soltera. Lo tiene facil para salir con alguien por la tarde, cuando yo tengo que irme al trabajo.
Notaba que Majvor Jansson estaba a punto de ponerse a llorar.
– Habia pensado solicitar otro turno en el trabajo ahora que empieza a hacerse mayor, pero creia que aun no habia ningun peligro. ?Si solo tiene catorce anos!
– Gracias, no la molesto mas -se despidio Knutas-. Seguro que la encontraremos pronto, ya lo vera. A lo mejor solo se ha escapado con su novio.
Paralelamente, se estaba llevando a cabo la busqueda. Cientos de voluntarios se habian apuntado a las batidas que se habian organizado en diferentes sitios. La preocupacion por lo que podia haberle ocurrido a Fanny aumentaba a medida que transcurrian las horas.
A las ocho de la tarde se reunio la Brigada de Homicidios en la comisaria. El ambiente era tenso. Knutas les informo de la conversacion que habia mantenido con la comadrona del Centro de Salud para Jovenes y del fallido intento de Fanny para conseguir pildoras anticonceptivas. Sohlman, que parecia agotado, informo de lo que habia dado de si el registro de la habitacion de Fanny.
– Hemos encontrado tres cajas con la pildora del dia despues en el armario, escondidas entre la ropa de Fanny. Dos de las cajas estan vacias y la otra contiene aun las dos pildoras. Lo cual demuestra que ha mantenido relaciones sexuales con alguien.
– Bueno, esa conclusion no es particularmente avispada -interrumpio Karin con acritud-. ?Pero la pildora del dia despues? ?No se toma solo en caso de extrema necesidad? No es algo que se utilice como si fuera un anticonceptivo normal, ?no?
Miro con expresion inquisitiva a su alrededor y al observar la cara de poker de sus colegas se dio cuenta de que trabajaba con un hatajo de hombres de mediana edad, cortados todos por el mismo patron y que, con toda seguridad, no tenian ni punetera idea de como funcionaba la pildora del dia despues.
– ?Cuantas pildoras ha tomado? -pregunto Karin volviendose hacia Sohlman.
– Vienen dos en cada caja y se cuentan como una dosis, por lo que tengo entendido. Lo cual significa que se ha tomado cuatro pildoras o, lo que es lo mismo, dos dosis.
– ?Donde consigue uno esas cosas? ?En la farmacia? ?Puede entrar una chica de catorce anos y comprarlas? ?No hay que tener por lo menos quince?
Nadie alrededor de la mesa pudo responder a la pregunta de Karin.
– ?Bah! -suspiro-. Llamare al Centro de Salud para Jovenes.
Sus colegas se mostraron aliviados al librarse de que Karin siguiera haciendoles preguntas comprometidas de las que no conocian la respuesta. Sohlman continuo:
– En la colcha de la cama se han encontrado manchas de sangre y pelos, que no pueden ser suyos. Son cabellos cortos, oscuros y gruesos. Tambien hemos encontrado esperma y vello pubico, pero no sabemos aun a quien pertenece. Lo hemos enviado todo al laboratorio. Lo mismo hemos hecho con las cosas que su madre no reconoce y que no sabe de donde han salido.
Leyo una lista.
– Un frasco de perfume, un collar, anillos, un jersey, un vestido y dos conjuntos de ropa interior. Bastante refinados -anadio y tosio-. En la bicicleta no hemos hallado ni una sola huella interesante.
Cuando Sohlman dejo de hablar, una atmosfera pesada cayo sobre la sala de reuniones. En el transcurso de su explicacion habian aumentado los temores de que a Fanny le hubiera ocurrido alguna desgracia. Wittberg rompio el silencio.
– ?Que punetas vamos a hacer? -suspiro resignado-. ?Que pistas tenemos?
– Hay mucho que hacer -intervino Knutas-. Mientras esperamos el resultado de las pruebas tendremos que ampliar la zona de rastreo. Esta llegando informacion de la gente y hay que comprobarla.
– ?Como vamos a repartirnos el trabajo entre la investigacion del asesinato de Dahlstrom y esta? -quiso saber Norrby.
– Tendremos que trabajar paralelamente, ya lo hemos hecho antes. No olvides tampoco que aun no sabemos lo que ha pasado con Fanny Jansson. Puede que aparezca manana.
Cuando Johan volvio a casa despues del trabajo el miercoles por la tarde, se encontro para su sorpresa a Emma sentada en la escalera. Estaba palida y ojerosa y llevaba su cazadora acolchada de color amarillo.
– Emma, ?que haces aqui? -exclamo.
– Perdona que me enfadara tanto ayer, Johan. Es solo que no se lo que voy a hacer.
– Entra.
Lo siguio y se sento silenciosa en el sofa.
– Estoy a punto de perder pie y hundirme completamente. Olle no me deja todavia hablar con los ninos. Habia pensado ir a su colegio ayer, pero la asistente social de la escuela me lo desaconsejo. Cree que debo esperar. He hablado con sus profesores y parece que los ninos se encuentran bastante bien. Al parecer, todo lo que saben es que nosotros estamos pasando una crisis y que yo estoy de baja.
Emma se retiro el flequillo de la frente.
– ?Puedo fumar?
– Si, claro, fuma. ?Quieres beber algo?
– Si, por favor, un vaso de vino o una cerveza si tienes.
Johan llevo dos cervezas del frigorifico y se sento a su lado.
– ?Que piensas hacer?
– Eso es precisamente lo que no se -dijo irritada.
Johan le rozo la mejilla.
– ?Que has dicho en el trabajo?
– He llamado para decir que estaba enferma. No me sentia con fuerzas para dar explicaciones. El trabajo me parece lo de menos en estos momentos.
– Olle se tranquilizara, ya lo veras. No te preocupes por eso. A su debido tiempo podreis volver a hablar el uno con el otro.
– Es solo que no comprendo que haya reaccionado de una forma tan violenta. Con lo poco que se ha ocupado de mi y de nuestra relacion los ultimos anos, no deberia sorprenderle tanto. El me importa un bledo, en lo unico que puedo pensar es en Sara y en Filip. No te imaginas lo duro que es.
Johan alargo el brazo y le acaricio la mejilla.
Emma le cogio la mano, se la beso y se la llevo al pecho. Cuando el la beso, su reaccion fue apasionada. Fue como si tuviera hambre de el, de contacto fisico, de consuelo. Johan queria transmitirle su fuerza y darle la energia que ella tanto necesitaba. Habia algo desesperado en su forma de hacer el amor con el aquella noche.
Despues se quedo dormida, acurrucada como una nina en sus brazos. Johan permanecio mucho tiempo despierto a oscuras, observando el perfil de Emma y escuchando su respiracion.
Jueves 29 de Noviembre
El interes de los periodistas por la desaparicion de Fanny Jansson iba en aumento a medida que transcurrian las horas. Cada vez se apuntaba mas gente para participar en las batidas y la busqueda de la policia con helicopteros y con camaras termicas se intensifico alrededor de los bosques de Visby. El jueves por la manana los dos periodicos vespertinos publicaban a doble pagina la noticia de la chica desaparecida. Su foto ocupaba las portadas.
Cuando Johan entro en la redaccion de Noticias Regionales, Grenfors lo recibio agitando los diarios entre las manos.
– ?Que cono es esto? -rugio. Tenia la cara roja de ira-. Tanto Aftonbladet como Expresen publican a doble pagina la noticia de la chica que ha desaparecido. ?No tenias tu que ocuparte de esto?
– ?Puedo quitarme primero la cazadora? -le espeto Johan. Se habia pasado veinte minutos en la estacion de