– Fue tomada por una camara de video.
– Tambien la pelicula de Zapruder, pero por lo menos se veia algo.
Me pregunte a que se referiria, pero no hice comentario alguno. Entonces adverti una sombra en su rostro, un sutil entornar de parpados.
– ?Que sucede?
– Vera… -comenzo sin dejar de mirar la foto.
– ?Si?
– El tipo me recuerda a otro granuja que tambien me dejo colgado. Pero tal vez porque me ha hecho recordarlo con sus preguntas. ?Diablos, no puedo asegurarlo!
Tiro la foto sobre el mostrador, hacia mi.
– Tengo que cerrar.
– ?De quien se trataba?
– Vera, es una foto espantosa. Se parece a muchisimos tipos con cabellos malos. No significa nada.
– ?A quien se referia cuando dijo que lo dejo colgado? ?Cuando fue eso?
– Por eso me enfade tanto con Grace. El tipo que tuve antes que ella se marcho sin tan siquiera despedirse; luego Grace tambien se largo, poco despues de ese otro individuo. Grace y el trabajaban a media jornada, pero eran la unica ayuda con que yo contaba. Mi hermano se encontraba en Estados Unidos, y aquel ano estaba yo solo para llevar la tienda.
– ?De quien se trataba?
– Era un tal Fortier. Dejeme pensar. Leo, Leo Fortier. Lo recuerdo porque tengo un primo tambien llamado Leo.
– ?Trabajaba aqui al mismo tiempo que Grace?
– Si, lo contrate para sustituir al tipo que se marcho antes de que Grace comenzase. Imagine que si dos personas a tiempo parcial se repartian las horas, en caso de que me fallara uno de ellos solo me quedaria colgado medio dia. Y de pronto se fueron los dos.
– ?Que puede decirme de el?
– Muy facil: nada. Vio mi anuncio al pasar por la calle y se ofrecio para trabajar a tiempo parcial. Coincidia con mis necesidades: abrir temprano, venir a ultima hora a cerrar y limpiar. Y tenia experiencia en cortar carne. Resulto realmente bueno, la verdad. De dia tenia otro empleo. Me parecio conforme, muy tranquilo. Hacia su trabajo sin rechistar. ?Diablos, ni siquiera llegue a enterarme de donde vivia!
– ?Como se llevaban Grace y el?
– ?Como voy a saberlo? El se habia ido cuando ella llegaba y luego venia cuando ella habia concluido. Ni siquiera estoy seguro de que llegaran a conocerse.
– ?Y cree que el tipo de la foto se parece a Fortier?
– A el y a cualquiera con mal pelo y un aire similar.
– ?Sabe donde se encuentra ahora Fortier?
Nego con la cabeza.
– ?Conoce a alguien llamado Saint Jacques?
– Tampoco.
– ?Y Tanguay?
– Parece un bronceador para maricas.
La cabeza me martilleaba y me escocia la garganta. Le deje mi tarjeta por si recordaba algo.
Capitulo 38
Cuando llegue a casa encontre a Ryan en mi puerta echando chispas.
– Por lo visto ni yo ni nadie logramos hacernos entender por usted. Es como esos danzarines rituales indigenas, que se creen inmunes a las balas.
Estaba sofocado y adverti que le latia una venita en las sienes. Me parecio poco oportuno hacer comentarios en aquel momento.
– ?De quien era ese coche?
– De una vecina.
– ?Le resulta divertido todo esto, Brennan?
No respondi. Mi dolor de cabeza se habia extendido hacia atras y me abarcaba todo el craneo, y una tos seca me hacia comprender que mi sistema inmunitario se estaba debilitando.
– ?Hay alguien en el planeta capaz de hacerse comprender por usted?
– ?Quiere entrar a tomar un cafe?
– ?Acaso cree que puede largarse con viento fresco y dejar a la gente con un palmo de narices? Esos muchachos se pasan la vida ahi para protegerla, Brennan. ?Por que diablos no llamo ni me dejo un aviso?
– Lo hice.
– ?No podia esperar diez minutos?
– No sabia donde estaba ni cuanto tardaria en regresar y no pensaba estar ausente mucho tiempo. ?Diablos, no he tardado tanto!
– Podria haber dejado un mensaje.
– Si hubiera sabido que iba a exaltarse tanto le hubiera dejado Guerra y paz.
Sabia que era injusta con el.
– ?Exaltarme tanto? -Mantenia una frialdad controlada-. Permitame que pase revista a la situacion. Cinco, tal vez siete mujeres han sido brutalmente asesinadas y mutiladas en esta ciudad. La victima mas reciente se descubrio hace tres semanas.
Pasaba recuento con los dedos.
– Una de ellas aparecio de modo parcial en su jardin. Un tipo chiflado tiene una foto de usted en su coleccion privada y ha desaparecido. Un solitario que colecciona cuchillos y pornografia, frecuenta prostitutas y le gusta hacer picadillo a animalitos marca el telefono de su apartamento y ha estado acechando a su mejor amiga, que ahora ha muerto y que fue enterrada con una foto de usted y de su hija. Un solitario que tambien ha desaparecido.
Una pareja que pasaba por la acera, desvio la mirada y apresuro los pasos, incomodos al suponer que presenciaban una disputa de enamorados.
– Entre, Ryan. Le preparare un cafe.
Tenia la voz ronca y comenzaba a dolerme la garganta.
Alzo la mano exasperado, con los dedos extendidos, y la dejo caer a su costado. Yo le devolvi las llaves a mi vecina, le di las gracias por dejarme su coche y abri para que Ryan y yo entrasemos en el apartamento.
– ?Descafeinado o fuerte?
Antes de que pudiera responder sono su busca y nos sobresalto.
– Mejor descafeinado -dije-. Ya sabe donde esta el telefono.
Entre el ruido de las tazas escuche con disimulo.
– Aqui Ryan. -Pausa-. Si. -Nueva pausa-. Ninguna tonteria. -Pausa mas prolongada-. ?Cuando? -Otra pausa-. Bien, gracias. Ire en seguida.
Vino a la puerta de la cocina y se detuvo alli con el rostro tenso. Mi temperatura, presion sanguinea y pulso comenzaron a acelerarse. «Tranquilizate.» Servi dos tazas de cafe procurando que no me temblase la mano y aguarde a que el hablara.
– Lo tienen.
Se me inmovilizo la mano y suspendi la jarra en el aire.
– ?A Tanguay?