– Por desgracia, no -intervino Erica sombria-. Pero os agradeceria que no lo divulgarais. Ya se sabra, a su debido tiempo, pero no tenemos por que darles a las chismosas del pueblo mas material del necesario.

– No, claro, no diremos nada -aseguro Anna.

– No me explico como puede Patrik tener el trabajo que tiene -observo Dan cogiendo un bollo de canela-. Yo no lo resistiria. Tener que ensenarles gramatica a los adolescentes ya me parece bastante dramatico.

– No, yo tampoco lo resistiria -confeso Anna con la mirada perdida. Tanto Dan como Erica lanzaron una maldicion para sus adentros. Hablar de cadaveres y de asesinatos no era, quiza, lo mas indicado para Anna.

Como si les hubiese leido el pensamiento, los tranquilizo:

– No os preocupeis por mi. No pasa nada porque hableis de ello. -Sonrio levemente y Erica se imagino las escenas que pasaban por la mente de su hermana.

– ?Ninos! ?Aqui estan los bollos! -grito Anna una vez mas, rompiendo la tension. Oyeron el tamborileo de dos pares de pies y un par de manos y otro de rodillas y, pocos segundos despues, entro por la puerta el primer aspirante a un bollo de canela.

– Bollo, yo quiero bollo -canturreo Adrian mientras, con una agilidad asombrosa, trepaba a su silla. Poco despues llego Emma y, finalmente, gateando, aparecio Maja. La pequena no habia tardado mucho en aprender el significado de la palabra bollo. Erica ya se disponia a levantarse cuando Dan se le adelanto.

Cogio a Maja, no pudo evitar darle un beso en la mejilla, la sento despacio en su trona, partio un bollo en pedacitos y empezo a darselo a la pequena. Tanta muestra de dulces hizo que Maja sonriera de tal forma que dejo al descubierto el par de granitos de arroz que tenia en el labio inferior. Los mayores no pudieron evitar romper a reir. Era una moneria de nina.

Nadie hablo mas de asesinatos ni de cadaveres. Pero todos siguieron pensando en aquello a lo que Patrik debia enfrentarse.

Todos aguardaban apaticos en la sala de descanso de la comisaria. Martin seguia luciendo una palidez antinatural y parecia tan cansado como Hanna. Patrik estaba apoyado en la encimera del fregadero, con los brazos cruzados, y espero hasta que todos se hubieron servido cafe. Despues de haber recibido la senal de aprobacion de Mellberg, tomo la palabra.

– Esta manana, muy temprano, Leif Christensson, propietario de una empresa de recogida de basuras, encontro un cadaver en su camion. En realidad, lo habian dejado en un contenedor, pero, al vaciarlo, cayo en el camion. Os puedo asegurar que esta totalmente conmocionado. -Patrik hizo aqui una pausa y tomo un sorbo del cafe que tenia a su lado en la encimera. Luego prosiguio-: Acudimos enseguida al lugar del hallazgo y constatamos que se trataba de una mujer. A partir de las circunstancias hemos llegado a la conclusion preliminar de que se trata de un asesinato. El cadaver presenta, ademas, una serie de lesiones que apuntan a que fue agredida, lo cual confirmaria la hipotesis provisional. Sin embargo, no lo sabremos con seguridad hasta que no tengamos el resultado de la autopsia. En cualquier caso, trabajamos partiendo de la base de que la asesinaron.

– ?Sabemos quien…? -comenzo a preguntar Gosta, pero Patrik lo interrumpio con un gesto.

– Si, hemos identificado el cadaver de la mujer. -Patrik se volvio hacia Martin, que a duras penas podia combatir las nauseas ante el solo recuerdo de las imagenes que habia visto. No parecia estar en disposicion de hablar aun, de modo que Patrik continuo-: Parece que se trata de una de las participantes del programa Fucking Tanum. La chica a la que llaman Barbie. Pronto sabremos cual era su verdadero nombre. No me parece lo bastante digno llamarla Barbie dadas las circunstancias.

– Pero… nosotros… Martin y yo la vimos ayer -balbucio Hanna. Tenia la cara tensa y miraba a Patrik y a Martin alternativamente.

– Si, lo se -dijo Patrik con un gesto afirmativo hacia Martin-. Fue Martin quien la identifico. Por lo visto, hubo una pelea, ?no? -pregunto enarcando una ceja y animando asi a Hanna a que continuase.

– Si… -respondio como pensandoselo, como si quisiera elegir sus palabras con sumo cuidado-. Si, la cosa se puso bastante seria durante un rato. Los demas participantes se ensanaron con ella, pero lo que yo presencie fue mas bien verbal, algun empujon, nada mas. Martin y yo entramos y los separamos, y lo ultimo que vimos fue que Barbie echo a correr llorando en direccion al pueblo.

Martin asintio para confirmar sus palabras.

– Si, asi fue -aseguro-. Hubo muchos gritos e insultos, pero nada que ocasionara las lesiones que presentaba el cadaver.

– Bien, tendremos que hablar con esa pandilla -resolvio Patrik-. Y averiguar de que iba la pelea. Y si alguien vio adonde… -vacilo un instante a la hora de decir el nombre, pero aun no tenian otro por el que llamarla-… adonde se fue Barbie. Tambien hemos de hablar con el equipo de television, e ir a buscar lo que grabaron ayer y echarle un vistazo.

Annika iba anotando mientras Patrik enumeraba las tareas que deberian abordar. Antes de dirigirse a Annika, reflexiono unos segundos, transcurridos los cuales le dijo:

– Tambien debemos encargarnos de informar a la familia. Y averiguar si la gente observo algo raro ayer por la noche. -Volvio a guardar silencio, antes de anadir, en un tono grave-:

Cuando esto se sepa, y no tardara mas de un par de horas, se organizara un buen caos. Esta noticia tendra repercusion a escala nacional, y debemos contar con que estaremos practicamente sitiados todo el tiempo que dure la investigacion. Asi que tened cuidado de con quien hablais y lo que decis. No quiero que circule por ahi un monton de informacion que yo… -Aqui dudo un segundo y anadio enseguida-:… que Mellberg y yo no hayamos sancionado.

Para ser sincero, solo le preocupaba lo que Mellberg pudiera ir diciendo por ahi. A su jefe le encantaba estar en el candelero, y un periodista que supiera darle coba podria sonsacarle, en principio, toda la informacion que tenian del caso. Sin embargo, nada podia hacer el al respecto. Mellberg era el jefe de la comisaria, al menos nominalmente, y Patrik carecia de autoridad para ponerle una mordaza. Sencillamente, tendria que cruzar los dedos y confiar en que Mellberg tuviese un apice de sentido comun. Aunque, desde luego, no apostaria un centimo por ello.

– Haremos lo siguiente. Yo ire a hablar con el jefe de produccion… -Tamborileo con los dedos mientras hacia memoria para recordar el nombre.

– Rehn, Fredrik Rehn -intervino Mellberg, a lo que Patrik, sorprendido, le dio las gracias con un gesto. Era tan insolito que Mellberg aportase algun tipo de informacion relevante…

– Exacto, Fredrik Rehn -repitio Patrik-. Martin y Hanna, vosotros escribireis un informe de lo que presenciasteis ayer por la noche. Y Gosta… -Patrik buscaba febrilmente algo de provecho que encomendarle a Gosta, hasta que se le ocurrio una tarea-. Gosta, tu intenta averiguar mas cosas sobre los propietarios de la casa a la que pertenece el contenedor. En realidad, no creo que exista ningun vinculo, pero nunca se sabe.

Gosta asintio con gesto cansino. Una mision concreta… Se le hacia pesada aun antes de comenzar.

– Muy bien -dijo Patrik dando una palmada, senal de que daba por concluida la reunion-. Tenemos trabajo.

Todos murmuraron algo a modo de respuesta y se fueron levantando. Patrik los observo mientras salian de la sala. Se

preguntaba si eran conscientes de que las fuerzas de la naturaleza se desatarian sobre ellos en breve. Dentro de muy poco tiempo, los focos de toda Suecia apuntarian a Tanumshede. Tendrian que acostumbrarse a ver el nombre de su pueblo en las primeras paginas de todos los periodicos, de eso estaba seguro.

Joder, esto va a ser fantastico! Huele a exito a cien kilometros.

En el reducido espacio del autobus del estudio, Fredrik Rehn le dio al tecnico una contundente palmada en la espalda. Habian revisado el material del dia anterior y ya habian empezado a hacer los cortes. A Fredrik le gusto lo que habia visto, pero incluso lo bueno podia mejorarse.

– ?Podriamos anadir mas abucheos mientras canta Tina? En la cinta resultan muy pocos y, bueno, teniendo en cuenta lo mal que lo hizo, merece algo mas de presion.

Se echo a reir mientras el tecnico asentia entusiasmado. Mas abucheos, por supuesto, eso no suponia ningun problema. Si anadia un poco de sonido en varios canales, sonaria como si todos y cada uno de los asistentes al espectaculo se hubiesen pasado el rato abucheando a Tina.

– Este grupo es una gozada -se congratulo Fredrik. Se retrepo y cruzo las piernas-. Son tan absolutamente imbeciles… pero claro, ni ellos mismos son conscientes. Tina, por ejemplo, se ha creido de verdad que va a convertirse en una cantante de exito, ?y resulta que no atina con una sola nota! Estuve hablando con el productor

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