientacion historica, ?incluso antes de que empezara!

No estoy segura de poder encontrar las palabras adecuadas para dar las gracias a Selwa Anthony, que es una agente literaria tan entusiasta, intuitiva y con tanto talento que, algunos dias, pienso que debe de ser producto de mi imaginacion. Su confianza en mi ha sido uno de los regalos mas apreciados que he recibido en toda mi vida, y, durante el desarrollo de la novela, me enorgullece decir que Selwa no solo ha sido una agente fantastica, sino tambien una mentora y una amiga maravillosa.

A continuacion, en mi lista de agradecimientos, tengo que anadir a la directora editorial, Linda Funnell, y a mi editora Julia Stiles. ?Que escritor novel no se sentiria emocionado al encontrarse con estas inteligentes mujeres del mundo editorial? Me obsequiaron con su sensibilidad, inteligencia, dedicacion y sentido del humor de manera inestimable durante el largo y, a veces, exigente proceso de reescritura y edicion. Tambien me gustaria agradecer

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