paciencia. No creo yo que aprender lo que es el erotismo del que habla sea factible en un periodo presidencial - rio-. Mas con toda el agua que ha corrido bajo el puente en este pais. Con que no nos maltraten a las mujeres sera suficiente por el momento.

Juana de Arco salio. La dejo sola. Viviana se sento en el sofa del despacho. ?Como pude pasar por alto lo que ella vivio? Se asusto de si misma, de la obsesion de gobernar que podia llevarla a olvidar la esencia de los demas y verlos nada mas como superficies en donde rebotar sus ideas.

Leticia se queja

– ?Viste el noticiero, Emiliano? La Presidenta esta viva. Tu hombre fallo.

– Te va a caer mal la comida, mujer. Y te repito: no fue obra mia.

Ella no podia contenerse.

– Cuando despierte, si es que despierta del coma, va a ser la mujer mas popular de este pais, mierda. Se reelegira. O reelegiran a cualquiera de las eroticas.

– No va a despertar.

– ?Ah, no? ?Ahora te volviste del club de 'la esperanza es lo ultimo que se pierde'?

– El parte medico que leyeron es lo que me da esperanzas. La mujer esta destruida. Si despierta, no sera la misma. Dudo que pueda retomar el puesto.

Leticia miro al marido con despecho. El comedor donde hacian las comidas cuando no tenian compania estaba en la terraza de su amplia casa. En el jardin bien cuidado, con hibiscos recortados en forma de canastas, los aspersores no cesaban de regar el pasto.

– Esos aspersores suenan como latigos -dijo Emiliano, mordiendo un trozo de pan mojado en aceite de oliva y vinagre.

– ?No tenes nada mas que decir? ?No habia otro plan? ?Que se proponian hacer, solo liquidarla?

– Te dije que nada tuve yo que ver en el asunto. Pero para quien lo haya hecho, que siga viva complica las cosas, es obvio. Maxime que ustedes las mujeres son tan sentimentales. No las entiendo. Es como si tener a la mujer en coma fuera peor que verla muerta. Yo si propuse que nos movamos para destituirla pero las damas piensan que actuar mientras esta en el hospital nos valdra el repudio de la gente.

– Te sorprendera saber que, siendo ese el caso, coincido con ellas.

– Yo no. Precisamente me parece que seria el momento de actuar; de pedir que se elija a otra persona de inmediato. Esa reforma que hicieron para eliminar la vicepresidencia fue una locura. Lo dije desde el comienzo.

– Lo decis porque no resulto el plan. Muerta Viviana Sanson, se habria tenido que convocar a nuevas elecciones. Esa era la idea, ?no?

– Te dije que nada tuve que ver. No dejes que el odio te ciegue. Tendrias que ver la montana de flores que han puesto frente al hospital. Si no fuera este un pais pobre, competiria con el mar de flores que le pusieron a la princesa Diana. Es que yo creo que vos tenes alma de hombre. ?Sera por eso porque me case con vos? -sonrio ironico y desdenoso.

Leticia rio. Tomo un trago de vino blanco.

– Alma de hombre… ?te parece? No se si tomarlo como un insulto o un cumplido.

– Viniendo de mi creo que podes estar segura de que es un cumplido.

– Cuidado. No vaya a ser que descubra que eres mariquita.

Rio Emiliano ahora. Una larga y sonora carcajada.

– No, mamacita -dijo, mirandola con lujuria-. Alma de hombre en cuerpo de mujer es la combinacion perfecta. Yo no cambiaria tu cuerpo por nada del mundo… pero si me hubieses salido modosita, dulcita, todos esos 'ita' de los que adolecen las mujeres, bien lejos estaria ya de aqui. Me habria casado con una de esas campesinas de las haciendas de mi familia; una mujer tosca, macha. Le tengo alergia al rosado, a lo femenino y, sobre todo, a las feministas. Esas, en el fondo, lo que quieren es ser hombres. Por eso viven frustradas.

No se dijo mas. Leticia puso mas vino en su vaso. Vino blanco, de buena cosecha. El vaso de cristal impecable, liviano. Vivian bien Emiliano y ella. Su hijo ya casado nunca les dio problemas, y en cuanto a la pareja, mal que bien, lejanas eran ya las guerras sin cuartel, el sitio a las intimas ciudades y las huelgas de sexo o de hambre. Sin embargo, ella apenas podia a veces con sus resentimientos y las rabias que habia tragado sin digerir para llegar a este punto. Odiaba que su memoria minuciosa no olvidara el acumulado de agravios y descalificaciones que el tan generosamente le habia dispensado a lo largo de sus veintiseis anos de casados. Cosas asi, como decirle que tenia alma de hombre. O burlarse de su timidez, de su ineptitud social, como el la llamaba; o someterla al menosprecio que sentia por el total del genero femenino. Sus esfuerzos por disimularlo mas bien enfatizaban el desden tipico de quienes esconden su inseguridad adoptando poses de hombre fuerte. Pero ella no iba a caer en las trampas del feminismo, ni creerse los cuentos de las eroticas, esa especie de feminismo al reves que predicaban usando el lenguaje de mujeres como ella para enganarlas a todas. El hombre y la mujer eran como eran y cada quien tenia que ubicarse y no andar creyendo que se podia cambiar lo que Dios y la naturaleza habia dispuesto. La mujer en su casa y con sus hijos era lo correcto. Ella no queria a Emiliano alli metido en la cocina, ni lo hubiera querido criando al hijo. Se habria vuelto loca. Ella sabia conseguir lo que queria sin tanta alharaca ni historias de cambiar el mundo. Su entrepierna podia mas que cuatro discursos de esas mujeres. Estupidas eran las eroticas insistiendo en revelarles el juego a los hombres. Maldita situacion. Viviana en coma; todo el pais detenido, sin moverse, sin reirse, como en un juego infantil, y el marido sin soltarle prenda.

Miro a Emiliano. Habia encendido la television y empezaba a quedarse dormido. Noche tras noche, siempre asi.

El pisapapeles

Pesado, cristalino y con la inscripcion O2, el pisapapeles le arranco una sonrisa a Viviana. La avidez de reencontrar sus recuerdos la llevaba de una repisa a la otra. No hay sillas en este lugar, penso, que pena que nunca deje olvidada una silla; el sofa de mi cuarto me vendria tan bien. Recordo su cuarto y sintio nostalgia. Habia ya dejado de preguntarse donde estaba. Se habria conformado con saber cuanto duraria su tiempo en el galeron… si es que tiempo era la palabra correcta, si es que el galeron existia mas alla de su imaginacion. ?Y el pais, su Faguas, su pie, sus amigas, su madre, Emir? Cuando pensaba en ellos la angustia casi detenia su respiracion. Por instantes, se conectaba con sensaciones fisicas inexplicables que le atemorizaban porque entonces si sentia que moria. Volvia a concentrarse en el galeron, en los objetos como si hacerlo la pusiera a salvo.

A ratos las cosas olvidadas pasaban frente a sus ojos, como en esas lavanderias de chinos donde la ropa viaja por una extensa y serpenteante cinta movible que pende del cielorraso. ?Seria asi la eternidad? ?Un viaje largo por la memoria, un quedarse sin nada mas que aquellas instantaneas imagenes, las minucias del pasado revelandose infinitamente? Volvio a mirar el pisapapeles. Era el simbolo de una de sus campanas mas exitosas desde que asumio la presidencia de Faguas: la venta de oxigeno. En un mundo despalado y castigado como la Tierra, poseer los bosques y las selvas que abundaban en Faguas era un lujo inapreciable. Un dia cuando se quebraban la cabeza pensando de donde sacar los recursos para pagar por sus programas: las guarderias y escuelas de barrio, sobre todo, Rebeca le dio la idea. Le mostro en Internet la multitud de sitios donde se ofertaban 'bonos de carbono'.

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Originado por: Anonimo

Salve nuestras selvas comprando bonos de carbono

Los bonos de carbono se estan convirtiendo en una alternativa cada vez mas popular para que individuos y

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