Hornstull esperando un metro que no llego. La linea roja volvia a tener problemas y encima la empresa municipal SL tenia el valor de subir el precio de los abonos mensuales.
Grenfors fue tras el pisandole los talones, mientras se dirigia a su mesa de trabajo.
– ?Como es posible que nosotros no hayamos podido contar nada? -continuo diciendo detras de Johan.
Dado que Johan era consciente de que ultimamente se habia centrado demasiado en Emma y demasiado poco en el trabajo, lamentablemente no tenia ninguna buena respuesta que darle. Emma habia vuelto a casa en avion por la manana y ahora tardarian en volver a verse.
– Voy a llamar para averiguarlo -respondio.
– Puede que exista tambien alguna relacion con el asesinato de ese alcoholico. De hecho, el asesino aun anda suelto.
– ?Crees que deberia ir alli? -pregunto Johan esperanzado.
– Depende de lo que consigas.
Busco los diarios locales en el monton de los periodicos del dia y escucho las noticias matinales de Radio Gotland a traves de Internet. Efectivamente, informaban de que seguia sin saberse el paradero de Fanny Jansson, pero que la policia trabajaba ya tras una serie de nuevas pistas. Tambien los periodicos contaban como se estaban llevando a cabo los trabajos de busqueda y que habia aparecido la bicicleta.
Que putada que el no hubiera estado al tanto de la investigacion, ahora Noticias Regionales se habia quedado atras de verdad. Era una gran desventaja no estar en el lugar de los hechos, en Gotland, siguiendo el desarrollo de los acontecimientos. Los dos periodicos vespertinos, claro esta, especulaban con la posibilidad de que el asesino del alcoholico hubiera atacado de nuevo.
Levanto el auricular dando un suspiro y marco el numero de Knutas. No hubo respuesta, tenia el movil apagado. Que putada. Intento hablar con Karin Jacobsson, con quien tambien tuvo bastante relacion el verano anterior. Parecia estresada.
– Si, Jacobsson.
– Hola, soy Johan Berg, de Noticias Regionales. Queria saber como va la busqueda de Fanny Jansson.
La voz al otro lado del telefono se suavizo. Johan sabia que la policia de Visby lo trataba con una cierta consideracion, al menos de momento.
– Hemos puesto en marcha un amplio dispositivo. En estos momentos continuan los rastreos por los alrededores de la escuela, de su casa y tambien del hipodromo, donde fue vista por ultima vez, pero hasta ahora los resultados han sido mas bien flojos. Hemos encontrado la bicicleta, eso ya lo sabras.
– Si, ?hay alguna huella en ella?
– Eso tendras que hablarlo con Anders Knutas. Es quien decide que informacion podemos facilitar a los medios.
– He intentado hablar con el, pero no contesta.
– No, en estos momentos esta en una reunion con los nuevos refuerzos que han llegado de la Policia Nacional. Seguro que tardaran por lo menos otra hora.
– ?Ha llegado a la isla mas personal de la Policia Nacional? ?Y eso por que?
– Como te he dicho, eso tendras que hablarlo con Knutas.
– Esta bien, gracias de todos modos. Adios.
Johan se echo hacia atras en la silla. El que la policia hubiera solicitado refuerzos de los cuerpos nacionales solo podia significar que el caso era mas grave de lo que parecia en un principio. Tenian que haber descubierto algo que pusiera de manifiesto que detras del caso habia un acto delictivo. Se levanto y se dirigio a la mesa del redactor jefe, como de costumbre Grenfors estaba con el auricular en la oreja.
Johan se preguntaba a veces cuanto tiempo perdia esperando a que la gente terminara de hablar por telefono. Advirtio que Grenfors habia vuelto a tenirse el pelo. Este tenia poco mas de cincuenta anos y cuidaba su aspecto, vestia siempre de forma deportiva y juvenil. Tenia por costumbre no almorzar nunca con sus companeros, en vez de eso preferia una sesion en el gimnasio de la Television Sueca. Era alto, delgado y estaba en buena forma, tenia buen aspecto para su edad. Max Grenfors estaba casado con una mujer muy atractiva quince anos mas joven que el y monitora de aerobic.
Cuando por fin colgo el telefono, Johan le conto lo que le habia dicho Karin.
– Vamos a esperar a ver que dice Knutas. De todos modos, hoy ya es demasiado tarde para volar hasta alli, a no ser que tengan algo muy importante que contar. Tendras que preparar un texto desde aqui de manera que al menos mantengamos la llama. Peter y tu podeis viajar manana si se demuestra que el asunto vale la pena.
Johan salio por la tarde con su amigo Andreas. Empezaron en el Vampires Lounge de la calle Ostgotagatan, donde los cubatas eran baratos y el ambiente relajado. La chica del bar vestia completamente de negro, llevaba el cabello corto y grandes aros en las orejas. Cuando se volvio para enjuagar un vaso se le vio el tatuaje que lucia en el extremo de la espalda. Le sirvio a cada uno su Frozen Margarita en una copa de cristal con el pie enroscado. Alrededor de la barra se daba cita una clientela relativamente joven, la mayoria con un paquete pequeno de Marlboro Light al lado. La gente de Estocolmo pertenecia a una especie de fumadores noctambulos. En los restaurantes a la hora del almuerzo apenas se veia nadie que fumara, pero por las noches casi todos iban con el cigarrillo en la boca.
– Pareces un poco decaido -comento Andreas cuando dejaron de hablar, como de costumbre, de los inevitables temas del trabajo y de los distintos acontecimientos deportivos.
– No, que va, es solo que estoy un poco cansado -dijo Johan, e hizo lo mismo que los demas clientes del bar, se encendio un cigarrillo.
– ?Que tal con esa chica de Gotland, Emma?
– Bien, pero es dificil tambien, ya sabes, con el marido, los hijos y todo.
Andreas meneo la cabeza.
– ?Por que te lias con una mujer casada y con hijos pequenos? ?Que ademas vive en Gotland! ?No podias complicarte la vida un poco mas?
– Lo se -suspiro Johan-. Tu no lo entiendes porque nunca has estado lo suficientemente enamorado de nadie.
– ?Pero que dices? Claro que lo he estado. Estuve cinco anos con Ellen -protesto Andreas.
– Si, ?pero que sentias realmente? Tenias dudas todo el tiempo. Te quejabas constantemente, si no era por una cosa era por otra; que si era vegetariana, que si llegaba siempre tarde, que si era descuidada y no era capaz de encauzar su vida. Que no hacia mas que estudiar y venga a estudiar, sin que eso la condujera a ningun sitio, y que nunca tenia dinero. ?Lo has olvidado?
Andreas solto la carcajada.
– No, claro que no, ?sabes lo que ha sido de ella? Me la encontre en el centro hace unos meses. Recien casada y con un nino en camino, vive en un chale en Saltsjobaden y es jefa de una gran agencia de publicidad. ?Y ademas esta guapisima!
– Ahi lo tienes, ?que sabe uno de la gente? -se rio Johan.
Empezaron a hablar con tres simpaticas chicas de Vastberga y siguieron hasta el famoso bar de Sodermalm, Kvarnen.
Johan se encontro con otros amigos periodistas y se enzarzaron en discusiones tan profundas sobre el panorama informativo en el mundo que tanto Andreas como las chicas se cansaron y se largaron.
Cuando Johan tomo un taxi para volver a casa a las tres de la manana, Emma ocupo de nuevo sus pensamientos. ?Que estaria haciendo ahora? Queria enviarle un mensaje al movil, pero se contuvo. Habian acordado que la proxima vez llamaria ella.
Sabado 1 de Diciembre
Olle la habia llamado de pronto y la habia invitado a cenar. Por fin iba a poder ver a los ninos. Apenas habia pasado una semana desde la ultima vez que los vio, pero le parecia como un mes. Por lo menos. La habia telefoneado la tarde anterior y entonces Emma pudo hablar con ellos por primera vez desde que la echo de casa.