Karin sabia que Mellgren estaba casado y tenia hijos. Era una persona conocida en Gotland por su trabajo en la universidad y por las excavaciones arqueologicas. ?Habria algo entre ellos? ?Tendria el algo que ver con la desaparicion de la chica?

Se apresuro a salir de alli para ir en busca de Knutas.

A Johan lo desperto un ruido al otro lado de la ventana. Haciendo un esfuerzo, se levanto de la cama y abrio las cortinas.

En la pasteleria de enfrente estaban sirviendo el pedido del dia. El camion de la panaderia estaba aparcado en mitad de la estrecha callejuela y el conductor sacaba cajas y las cargaba en un carro. El pastelero lo recogio y desaparecio con gran estrepito por la puerta trasera. Eso significaba que no eran mas que las seis. Volvio a la cama lanzando un bufido y se cubrio la cabeza con el edredon. El pan llegaba a las seis los dias laborables y los festivos a las ocho, a estas alturas Johan ya estaba al tanto de los horarios. De haber sabido de antemano que este acto de terrorismo iba a tener lugar todas las mananas, habria exigido a la Television Sueca que le buscara otro piso.

Envuelto en el edredon empezo a pensar en Emma y en su hija recien nacida. Durante el fin de semana habia estado alli practicamente todo el tiempo. No le permitieron quedarse a dormir puesto que estaban al completo y Emma tenia que compartir habitacion con otras dos mujeres que acababan de ser madres.

El parto era el momento mas grande de su vida hasta ese momento. La experiencia de convertirse en padre fue mas conmovedora de lo que el podia imaginar.

Su madre y su hermano pequeno habian llegado el sabado en avion desde Estocolmo. Estaba loca de contenta por convertirse en abuela. Aquella era su primera nieta. Desde la muerte del padre de Johan, dos anos antes, su vida se habia vuelto mas solitaria. Johan siempre habia mantenido una relacion muy estrecha con su madre y sabia que, ahora que trabajaba en Gotland, lo echaba de menos. En calidad de hermano mayor, en muchos aspectos habia reemplazado a su padre desde que este fallecio.

Comprendio que con el nino todo iba a ser diferente. A partir de ahora su nueva familia tenia que ser lo primero. De pronto se habia convertido en padre de familia y eso implicaba una nueva responsabilidad. La idea lo atraia y lo asustaba al mismo tiempo.

La redaccion de Estocolmo habia enviado flores, pero Grenfors contaba con que Johan empezara a trabajar justo despues del fin de semana. Estaba destinado en la isla y habian acordado que Johan tendria que esperar al otono para cogerse los dias libres por paternidad que le correspondian. Ahora se arrepentia. Solo deseaba estar al lado de su nueva familia.

El sonido insistente del movil interrumpio sus reflexiones. Tenia que cambiar la senal de llamada, se dijo mientras se levantaba y buscaba el aparato en el monton de ropa que habia encima de la silla. Ahora estaba mas pendiente del telefono que antes. Podia ser Emma.

Quien llamaba era Niklas Appelqvist, uno de los pocos amigos que Johan tenia en Gotland. Aunque Niklas era diez anos mas joven que el, habian congeniado, en parte porque a ambos les gustaba el rock de los anos sesenta. Conocio al joven estudiante de arqueologia el ano anterior en relacion con el seguimiento de un asesinato. Niklas vivia al lado de un fotografo de prensa jubilado al que hallaron muerto en el sotano y habia ayudado a Johan durante la investigacion del caso con datos interesantes. Cuando Johan se traslado a vivir a la isla empezaron a verse.

– Hola, ?que tal?

– De puta madre -solto, carraspeo y sobreponiendose al cansancio se sento en la cama-. El viernes fui padre.

– ?Que fuerte, no me digas? ?Enhorabuena! ?Nino o nina?

– Una nina -dijo Johan, sonriendo.

– ?Fue todo bien?

– Hubo un momento bastante dramatico, pero al final logro salir. Es preciosa, peso 3,7 kilos y midio 51 centimetros.

– ?Que bien! ?Como esta Emma?

– Bien, pero algo cansada, claro.

– Esto hay que celebrarlo -Niklas parecia entusiasmado-. Te invito a una cerveza esta tarde.

– Gracias, pero no puede ser. Tengo que ir a buscar a Emma y a la nina a la maternidad. Tendra que ser otro dia.

– Esta bien. Oye, he oido una cosa que igual puede interesarte.

– ?Ah, si?

– Ha desaparecido una estudiante de arqueologia. Participa en el curso de excavacion que organiza la universidad. Hay gente de todo el mundo que viene a excavar durante el verano.

– ?Cuanto tiempo lleva desaparecida?

– Desde el sabado por la noche. En el albergue de Warfsholm, que es donde se aloja, estan bastante preocupados. Al parecer desaparecio el sabado despues del concierto de Eldkvarn y desde entonces nadie la ha visto. Conozco a una chica que colabora en ese curso y acaba de contarmelo.

– ?Recibes visitas tan temprano?

– Digamos que mejor tan tarde.

– ?Como se llama?

– ?La chica que ha desaparecido o la que ha venido a visitarme?

– La que ha desaparecido, claro.

– Martina no se que.

Johan lo oyo hablar con alguien al otro lado de la linea.

– Martina Flochten. Es holandesa.

– Flochten -repitio Johan-. ?Cuantos anos tiene?

– Bastante joven, veintipocos.

– Esta bien, muchas gracias.

Joder, que inoportuno. Lo que mas deseaba era ir a ver a Emma y al bebe, pero era el unico reportero de television en la isla. Habia que comprobar lo de la desaparicion, aunque el asunto parecia bastante flojo. Llamo al hospital y, segun la enfermera que atendio el telefono, Emma y la nina se encontraban bien y ambas dormian en ese momento. Tenian que quedarse en la maternidad mas tiempo del previsto porque habian surgido algunos problemas a la hora de dar el pecho a la nina.

La angustia debio de notarsele en la voz, porque la enfermera le aseguro que era normal y que no tenia que preocuparse por ello. La lactancia seguro que funcionaria con normalidad dentro de unos dias. Johan se pregunto si su vida iba a ser asi ahora que era padre. Una preocupacion constante por todo.

Eran las nueve menos cuarto. Llamo a Knutas pero le informaron de que el comisario estaria ocupado toda la manana y ningun otro agente podia ni queria hacer declaraciones acerca de la chica desaparecida. Se ducho, se afeito, se tomo un cafe y un bocadillo, y luego llamo a Pia. Pasaria a buscarlo un cuarto de hora mas tarde. Decidieron salir inmediatamente hacia el hotel y el albergue juvenil de Warfsholm.

El hotel consistia en un edifico de madera amarillo de principios del siglo pasado, con una hermosa torre, y estaba situado en un saliente al borde del mar. A uno de los lados del edificio se extendia una playa de arena paradisiaca y mas alla se divisaba la reserva de aves de Vivesholm, una lengua de tierra que se adentraba directamente en el mar. Hacia el otro lado se encontraba el puerto, cuyos silos y generadores constituian un acusado contraste con el mar.

Cuando Johan y Pia se bajaron del coche en el aparcamiento descubrieron un vehiculo de la policia y dos agentes que caminaban por la playa y hablaban con las familias. Bajaron hasta la playa y admiraron la vista de las islas Stora y Lilla Karlso, conocidas como las islas de los pajaros.

– ?Que es eso? -pregunto Johan senalando algo que sobresalia por encima del agua justo despues de la bocana del puerto.

– Son los restos de un buque de carga que se llamaba Benguela que naufrago ahi mismo. Hara por lo menos veinte anos de aquello.

– ?Que ocurrio?

– Venia de Sodertalje y se dirigia a Klintehamn. El accidente fue en invierno, creo que de madrugada, habia

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