Egisto. Este estuvo a punto de usarlo pata probar la fragilidad supuesta de dona Clitemnestra.
SU BEATITUD DE OLIMPIOS. – Patriarca de rito iconoclasta, monotelita, experto en mulas. Siempre encargaba a los reyes tracios mulas de cola cana, en memoria de una que habia tenido en su mocedad. Hombre soberbio, solamente hablaba por senas a los inferiores.
TADEO. – Mendigo de la ciudad, dueno de un mirlo amaestrado. Amisto con el desconocido del jubon azul, llamado don Leon, y creyo estar sirviendo al propio Orestes. Cuando don Leon se despidio y Tadeo supo que no era Orestes, dijo que nunca mas serviria a nadie, ni baria ningun recado. Se dio a la bebida y a la gimnasia, y un dia de viento sur creyo volar, y fue que se moria.
TEODORA. – Pupila que fue de la Malena. Retirada y viuda, puso una fruteria. Se habia acostado con el llamado Rubito, uno de los falsos Orestes.
TIGEARNAIL, SAN. – Misionero irlandes que evangelizo entre hiperboreos. Astuto, dejo mudas a las sirenas nordicas. De regreso a su pais natal, fundo un monasterio y convencio a los lobos de las cercanias que se retirasen a las vecindades de otros monasterios mas ricos en rebanos, advirtiendoles, por otra parte, que sus ovejas no eran comestibles, lo que les probo echandoles dos que solamente eran piel y resorte mecanico. Vivio san Tigearnail ciento siete anos, y a los ochenta cumplidos le salieron dientes de leche y unos pelos rubios en el entrecejo.
VADO DEL PASO DE VALVERDE. – Pequeno reino entre los ducados y el Imperio, condado de la hermosa senora dona Ines. Es un pais de tierras cereales, vinedos en las colinas y bosquecillos de abedules y choperas. Lo cine un rio de andar sosegado.
VIUDA, LA. – La viuda dolorida del sastre Rodolfito, amante de Alcantara y de Liria, y de quien, en uno de sus mayores sobresaltos imaginativos, se enamoro dona Ines. No sabia el planto de los sastres, y por eso lloraba al marido como labriego.
Alvaro Cunqueiro