No respondi. Mentalmente revisaba las lineas de dos informes de autopsia.

– Eso tiene sentido. Adkins y Morisette-Champoux no mostraron senales de esperma.

– Bingo.

– ?Como se volvio impotente?

– Una combinacion congenita y traumatica. Nacio con un solo testiculo, que perdio despues en un accidente deportivo. Por desdichada coincidencia otro jugador llevaba un boligrafo, que se clavo en el unico testiculo de Tanguay, y adios espermatogenesis.

– ?Y por ello se volvio ermitano?

– Tal vez ella tenga razon.

– Eso explicaria su falta de atractivo con las mujeres.

Recorde los comentarios de Jewel y de Julie.

– Y todo lo demas.

– ?No es extrano que se dedicara a la ensenanza? -reflexiono Ryan-. ?Por que trabajar en un ambiente en el que uno debe relacionarse con tanta gente? Si realmente se sentia incapaz podria haber escogido algo menos comprometido, mas privado, como informatica o trabajo de laboratorio.

– No soy psicologa, pero considero que la ensenanza podria ser perfecta. No hay que comunicarse con iguales, con adultos, sino con criaturas. Uno es el que esta al frente, el que posee el poder. La clase es un pequeno reino, y los muchachos tienen que hacer lo que uno dice. En modo alguno van a ridiculizarnos o juzgarnos a posteriori.

– Por lo menos en la cara de uno.

– Podria ser el perfecto equilibrio para el. Satisfaria su necesidad de poder y control de dia, y estimularia sus fantasias sexuales nocturnas. Y seria el mejor escenario para el caso -anadi-. Piense en las oportunidades de voyeurismo o incluso de contacto fisico que tiene con esos jovenes.

– Si.

Guardamos silencio un rato mientras Ryan escudrinaba la habitacion como hiciera en el apartamento de Tanguay. Parecia agotado.

– Creo que la brigada de vigilancia ya no es necesaria -le dije.

– Si -repuso al tiempo que se levantaba.

Lo acompane a la puerta.

– ?Cual es su opinion sobre el, Ryan?

No respondio en seguida, pero lo hizo cuidadosamente.

– Pretende ser tan inocente como Anita la huerfanita, pero esta muy nervioso: oculta algo. Manana sabremos que se esconde en aquella cabana. Lo utilizaremos para acusarlo de todo y cantara de plano.

Cuando se marcho me tome una fuerte dosis de un medicamento para resfriados y por primera vez desde hacia semanas dormi profundamente. No recuerdo si sone.

Al dia siguiente me encontraba mejor pero no lo suficiente para ir al laboratorio. Tal vez pretendia aislarme; el caso es que me quede en casa. Solo deseaba ver a Birdie.

Estuve revisando la tesis de un alumno y respondi correspondencia que habia dejado a un lado durante semanas. Ryan me llamo sobre la una, cuando vaciaba la secadora. Por su tono comprendi que las cosas no iban bien.

– Los especialistas han revuelto la cabana de arriba abajo sin encontrar nada sugerible de que el tipo juegue solitarios. Ni cuchillos ni armas ni peliculas porno. Ninguno de los recuerdos de la victima de Dobzhanksy: joyas, ropas, craneos ni partes de cuerpo. Solo una ardilla muerta en el refrigerador. Eso es todo. Por lo demas, cero.

– ?Huellas de excavacion?

– Nada.

– ?Hay un cobertizo o sotano de herramientas donde pudiera guardar hachas o armas blancas desechadas?

– Rastrillos, azadas, cajas de madera, una vieja sierra mecanica de cinta continua, un carrito con la rueda rota. Material corriente de jardineria. Y suficientes aranas para poblar un pequeno planeta. Al parecer Gilbert tendra que ser sometido a terapia.

– ?Habia algun espacio para introducirse a gatas?

– No me escucha, Brennan.

– ?Que resultado dio el Luminol? -insisti deprimida.

– Limpio.

– ?Recortes de periodicos?

– No.

– ?Hay algo que vincule ese lugar a la habitacion que registramos en la rue Berger?

– No.

– ?A Saint Jacques'?

– No.

– ?A Gabby?

– No.

– ?A cualquiera de las victimas?

No respondio.

– ?Que cree usted que hace el ahi?

– Pescar y pensar en el testiculo que ha perdido.

– ?Que haremos ahora?

– Bertrand y yo mantendremos una larga conversacion con el senor Tanguay. Sera el momento de dejar caer algunos nombres y caldear el ambiente. Aun espero que se de por vencido.

– ?Lo cree posible?

– Tal vez. Quiza no sea tan mala la idea de Bertrand. Acaso Tanguay sea una de esas personalidades divididas: por una parte el profesor de biologia con una existencia clara, que pesca y recoge muestras para sus alumnos y, por otra, que sienta un odio incontrolable contra las mujeres y se sienta sexualmente inadecuado, por lo que lo pone a cien acecharlas y asesinarlas salvajemente. Tal vez mantenga diferenciadas ambas personalidades hasta el extremo de reservar un lugar aislado para que el acechador disfrute con sus fantasias y admire sus recuerdos. ?Diablos, tal vez Tanguay ni siquiera sepa que esta loco!

– No esta mal. El doctor Jekyll y mister Hyde.

– ?Como?

– No tiene importancia. Una antigua comedia.

Acto seguido le explique lo que habia descubierto con Lacroix.

– ?Por que no me lo dijo antes?

– Es usted algo dificil de localizar, Ryan.

– De modo que el asunto de la rue Berger esta definitivamente vinculado.

– ?Por que cree que no habia huellas alli?

– ?Diablos, Brennan, no lo se! Tal vez Tanguay es mas resbaladizo que el hielo. Si le sirve de consuelo, Claudel ya ha hecho confesar a ese tipo.

– ?Que?

– El mismo se lo dira. Vera, tengo que ir alli.

– Estaremos en contacto.

Conclui mis cartas y decidi llevarlas al correo. Comprobe el refrigerador. Mis costillas de cerdo y mis bistes de ternera no me servian para Katy. Sonrei al recordar cuando me habia anunciado que no volveria a comer carne. ?Mi fanatica vegetariana de catorce anos! Crei que duraria tres meses, pero de ello hacia ya cinco anos.

Hice una lista mental: humus, tabouli, queso, zumos de frutas. A Katy no le gustaban las gaseosas. ?De donde habria sacado semejante hija?

El escozor de garganta habia retornado y volvia a sentir calor, por lo que decidi pasar por el gimnasio. Pense que el ejercicio y el sudor acabarian con aquellos microbios. Uno de ambos bandos resultaria victorioso.

El ejercicio resulto mala idea. Al cabo de diez minutos en la cinta andadora me temblaban las piernas y tenia

Вы читаете Testigos del silencio
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×