18:30 h

Cuando salia con el Mustang a la calle, Barron sintio que el corazon le latia con fuerza y que el sudor frio se le acumulaba en la frente. Al cabo de un momento encendio la radio y sintonizo el canal 8 protegido de la 5-2. Queria saber donde estaban y que estaban haciendo.

No oyo nada. El canal estaba en silencio.

Entonces cambio bruscamente a la frecuencia principal del LAPD, pensando que a lo mejor alli oiria algo, pero lo unico que oyo fue el tipico parloteo policial.

Bajo por San Pedro Street y volvio a cambiar al canal 8. Seguia en silencio como antes.

Delante de el vio a un hombre que cruzaba la calle con muletas. Se detuvo a esperar que pasara. Mientras esperaba, sentado tras el volante, se le ocurrio que la brigada deberia haber hecho mejor los deberes. Haber sabido mejor que tipo de persona era antes de incorporarlo a ella.

El hombre de las muletas alcanzo la acera; Barron piso el acelerador y el Mustang salio disparado. Al final de la manzana giro a la derecha hacia la autovia y Pasadena, con la decision tomada y Raymond borrado de su cabeza.

El canal 8 seguia en silencio y cambio el dial al canal 10, la frecuencia utilizada por la central para comunicarse con la 5-2. La radio resucito de pronto.

– Comandante McClatchy. -La central intentaba ponerse en contacto con Red.

– McClatchy -respondio la voz de Red.

– Entre el grupo de estudiantes alemanes que se albergaban en el Westin Bonaventure, uno de ellos ha desaparecido. Acaban de ver el retrato robot de la victima de MacArthur Park por la tele. Creen que es el. Varon, blanco, veintidos anos de edad. Josef, con / final, de apellido Speer. Llevaba el pelo tenido de lila. No lo han visto desde antes de las doce del mediodia.

– Recibido, gracias -escucho decir a Red, y luego-: Marty, Roosevelt. Volved pitando al Bonaventure.

– Recibido -se oyo la voz de Valparaiso.

– ?Dios! -exclamo Barron en voz alta. ?Por que demonios no se le habia ocurrido buscar a la victima entre los huespedes del hotel? Raymond habia estado alli; era logico. Tenia a su victima delante de las narices. La encontro, la utilizo para cruzar el cordon policial y luego la llevo a MacArthur Park. De inmediato se le ocurrio otra idea: las notas de Raymond se centraban en Europa y Rusia, ?y el chico era aleman!

Barron miro el reloj del salpicadero:

18:37 h

46

– Dan Ford, un segundo -dijo el periodista tuerto. Estaba inclinado, peleandose con el enchufe de la impresora de su portatil, con un bocadillo de atun a medio comer sobre la mesa a su lado y el auricular del telefono embutido debajo de un oido.

– Soy yo -dijo Barron, secamente.

Ford se levanto:

– He intentado localizarte. -Sus preguntas sonaron como una rafaga de disparos-. ?Donde cono estas? ?Que le pasa a tu movil? ?Que pasa con la poli de Beverly Hills?

– Han encontrado un cadaver en un coche, un disenador de New Jersey. Parece obra de Raymond.

– ?Lo han identificado? ?Como ha llegado Raymond a Beverly Hills? ?Hay algo mas del chico de…?

– Dan… necesito que me ayudes. ?Estas en el despacho?

– Mas o menos.

Hacia tan solo unos minutos que Ford habia llegado resoplando y sudoroso a su pequeno cubiculo de un despacho de la sede central del Los Angeles Times, despues de pasar varias horas siguiendo a la unidad de personas desaparecidas por la zona de MacArthur Park mientras trataban de averiguar la identidad del hombre muerto.

– Dejame coger la silla. -Ford rodeo la mesa de su despacho con el telefono agarrado, mientras levantaba el cable por encima de los montones de notas, libros y material de documentacion que ocupaban todo el espacio-. Va a llover, ?lo sabes? Y pronto. Lo noto por todo el cuerpo. Mi mujer cree que estoy como una cabra.

Ford tal vez tuviera veintiseis anos, pero cada vez que llovia le dolian las articulaciones, la musculatura y los huesos como a la gente que le triplicaba la edad. La lluvia le provocaba tambien unas palpitaciones dolorosas detras del ojo bueno.

– Dan, no te he llamado para que me hagas una prediccion meteorologica -dijo Barron con tono de urgencia.

– ?Que necesitas? -Ford encontro su silla y se sento.

– Ponte los horarios de vuelos internacionales de hoy en la pantalla. Quiero saber que vuelos tienen prevista la salida esta noche desde LAX con destino Alemania, sin escalas.

– ?Alemania?

– Si.

– ?Hoy?

– Si.

– ?Raymond? -adivino Ford. Barron sabia algo o estaba haciendo alguna suposicion.

– Tal vez; no lo se.

– ?Que ciudad de Alemania?

– Tampoco lo se. Prueba las grandes, Berlin, Frankfurt y Hamburgo. Raymond tenia un billete a Londres en la bolsa. Eso esta a tiro de piedra de cualquiera de estas tres ciudades.

Ford hizo girar su silla y se acerco el portatil. Clico en el directorio interno de vuelos del Times.

– ?Por que Alemania?

– Iluminacion.

– Esto no es una respuesta, John. Si no me lo dices, no te lo miro.

– Dan, por favor…

– Esta bien. ?Por que sin escalas?

– Dudo que se arriesgue a bajar en cualquier otro aeropuerto de Estados Unidos. Esta demasiado apurado.

La voz de Barron sonaba muy seria. Tal vez estuviera haciendo suposiciones sobre Raymond, tal vez no, pero pasara lo que pasara-presentimiento, conocimiento o algo de lo que Barron no podia hablar-, contagio a Ford la electricidad del momento mientras este escrutaba el monitor que tenia delante, esperando a que le apareciera la informacion que habia pedido.

– Vamos… -le apremio Barron.

– Estoy esperando.

– Joder.

De pronto la informacion aparecio en la pantalla de Ford.

– Vale, aqui esta.

British Airways, Continental, Delta, Lufthansa, American, Air France, Virgen Atlantic, KLM, Northwest… Ford analizo la lista. Aquella noche despegaban un monton de vuelos de Los Angeles con destino a Alemania, pero los unicos vuelos sin escalas eran a Frankfurt; los otros hacian escala en Londres, Paris y Amsterdam. Eran las 18:53, y de los tres unicos vuelos sin escala de esta tarde solo habia uno que todavia no habia salido.

– Si quieres uno sin escala, John, has tenido suerte. Solo queda uno por salir. Lufthansa, vuelo 453. Despega de LAX destino Frankfurt a las 21:45.

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