que convenciera para irnos de picos pardos esa tarde. Solo quedas tu, Lorenzo. Y tu si tienes coche.
– En Madrid hay un millon de coches. Paco -le dijo Maigret de magnifico humor-, y no hay un millon de sospechosos de haber matado a tu suegro, sin embargo.
– Pero tu, en cambio, si hubieras podido tener una buena razon para matarlo. Era tu jefe e iba a hacer que te destinaran a otra parte.
– ?Como sabes tu eso?
La expresion alegre de Maigret se mudo en sorpresa y extraneza. Mason miro significativamente a su amigo Paco. Como broma no le parecia acertada, pero no se atrevio tampoco a intervenir.
– Estas ultimas tardes tratamos de poner en orden los papeles de mi suegra. Va a dejar esa casa. Se le echa encima. Se muda a una residencia. En una carpeta me aparecio a mi un borrador de expediente disciplinario en el que figura tu nombre. Llevaba fecha de un mes antes de su muerte. No se cuales eran vuestras diferencias. Pero antes quiero decirte que aunque tu ayudaras a Poe y a Marlowe, no cambiaran las cosas. No me importa demasiado. Aunque tus razones no fueran tan nobles como las de Poe, incluso como las de Marlowe, no lo haria, ni siquiera me tomaria la molestia de reabrir este caso. Puedo encontrar razonable que alguien quiera hacer justicia alla donde la justicia no comparece. Entiendo que alguien como Marlowe, por amistad, se preste tambien a ayudar. Ahora, que alguien quiera vendimiarle la vida al jefe porque este no se porta bien con el, me parece indigno, peor aun, mezquino. Por otro lado segun parece, la tarde del crimen vieron por la Fuenclara un Peugeot blanco, y tu tenias entonces un Peugeot blanco.
Maigret le habia dejado hablar. Sostenia el vaso de whisky en la mano, pero desde que empezo Paco su alegato, el policia se habia olvidado incluso de la bebida, y sus labios estaban secos. A Paco no se le escapo este detalle, porque de los detalles es de donde salen siempre las deducciones irrebatibles.
– Bebe, Loren, se te va a calentar el whisky.
Paco Cortes penso en ese momento: si Loren no bebe y deja el vaso en la mesa, me va a costar sacarle nada. Ahora, si bebe, acabara contandome lo que paso.
Maigret apuro distraido de un largo trago lo que quedaba de whisky, incluso se metio en la boca uno de los trozos de hielo, y dejo a continuacion el vaso sobre la mesa. Como cualquier sospechoso, queria tomarse unos segundos para meditar la respuesta. En terminos policiacos, aquel trozo de hielo en su boca era una tregua para tomarse su tiempo antes de hablar.
– Peugeot blancos como el mio debia de haber entonces en Madrid lo menos mil…
– Ya hemos bajado de un millon de sospechosos a mil… -dijo sarcastico Cortes.
– Sin embargo te equivocas con lo de ese expediente. Es la primera noticia que tengo de el, y puedes o no creerme. Unas semanas antes yo habia tenido una discusion muy violenta con don Luis. Todos los que habian trabajado con el habian tenido alguna vez una o mas. Una de las vias de investigacion fue por ese lado. Tambien nos investigaron. Tu suegro estaba convencido de que habia sido yo el declarante contra el en una informacion de regimen interno que se habia realizado antes sobre la noche del 23 F Nunca me trago y a mi no me caia simpatico. No sabia que estuviera preparando un informe sobre mi. Esto no tiene nada que ver con lo que paso.
Maigret levanto la mano para atraer la atencion del camarero. Paco corroboro hasta que punto la mecanica de los sospechosos es elemental.
– Cuentanoslo tu, Lorenzo. ?Como ocurrio?
Se tomo unos momentos antes de contestar. Le sudaban las manos. En su interior se estaba librando una batalla que lo torturaba moralmente. Miro a Paco y miro a Modesto, consciente de la gravedad del momento.
– Un dia -dijo por fin el policia-, despues de una de las tertulias de los ACP nos quedamos Poe y yo solos. Nos fuimos a cenar juntos. Soliamos hacerlo algunas veces. Me dijo, oye, Lorenzo, tu tienes coche y te voy a pedir un favor. Me dijo, ?puedes esperarme en tal sitio a tal hora? Era donde compraba la droga Hanna, dijo tambien. Es un sitio muy raro, muy solitario, da cierto miedo, me explico. Hanna me ha contado, me dijo Poe, que alli esta el tipo que le robo un dinero que yo le preste a ella y que no se lo quiere devolver y me ha dicho que si yo voy, quiza consiga algo. Pero no me fio ni siquiera de Hanna, porque ella esta tan pillada, que no hace mas que mentir. Es bastante dinero. Son doscientas mil pesetas. Yo crei a Poe. ?Por que iba a enganarme? Nunca mentia, no lanzaba faroles, no exageraba, no era Marlowe. Entonces yo le dije que era mejor que fuese con el a esa casa. Me dijo, no, Hanna te conoce; mejor te quedas cerca. Y si tardo en aparecer, te presentas tu. Yo me crei todo lo que me conto. Y eso hicimos, al dia siguiente el acudio por su cuenta y yo estaba en el sitio convenido. A la media hora, como habiamos convenido, por fin vi aparecer a Poe. Pero le acompanaba Marlowe. El dia anterior no habia mencionado a Marlowe. Se metieron en el coche y Poe me dijo, Lorenzo, acabo de matar a Luis Alvarez. Yo mire a Marlowe. Si me lo hubiese dicho Marlowe habria creido que era una broma, porque siempre esta con bromas de esas, ya lo conoceis, pero lo dijo Poe, que nunca se reia por nada, siempre tan serio. Quise saber lo que habia pasado. Poe se disculpo conmigo, estaba tranquilo. A Marlowe, en cambio se le veia descompuesto, silencioso. Poe me dijo, don Luis Alvarez mato a mi padre. Yo nunca habia hablado de su padre con el ni sabia nada de su familia, salvo cuando hablamos la primera vez. Entonces no me conto muchas cosas. Yo le pregunte, ?lo trajisteis aqui para matarlo? No, contesto Poe. Tendre que dar parte, dije yo. Bueno, dijo Poe, es natural. No estaba nervioso, pero quiero que sepas, anadio, que yo solo queria hablar con el. Y yo le replique que para hablar con el no tenia que haberselo llevado a Vallecas. Al lado de la comisaria hay doscientas cafeterias donde hacerlo. Y Poe me dijo que para lo que tenia que decirle, si; queria tener la seguridad de que no se marchaba, porque tenia que oirle y queria hacerle sentir aunque fuese un momento todo el miedo que el hizo sentir a tanta gente, que hizo sentir a su padre. Y por eso iba armado. Hacerle un juicio, el juicio que no tuvo su padre. Y me conto no se que de un sueno que tenia siempre, y que en ese sueno le miraba a los ojos al asesino de su padre. Estabamos en el coche, arranque y nos marchamos de alli. Por suerte no nos vio nadie… De todos modos a mi seguian sin cuadrarme muchas cosas de las que Poe contaba. Nos fuimos a mi casa. Poe le habia pedido a Marlowe que le acompanara, porque tenia miedo de que tu suegro fuese incluso capaz de matarle a el. Fue a ver a don Luis y le dijo, ?se acuerda de mi? Soy el primo de Maigret, y le conto una milonga sobre ti, Paco. Como en aquel tiempo don Luis estaba obsesionado contigo, que fue, acuerdate, cuando subio a la academia y te organizo aquel escandalo, le fue a ver y le dijo, don Luis, su yerno esta metido en cosa de drogas. Le dijo tambien para picarle, su hija creo que tambien anda metida en eso, don Luis; la ha metido su yerno. Estaba todo calculado, eso es lo que creo. Cuando tu suegro habia tragado el anzuelo, mas por ansias de que fuese verdad que porque estuviese bien urdido, le dijo, y yo se donde le puede usted pillar. Como a mi, le conto un cuento parecido, que tu, Paco, le debias mucho dinero a el, que te lo habia prestado cuando estabas separado de Dora, que no se lo habias devuelto, porque decia que lo tenia un camello de Vallecas, y que le habias dicho que ese camello iba a tener dinero al dia siguiente. Poe le dijo: solo quiero recuperar mi dinero; lo demas me da igual. Tu suegro lo primero que queria era meter a toda la brigada en el piso donde Poe aseguro que operaba o vivia el camello y a donde se suponia que ibas a ir tu, y pillaros a los dos. Pero Poe le dijo, no, no haga usted eso, porque es muy probable que alli este tambien Dora, pinchandose, y no querra que detengan tambien a su hija. Lo que resulta increible es que se tragara una historia como esa siendo policia. Quiza se la trago porque lo era; hemos visto tanto que no nos sorprende ya nada. Don Luis se puso como loco, ciego de ira. Hubiera podido telefonear a su hija y hablar con ella. Pero no, prefirio creer a un desconocido, porque creerle venia a confirmar todo lo que siempre habia dicho de su yerno. En caso de que hubiera telefoneado a Dora, y hablado con ella, quiza tu suegro estuviese vivo. El destino quiso que no lo hiciera, fue a reunirse con el suyo propio. Como tu dices, Paco, cuando el destino anda por medio no hay mucho que hacer. Tu suegro llamo a tu suegra y le dijo que no iba a ir a casa a comer. El plan era llevarle a ese descampado. Llegaron a la Fuenclara y alli les esperaba Marlowe, que se colo en el coche. Poe queria hablar con el, interrogarle delante de un testigo, meterle miedo, decirle, tu mataste a mi padre, tu le torturaste, tu torturaste a media provincia de Albacete, y luego dejarle alli. Y para eso me llamo a mi.
Maigret volvio a bisar el ademan que advertia al camarero, y le pidio que le pusiese otro whisky.
– ?Y que paso? ?Que dijo mi suegro de que entrara en el coche uno que no conocia de nada?
– Nada. Como Poe le saludo, debio de pensar que era el camello o un gancho, cualquier cosa. Hasta que Poe, ya con Marlowe en el coche, va y le pregunta: ?Le recuerda a usted algo el nombre de Domiciano Hervas? Al principio tu suegro no se acordaba de nada. Poe le dijo, yo soy el hijo de Domiciano Hervas y usted mato a mi padre. Parece que cuando oyo esto, tu suegro se puso muy nervioso. No se acordaba de ese Domiciano, pero lo dio por cierto. Poe solo queria que tu suegro dijera, si, me acuerdo de tu padre, y siento lo que le paso. Pero no recordaba nada. Estuvieron alli un buen rato. Hablando.
– Y Marlowe, ?que hacia?