serenar su animo y ordenar los pensamientos que la atropellaban-. Mama, ?no me digas que tres simples chicas…?
No termino la frase.
De pronto toda aquella blancura se le antojo una burla. Estaba en el paraiso hablando del fin del mundo. Su mundo.
– ?Que sabes de Indira y Amina?
– Amina esta conmigo. De Indira apenas se nada.
– ?Sabes donde esta? ?Iras a buscarla?
– Si -cedio.
– Joa -su madre le puso las dos manos sobre los hombros-. Aqui hemos discutido mucho, desde el retorno de todas las hijas de las tormentas, sobre si debiamos interferir o no en el proceso vital de la Tierra. Somos una colectividad, cierto, pero hay debates, y se estudian todas las opciones. Para algunos, el ser humano ha fracasado, no ha aprendido, y merece la autodestruccion por la que tanto parece haber luchado sin darse cuenta. Para otros, la Tierra es un planeta primitivo y formais una sociedad joven, que como tal comete errores.
– ?Vosotros teneis poder, podeis salvarnos!
– No somos Dios, Joa. Lo discutimos, lo hablamos, pero ya queda muy poco para hacer algo. Todo se ha precipitado despues de llevarnos a nuestras enviadas y estudiar sus mentes al tiempo que descubriamos lo que le esperaba al Sol. No podemos armar nuestra nave tan deprisa y hacer el viaje fisico de regreso otra vez. Vosotras tres en cambio estais alli y, escuchame, si teneis una oportunidad.
– ?Como? -abrio sus dos manos con impotencia.
– Se necesitan cinco cristales.
– ?Cinco? -lo pronuncio con asombro.
– Cada cristal supone una identidad. Es el unico equipo con el que viajamos fuera de aqui. Las hijas de las tormentas regresaron con el suyo, excepto las tres que dimos a luz: Indira, Amina y tu heredasteis los nuestros. Nosotras no fuimos avisadas previamente. Simplemente fuimos recogidas. Por esa razon no nos los llevamos. Esos cristales tienen un enorme potencial. Se necesitan cuatro para formar un sistema. Con un quinto se crea una estrella. Ese nucleo es el que debeis insertar en el corazon de Stonehenge.
– ?En Inglaterra?
– Cuando llegamos a la Tierra por primera vez lo hicimos en ese lugar del sur de Inglaterra: Stonehenge. Alli construimos nuestra primera base cientifica y permanecimos estudiando el planeta hasta que nos fuimos. La ocultamos a una cierta profundidad para no dejar huellas de nuestro paso, aunque siendo un foco energetico como es, no logramos borrar su rastro. Con el paso de los siglos Stonehenge se ha convertido en un monumento megalitico magico, lleno de historias y leyendas que se pierden en la noche de los tiempos, y tambien un lugar turistico al que se acude en peregrinacion. Pero debajo del anillo de piedras sigue nuestra base cientifica, protegida. Ese lugar es un punto vital sobre el que se cruzan los meridianos esenciales de la Tierra, fisicos, geotermicos y geodesicos. Stonehenge es el corazon de la Tierra, carino. Solo asi se evitara que cambie el eje de la Tierra. La estrella os mantendra en equilibrio otros miles de anos.
– ?Y si no encuentro a Indira?
– Has de hacerlo. Unid vuestros poderes, Amina y tu, para dar con ella.
– Aun asi me faltara un cristal. Tenemos el cristal del pais Dogon…
– Extraordinario… El quinto cristal fue enterrado en las montanas del Tibet.
– ?Estas diciendome…?
El silencio se hizo evidente.
Las montanas del Tibet.
El techo del mundo. Y en alguna parte, un cristal perdido.
– Consigue el cristal de Indira. Cuando lo tengas, unelos. Los cuatro han de guiarte hasta el quinto cristal. Es el mas poderoso. Mas aun que el cristal de la segunda expedicion al corazon de Africa, el de los dogones. Fue el primer cristal en la Tierra. Con el cerraras el nucleo y daras forma a la estrella. Llevalos a Stonehenge antes de que el Sol tenga esa erupcion y despues…
– ?Que, mama? ?Despues que?
– Volveremos a encontrarnos.
– ?Donde? ?Cuando?
– Confia en mi.
– No me hagas esto, por favor…
– Joa -la abrazo con la intensidad del que sabe que se acerca el final.
– Aun no quiero regresar -lo capto ella.
– No puedes viajar tanto tiempo como lo estas haciendo. Necesitas la misma energia para ir y para volver. Estas consumiendo ya demasiada.
– ?Por que no me das tu ese quinto cristal? Mejor aun, los dos que todavia no tenemos.
– Porque tu no estas aqui fisicamente. No puedes llevarte nada.
– Pero yo te estoy tocando, eres real, soy real.
– Todo esta aqui, mi nina -le puso un dedo en la frente-. Has de regresar o quiza te quedes a mitad de camino, perdida en el vacio.
Sintio un desgarro en el corazon.
Un organo que tenia en la Tierra, a anos luz de distancia.
Hizo la ultima pregunta que le quedaba.
– ?Y papa?
No le respondio ella. La voz surgio de su espalda.
– Estoy aqui, Joa.
58
Volvio la cabeza y se encontro con el. La misma sonrisa, el mismo semblante, la misma ropa que aquel dia de diciembre, en Chichen Itza.
– ?Papa!
Repitio el abrazo dado a su madre, y tuvo las mismas sensaciones. Incluso el olor, dulce, como si saliera de una ducha. Todo estaba alli, real, tangible.
Julian Mir le beso la cabeza.
– Perdoname -le susurro.
– Lo comprendi. Sabes que lo comprendi -dijo ella.
– No tenia que haberte dejado sola.
– Todo esta bien ahora -suspiro Joa temblando-. Estais juntos, sois felices, y yo tengo algo que hacer.
– ?Como esta David? Alzo la cabeza para mirarle. Sonreia.
– Bien -se rindio a la evidencia de su propio amor.
– Celebro tanto que tengas a alguien… -la cubrio con una mirada de carino y alivio.
– ?Y tu, como estas, papa? -se resistio a abandonarle.
– He llegado donde ningun ser humano ha llegado jamas. Tengo los secretos del universo a mi alcance, mundos extraordinarios, respuestas a preguntas que parecian imposibles de ser respondidas… Joa, he aprendido mas que en mil vidas.
– Te daran el Nobel cuando vuelvas -quiso parecer jovial y despreocupada.
– Lo prodigioso es que tu estes aqui.
– Un amigo tuyo encontro la puerta.
– ?Quien?
– Gonzalo Nieto.
– ?Bendito sea! ?Como esta? Me gustaria preguntarte tantas cosas… ?Incluso de futbol! -se rio de su ocurrencia.
No quiso decirle que el precio de su hallazgo habia sido la muerte. Ni hablarle de que ella seguia bajo tierra,