No fue hasta que estuvo realmente cerca cuando se dio cuenta de que algo iba mal. Sujeto el manillar y la bicicleta se tambaleo. Las dos ruedas estaban rasgadas, al igual que el sillin. Lo observo incredula, sin comprender lo que veia.

– Esto es solo el principio, puta de mierda.

Vacilo un instante y levanto la vista. Sven se encontraba en la zanja un par de metros mas alla. Ella comprendio lo que se avecinaba.

– He destrozado tu piso de mierda -espeto el-. He cortado toda tu jodida ropa de puta.

El hombre sollozo y se tambaleo. Annika comprendio que estaba borracho. Bordeo con cuidado la verja sin perderle de vista.

– Sven, estas enfadado -dijo-. Estas borracho. No eres tu mismo. Piensa en lo que dices.

El comenzo a llorar, agitando los brazos.

– ?Eres una puta y ahora vas a morir!

Ella dejo caer el bolso en el suelo y salio corriendo. La vision desaparecio, todo quedo en blanco. Corria ciega de rabia, una rama le golpeo el rostro y le hizo un corte en la mejilla, se cayo y se levanto. El sonido, donde estaban los sonidos, Dios mio, corre, corre, pies golpeando la tierra, cono, cono, donde esta el, ?Dios mio, ayudame!

Corria sin ver nada, por entre los arboles, cruzando el camino, por zanjas, hasta que desaparecio entre la maleza. Alli, tropezo con la raiz de un arbol y permanecio en el suelo bocabajo con las hormigas bullendo por su cara. Cerro los ojos y espero la muerte, pero esta no llego. En cambio, si volvieron el sonido, el viento entre los arboles, su propia respiracion, el silencio.

No le veo detras de mi, penso, y tambien: Tengo que ir hacia una zona habitada. Necesito ayuda.

Se levanto vacilante y en silencio, se sacudio las ramas y las hormigas, escucho, ?donde estaba?

Aqui no, ahora no. Miro a su alrededor, no debia de encontrarse lejos de la casa del Viejo-Gustav.

Con cuidado y ligeramente agachada corrio hacia Lillsjotorp. Los niscalos se deshacian bajo sus zapatillas deportivas. Los troncos pasaban volando, marrones, rugosos, le rozaban las manos, salto por encima de un riachuelo junto a la aceria abandonada.

Alli vislumbro el rojo Falun por entre los arboles, la casa del Viejo-Gustav. Se enderezo y subio corriendo todo lo que pudo hacia la casa.

– ?Gustav! -grito-. Gustav, ?estas en casa?

Corrio hacia la baranda, tiro de la puerta: cerrada. Se dio la vuelta hacia la lenera donde el viejo siempre solia estar, y alli habia alguien, pero no era Gustav.

– Sabia que vendrias aqui ?puta de mierda!

Sven cogio impulso y corrio hacia ella, llevaba algo en la mano.

Ella salto por encima de la verja y aterrizo sobre las rosas de Gustav, las espinas y el aroma dulzon se le metieron por la nariz.

– Annika, solo quiero hablar contigo. ?Detente!

Ella corrio hacia el bosque, de nuevo a la hondonada, sobre el riachuelo, bordeo el pantano, el jadeo tras ella no remitia, sus pisadas retumbaban sobre el musgo, volo sobre ramajes y piedras. Vision de tunel y sofoco, todo a su alrededor pasaba bailando en fragmentos.

Corro, penso, no estoy muerta. Me muevo, vivo, no se ha acabado, tengo una oportunidad. Correr no es peligroso, correr es una solucion, soy buena corriendo.

Se desperto en ella la necesidad de afrontar un durisimo entrenamiento, forzo la vuelta de la adrenalina, se concentro en la respiracion, en la toma de oxigeno, respira, respira, la vision retorno, el estrepito de su cabeza disminuyo, los pensamientos tomaron forma.

El corre mas rapido que yo, penso, pero esta borracho y yo conozco el bosque mejor. Sven corre mas rapido sobre superficies planas, debo mantenerme en el monte.

Giro repentinamente hacia el norte, abandono el camino. Alli arriba estaban el Gorgsjon y el Holmsjon, si los bordeaba podria ir hacia el este, subir al camino de Sormland y entrar en el pueblo por la aceria.

Sintio que le pesaban las piernas, acababa de comer medio kilo de niscalos. Las obligo a aumentar el ritmo, apreto los dientes para combatir el dolor. Ya no se oia el jadeo tras ella. Lanzo una mirada por encima del hombro, arboles y vegetacion, cielo y piedras.

Puede haber cogido un camino forestal, intentar atajarme, penso de pronto, se detuvo de golpe.

El pulso le latia, fuerte y alto, escucho el bosque. Nada, solo el viento.

?Donde estan los caminos forestales?

Algo crujio a su espalda, miro a su alrededor, sintio el panico acechando tras los troncos.

Dios mio, ?donde esta el camino? Aqui hay un camino, pero ?donde?

Respiro, se obligo a pensar. ?Como era el camino?

Se trataba de un sendero de tala por el que conducian los troncos. La vegetacion habia comenzado a crecer y el bosque habia alcanzado la altura de una persona.

Corre hacia la maleza, penso.

En ese mismo instante salto el gato frente a ella y se apreto contra sus piernas, ella tropezo con el.

– Whiskas, estupido gato. Vete a casa.

Le dio una patada, intento espantarlo.

– Corre a Lyckebo. Corre con la abuela.

El animal maullo y desaparecio tras un matorral.

Annika corrio hacia el este, de pronto el bosque se volvio monte bajo. Tenia razon, ahi estaba el camino. Espero algunos segundos en el matorral donde se habia encontrado al gato, y antes de salir recupero la respiracion, el camino estaba libre. Al poco paso Gorgnas, nadie en la casa, Mastorp, nadie tampoco ahi, luego directo hacia el este, para salir al camino, en linea recta.

Sven estaba en la ultima curva antes de llegar al camino de Sormland. Ella lo vio con tres segundos de ventaja, se lanzo hacia el norte, subiendo hacia el pantano de la aceria. Algo relucia en su mano; comprendio que. La razon abandono su cuerpo. Corrio, grito, se cayo, se tambaleo, se acerco al lago, entro en el, jadeo de frio, nado, nado, salio a la playa, escupio, se tambaleo hacia los barracones, y estaba el cercado. Corrio hacia la izquierda, trepo por un gran alamo, que estaba entre las casas de la aceria.

– No te escaparas, ?puta de mierda!

Miro a su alrededor, no lo vio, paso corriendo una casa blanca, tiro de una puerta de hierro azul claro blanqueada por el sol, corrio hacia dentro en la oscuridad. Cegada, tropezo con una pila de escombros, escupio polvo, fue hacia dentro, mas lejos, lloro. La oscuridad se disolvio, las sombras tomaron forma, un horno de fusion, y calderos de tambor abandonados. Filas de pequenas ventanas de un marron cenagoso bajo el tejado, hollin y herrumbre. La puerta que habia abierto se dibujo como un rectangulo de luz a lo lejos, la silueta del hombre se acercaba lentamente. Vio relucir el arma en su mano. Reconocio su machete de caza.

Ella se giro y corrio, el suelo de chapa retumbaba bajo sus pies, paso el horno. Subio la escalera, oscuridad, otra escalera, tropezo y se golpeo una rodilla, regreso a la luz, una plataforma, ventanas, gruas, se golpeo la cabeza contra el suministrador de arena de moldear.

– Ya no tienes salida.

El respiro agitadamente, los ojos brillantes de odio y alcohol.

– Sven -gimio ella, retrocediendo hacia el pozo de escombros-, Sven, no lo hagas, en realidad no quieres…

– Puta de mierda -grito.

En ese mismo instante se oyo un tenue maullido a lo lejos en la escalera. Annika entorno los ojos y miro hacia las sombras, busco con la mirada entre el hollin y los escombros. El gato, el gato, la habia seguido todo el camino.

– ?Whiskas!-grito ella.

Sven se acerco un paso, ella retrocedio, el gato se acerco a ellos, maullaba y se arqueaba, daba pequenos paseos y corria, apretaba su hocico contra los oxidados restos de maquinaria, jugueteaba con un trozo de carbon.

– Deja al gato de mierda -exclamo Sven ronco, ella reconocio esa voz, el estaba a punto de llorar-. No me puedes abandonar asi. ?Que voy a hacer sin ti?

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