– Creo que si.

El abogado carraspeo. Saco de nuevo el panuelo y se sono.

– ?Que hora cree que seria?

– No tengo ni idea.

– ?Ni siquiera una aproximacion?

– Pues no. Cualquier hora entre las nueve y las dos… No mire el reloj para nada.

– Entiendo. Por que iba a hacerlo.

El abogado empezo a recoger sus papeles.

– Voy a pedirle que no sea demasiado explicito… en la descripcion del acto, si es que saliera a colacion en el juicio. Me parece que podria malinterpretarse.

– Seguramente.

– Por cierto, no habia huellas de esperma… bueno, ya sabe que se hacen investigaciones bastante minuciosas…

– Si, me lo dijo el comisario… sera que no llegue a eyacular. Es uno de los efectos del vino… o de los meritos, segun como se mire. ?No le parece?

– ?De veras? ?Sabe usted que se ha fijado la hora?

– ?Que hora?

– La hora de la muerte. No exactamente, claro esta, casi nunca se puede… pero en algun momento entre las cuatro y las cinco y media…

– Yo subi a las ocho y veinte.

– Lo sabemos.

El abogado se puso de pie. Se arreglo la corbata y se abrocho la americana.

– Creo que ya basta por hoy. Muchas gracias. Volvere manana con mas preguntas. Espero que sea usted comprensivo.

– ?Es que no he sido comprensivo hoy?

– Si, si, mucho.

– ?Puedo quedarme los cigarrillos?

– Desde luego. ?Puedo hacerle una ultima pregunta que quiza sea un poco… incomoda?

– Naturalmente.

– Me parece que es importante. Quiero que sea cuidadoso con la respuesta…

– Bueno.

– Si no quiere usted decir nada, lo comprendere, pero creo que es bueno que sea sincero consigo mismo. Asi que ?tiene usted alguna sensacion de querer recordar verdaderamente lo que ocurrio… o prefiere dejarlo estar?

Mitter no contesto. El abogado no le miro.

– Yo estoy de su parte. Espero que lo entienda.

Mitter asintio con la cabeza. El abogado llamo al timbre y a los pocos segundos aparecio el vigilante para dejarle salir. Ruger se detuvo en el vano. Parecio dudar.

– Mi hijo me encargo que le saludase. Edwin… Edwin Ruger. Usted le dio clase de historia hace diez anos, no se si le recordara… el le tenia aprecio en todo caso. Era usted un profesor interesante.

– ?Interesante?

– Si, esa fue la palabra que empleo.

Mitter volvio a asentir.

– Si que le recuerdo. Saludos y gracias.

Se estrecharon la mano y se quedo solo.

3

Un insecto subia por su desnudo brazo derecho. Un bicho obstinado de no mas de un par de milimetros; lo miro y se pregunto adonde iria.

Hacia la luz, tal vez. Habia dejado la lampara encendida aunque era plena noche. Por alguna razon le resultaba dificil soportar la oscuridad. No era normal en el; la oscuridad nunca habia representado peligro, ni siquiera cuando era un nino… podia recordar varias ocasiones en las que habia logrado mayor aprecio del que merecia por su valentia y coraje solo porque no tenia miedo de la oscuridad. Sobre todo por parte de Mankel y de Li.

Mankel ya habia muerto. De lo que habia sido de Li no tenia ni idea… era raro que aparecieran ahora; seguro que no les habia dedicado ni un pensamiento durante anos. Habia tantas otras cosas que debian aparecer en lugar de eso… pero ?quien es capaz de gobernar los arbitrarios mecanismos del recuerdo?

Miro el reloj. Las tres y media. La hora de los lobos. ?Habia sonado algo?

En todo caso habia dormido con inquietud. ?A lo mejor habia habido algo en suenos mientras dormia? Los ultimos dias habia ido convenciendose cada vez mas de que todo le llegaria en suenos. Mientras estaba despierto no pasaba nada; al cabo de una semana, aquella noche estaba tan en blanco como la primera manana… un fallido bano de revelado en el que nada, ni el mas minimo perfil, queria aparecer en el papel… como si el, en realidad, ni siquiera lo hubiera vivido, como si no hubiera pasado absolutamente nada despues del salvaje acto amoroso al que se habian entregado. Las ultimas imagenes eran nitidas… Las nalgas de Eva que se abrian y se cerraban en torno a su miembro, su espalda absurdamente curvada en el momento del extasis, el balanceo de sus pechos y sus unas clavadas en su piel… Habia mas de lo que le habia contado a Ruger, pero no tenia importancia… Despues del abrazo en la cocina, todo estaba vacio. Brillante como un espejo. Como hielo reciente sobre aguas oscuras.

?Se habia dormido, sencillamente? ?Desmayado? En todo caso estaba desnudo encima de la cama cuando se desperto por la manana.

?Que cojones era lo que habia pasado?

?Eva? Varias veces habia oido su voz en suenos, estaba seguro de ello, pero jamas las palabras. Nunca el mensaje, solo la voz… oscura, burlona, seductora… a el siempre le habia gustado su voz.

El piso estaba relativamente limpio y arreglado. A excepcion de los restos de la cena en la cocina y las ropas por el suelo, no habia senales de nada improcedente. Un par de ceniceros llenos de colillas, vasos a medio beber, la botella en el vestibulo… el habia quitado de en medio lo poco que habia antes de que llegara la policia.

Las mismas preguntas. Una vez y otra. De nuevo y de nuevo. Reflejandose a si mismas en el vidrio del espejo. Rebotando como un punado de gravilla sobre el hielo. Y no pasaba nada. Nada.

Y si al fin se le apareciera todo en el sueno, ?como podia estar seguro de retenerlo? ?De no perderlo como hacia siempre?

Los periodos de sueno eran mas irregulares que nunca. Nunca mas de una hora, con frecuencia solo quince o veinte minutos.

El ultimo cigarrillo de Ruger habia caido hacia las dos… hubiera pagado una fortuna por dar una calada ahora; tenia un picor en el cuerpo del que no podia librarse, una especie de picazon tan profundamente enterrada en la piel que era inaccesible…

Y el hastio.

Un hastio que iba y venia y que a lo mejor resultaba ser una bendicion puesto que mantenia alejadas cosas que podian ser peores.

?Que era lo que habia insinuado Ruger?

?Queria el verdaderamente saber? ?Lo queria…?

Sintio una ligera punzada en el hombro. El insecto le habia picado. Dudo un instante antes de cogerlo entre el pulgar y el indice y aplastarlo.

Cuando se lo trago sintio a lo sumo que era como una miga de pan.

Se volvio hacia la pared. Permanecio alli con la cara pegada al cemento, a la escucha de ruidos. Lo unico que podia oir era el monotono soplo del sistema de ventilacion.

Explotara, penso. Es cuestion de tiempo.

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