supresion de su autonomia administrativa. Los llamados cristianos nuevos se convirtieron en personas explotadas y al tiempo odiadas, y sus antiguos derechos, fueron drasticamente restringidos.
La sublevacion morisca de las Alpujarras, tierra de orografia quebrada y gran belleza, fue consecuencia del irreversible deterioro de la situacion de este pueblo, y es conocida a traves de los detallados relatos de los cronistas Luis de Marmol Carvajal (
Estas carnicerias fueron perpetradas por unas tropas compuestas por soldados y mandos que no formaban parte de cuerpos regulares y cuyo unico objetivo parecia ser el enriquecimiento personal. En las cronicas aparecen constantes episodios en los que el botin y su reparto, la ambicion como unica estrategia o la desercion de hombres ya satisfechos con lo que habian logrado ocupan un lugar prominente.
Junto a ello, tambien he tratado de proporcionar en mi novela una imagen de los conflictos y condiciones de vida del campo insurrecto hasta que los moriscos, abandonados a su suerte por argelinos y turcos —como lo habian sido y lo seguirian siendo—, fueron vencidos por los tercios espanoles. El consumo de hachis para enardecer el espiritu guerrero, el uso del aconito como veneno en las flechas, la caida en desgracia de Aben Humeya a causa de su aficion por las mujeres, la actitud soberbia del cuerpo de jenizaros que se envio desde Argel, los corsarios y la inclinacion de algunos de ellos hacia los muchachos... aparecen en los relatos de los cronistas de la epoca. Tambien en la obra
El levantamiento de las Alpujarras termino con la deportacion de los moriscos granadinos a otros reinos de Espana. En el caso de los que fueron llevados a Cordoba, como los protagonistas de la novela, este exodo ocasiono la muerte a lo largo del camino de cerca de una septima parte de los expulsados, como desvela el trabajo
La derrota, la dispersion de los moriscos, las leyes discriminatorias, que por otra parte hacian vanos los intentos de asimilacion, no pudieron resolver el problema. Son muchos los memoriales y dictamenes de la epoca que lo ponen de manifiesto, y que proponian «soluciones finales» ciertamente terrorificas. En consecuencia, tambien fueron muchas las conspiraciones, todas fracasadas. Fue particularmente grave la de Toga, que narra la novela y que se frustro a causa de los documentos que el rey de Inglaterra remitio al de Espana tras la muerte de Isabel I y el tratado de amistad angloespanol. El historiador