tomada por el fotografo de prensa teniendo en cuenta que lo que ya quedaba suficientemente explicito en la foto no habia que repetirlo en el texto. Por tanto habia que meter relleno del peor genero a fin de que el citado pie macizo quedara perfectamente ajustado y sin ninguna palabra de mas ni de menos. Las matrices justas. El efecto visual era impecable. Dos lineas como dos rieles de ferrocarril de la misma longitud debajo de la fotografia. Pero las majaderias que podian leerse en esos pies de fotografias avergonzaban a cualquiera menos al redactor jefe que se ponia euforico al verlos tan bien ajustados. El arte de hacer pies macizos era un arte muy apreciado por la direccion de Damas y Caballeros. Quien demostraba dominio en ese arte podia aspirar a un ascenso.

En esta XXII edicion del Desfile de la Victoria celebrado en la madrilena Avenida del Generalisimo las tropas de los tres Ejercitos hicieron gala de su marcialidad a su paso por la tribuna del Jefe del Estado y Generalisimo de los Ejercitos quien presidio el acto anual de mayor relevancia castrense en conmemoracion del Dia de la Victoria.

Uno dos. Uno dos.

Grabando.

Grabando es facil llegar a la conclusion de que no existe una sola casa en el centro de Viena donde no haya nacido o crecido o fallecido un genio vienes. Y esto acaba siendo insoportable para los vieneses. Demasiado agobiante. De la proliferacion de madrigueras de prohombres ni siquiera se salvan los parques y jardines que poco a poco han sido convertidos en monumentales cementerios saturados de mausoleos y estatuas de bronce y piedra a tamano natural. Esto es terriblemente angustioso. El ciudadano vienes se siente espiado y perseguido tanto o mas que el ciudadano monegasco cuyo Principe le acecha en cada esquina. Encerrarse 48 horas en el centro de Viena produce la misma claustrofobia que permanecer ese mismo tiempo en Monaco o en Gibraltar. En el Vaticano o en la Isla de Man. Un parquecito vienes lleno de bustos de celebridades vienesas no es mas artistico que uno de esos campos de minigolf asfaltados en la Costa Brava con maquinas tragaperras para los turistas. A Juan ya le parecieron insufribles estos pequenos parques musicales y literarios de Viena hace 30 anos y hoy siguen pareciendome lo mismo.

La ciudad del Danubio posee el encanto de insensibilizar a una parte de la poblacion. De anestesiar sus emociones. De convertir a algunos ciudadanos en un pedazo de hierro fundido. De tal forma que pueden pasar diez veces por delante de la casa de Beethoven y luego otras diez veces por delante de la casa de Mozart y diez veces mas por delante de la casa de Freud y veinte por delante de la casa de Strauss sin sentir absolutamente nada. Se quedan frios como el marmol de la tumba de Federico III.

Pero esto mismo no puede decirse de los extranjeros que en Viena se sienten sobrecogidos. Abrumados. Traumatizados. Cuando los psicoanalistas de otros paises vienen en peregrinaje a Viena sufren trastornos emocionales durante la obligada visita a la casa de Sigmund Freud en la calle Bergasse numero 19. Suben al primer piso. Llaman a la puerta. Les recibe un jovencito analizante maniaco depresivo que controla el acceso al utero freudiano y les acompana a lo largo del recorrido. A la derecha y despues de pasar ante el perchero de Freud admiran el divan de Freud y la butaca de Freud y fragmentos de textos de Freud y fotografias de Freud y un pequeno cine donde se proyecta un video sobre Freud.

Los discipulos de Freud tuercen sus cuellos y ponen las manos juntas delante de cada reliquia de Freud analizando cada exvoto del analista quien a su vez les analiza desde todos los rincones de la casa de los analisis. Estos psicoanalistas balbucean un par de frases incomprensibles y salen a la calle totalmente desorientados y permanecen asi durante varias horas hasta que por la noche su inconsciente libera extraordinarias imagenes oniricas recreando instantes fantasmaticos de la visita a la casa de los analisis.

Ellos han entrado en esa casa sin autorizacion del propietario. Han saqueado una de las habitaciones. Han defecado debajo del divan. Un gato les observa en silencio desde una lampara del techo. La mirada del gato es penetrante. Muy profunda. Ellos creen que el gato les llama. El gato quiere que suban alli. Ellos no se atreven. No saben como subir hasta la lampara del techo desde la que les observa fijamente el gato que ahora deja ver sus bigotes blancos que estaban en la penumbra y luego deja ver su barbita blanca que tambien estaba en la penumbra. Jurarian que el gato responde al nombre de Sigmund pero ?como pueden estar seguros? Oyen la voz del jovencito que abre la puerta de la casa de Freud y vende las entradas para la casa de los analisis. Este jovencito maniaco depresivo les pregunta que han estado haciendo en la casa de Freud sin la autorizacion de Freud. Les comunica que Freud ha muerto en septiembre de 1939 por sobredosis de morfina suministrada por su medico de cabecera para acortar el sufrimiento del cancer oral. El joven maniaco depresivo que vende las entradas de la casa de Freud les acusa de allanamiento de morada y dice que este es un delito que el codigo penal austriaco castiga con dos anos de prision. El jovencito maniaco depresivo ha cerrado la puerta y ellos no pueden salir de la casa de los analisis que apesta a excrementos hediondos abandonados debajo del sagrado divan. Si se asoman a la habitacion de Freud veran a una mujer con cara de hombre introduciendose una pata de la butaca de Freud por la vagina. Pero no puedan discernir si esa mujer con cara de hombre es realmente una mujer o un hombre ya que la pata de la butaca de Freud oculta el sexo de la supuesta mujer con cara de hombre. El joven maniaco depresivo les dice que al despertar anoten el sueno inmediatamente sin omitir ningun detalle.

Luego hay unos momentos de silencio. El joven maniaco depresivo entra en fase maniaca. Abre un volumen de las obras completas de Freud. Lee.

?Es que los diversos instintos procedentes de lo somatico y que actuan sobre lo psiquico se hallan tambien caracterizados por cualidades diferentes y actuan por esa causa de un modo cuantitativamente distinto de la vida animica?

El joven maniaco depresivo cierra el volumen. Vuelve a entrar en fase depresiva con la maxima naturalidad. Como alguien que pasa del sol a la sombra. Sin aspavientos. Lo tiene totalmente asumido. La magia seductora de estas palabras del Padre del Eterno Psicoanalisis devuelve a los seguidores de Freud al penoso estado de vigilia mientras desde el cafe Hawelka me pregunto como se las ingenian los ciudadanos vieneses para apartar la vista de todas esas placas conmemorativas y de todos estos catafalcos historicos cada vez que salen de sus casas en su camino diario hacia el cafe. ?Existe forma humana de ignorarlos? Cruzan la calle pero en la otra acera tambien encuentran mas catafalcos historicos. Mas placas anunciando el nacimiento el crecimiento el fallecimiento de un genio vienes. No hay forma de romper el cerco. Los pequenos ciudadanos vieneses son devorados por los gusanos cadavericos de los grandes muertos vieneses sin darles tiempo para llegar a ser ellos mismos grandes vieneses. Algunos de estos pequenos vieneses aspiran a ser pequenos cantores de Viena y dan la vuelta al mundo cantando a Mozart. Pero la mayoria de los pequenos ciudadanos vieneses ni siquiera han tenido la oportunidad de ser pequenos cantores de Viena y arrastran sus pequenos cuerpos y sus rostros verduscos de gusanos vieneses desde su casa hasta la mesa del cafe proximo a su casa donde se reunen con las ultimas resenas necrologicas.

Uno dos. Uno dos.

Grabando.

Grabando ante la aparicion fisica de un autentico vienes ataviado con pantalones de cuero cortos con peto ornamentado tambien de cuero y tirantes de cuero cruzados por la espalda ademas de una plumita de faisan en el sombrero de ala estrecha. Solo un vienes puede enjaezarse de este modo. Ni siquiera Pansy sabria combinar tan bien los diversos arreos que tanto le gustaban. Pero tampoco en America los gusanos parecen gusanos. En America todo es distinto. Siendo ambos hoteles antiguos el hotel Domgasse de Viena y el hotel Algonquin de Nueva York no tienen nada en comun. En el salon del hotel Domgasse hay un inmenso retrato del ultimo rey de Hungria. En cambio que yo recuerde en el hotel Algonquin de Nueva York no hay ningun retrato de estas caracteristicas. La diferencia es incluso mucho mas notable si comparamos un hotel ultramoderno austriaco en los Alpes austriacos con un hotel ultramoderno americano en una playa de Florida. No tienen absolutamente nada que ver.

En un hotel de Miami perteneciente a la cadena de Mickey Rooney el unico retrato que Juan recordaba haber visto en el vestibulo era el retrato del actor Mickey Rooney pintado al oleo y eternamente juvenil.

Tambien habia pequenos retratos del director del hotel y del subdirector del hotel y del cocinero del hotel todos ellos ensenando unos dientes muy limpios. ?Habia por casualidad algo parecido a esto en un hotel austriaco ultramoderno alpino? En absoluto. En un hotel ultramoderno alpino de una cadena austriaca abundaban las cornamentas de venado y los cuadros de trineos tirados por perros con medio metro de lengua fuera.

Juan y Pansy pasaron un fin de semana en aquel hotel de Miami naturalmente acompanados por Diu Tsit. El

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