Buchanan habia empezado a responder cuando todos oyeron el sonido de un avion que se acercaba. Dirigieron la vista a la ventana y vieron que ya habia amanecido.
– Es el servicio aereo. Ya es de dia. El primer vuelo de la manana. La pista esta al otro lado de la calle -aclaro Faith.
– Eso si lo sabia -manifesto Reynolds.
– Sugiero que utilicemos a su amigo -propuso Buchanan mirando hacia Connie- para comunicarnos con esa persona. -?Y que le decimos?
– Que la operacion ha sido todo un exito pero que sus hombres han muerto en la refriega. El lo entendera, por supuesto. Es normal que haya victimas. Pero le haremos creer que Faith y yo hemos sido eliminados y la cinta destruida. Asi se sentira seguro.
– ?Y yo? -pregunto Lee.
– Dejaremos que seas nuestro comodin -respondio Buchanan.
– ?Y por que motivo debo hacer eso -quiso saber Reynolds-, cuando podria llevaros a vosotros, a Faith y a el -apunto con la pistola a Connie- a la Oficina de Campo, recuperar mi puesto y quedar como una heroina?
– Porque si lo hace, el hombre que ha provocado todo esto quedara libre. Libre para hacer otra vez algo parecido. Reynolds parecia confusa y preocupada.
Buchanan la escruto.
– La decision esta en sus manos.
Reynolds los miro uno a uno y luego poso los ojos en Lee. Se fijo en la sangre de la manga, los cortes y las magulladuras del rostro.
– Nos has salvado la vida a todos. Probablemente seas el mas inocente de toda la casa. ?Que opinas?
Lee se volvio hacia Faith y luego hacia Buchanan antes de dirigirse a Reynolds.
– Me parece que no puedo darte una razon de peso, pero el instinto me dice que deberias fiarte de el.
Reynolds exhalo un suspiro.
– ?Puedes ponerte en contacto con ese monstruo? -le pregunto a Connie, que no contesto-. Connie, sera mejor que colabores con nosotros. Se que estabas dispuesto a matarnos a todos y no deberia importarme lo que te pase. -Guardo silencio y agacho la cabeza por unos instantes-. Pero me importa. Es tu ultima oportunidad, Connie, ?que dices?
Connie abria y cerraba sus grandes manos con nerviosismo. Miro a Buchanan.
– ?Que quiere que diga exactamente?
Buchanan se lo explico con todo lujo de detalles y Connie se sento en el sofa, tomo el telefono y marco un numero. Cuando respondieron a la llamada dijo:
– Aqui… -Parecio avergonzarse por un momento-, aqui Mejor Baza. -Al cabo de unos minutos, Connie colgo el telefono y los miro-. Bueno, ya esta.
– ?Se lo ha tragado? -pregunto Lee.
– Eso parece, pero con estos tipos nunca se sabe.
– Bueno, eso nos dara un poco mas de tiempo -dijo Buchanan.
– Ahora tenemos ciertas cosas de las que ocuparnos -asevero Reynolds-. Como unos cuantos muertos. Y yo tengo que informar de todo esto. -Fijo la vista en Connie-. Y encargarme de que te encierren.
Connie la observo airado.
– En eso queda la lealtad -dijo.
Brooke le devolvio la mirada.
– Tu elegiste. Lo que hiciste por nosotros te ayudara. Pero vas a pasar mucho tiempo en prision, Connie. Por lo menos viviras. Eso ya es mas de lo que consiguio Ken. -A continuacion se dirigio a Buchanan-. ?Y ahora que?
– Sugiero que nos marchemos de inmediato. Cuando estemos lejos de esta zona puede llamar a la policia. Una vez en Washington, Faith y yo nos reuniremos con el FBI y les contaremos lo que sabemos. Debemos mantenerlo todo en el mas absoluto de los secretos. Si ese hombre se entera de que estamos colaborando con el FBI, nunca conseguiremos la prueba que necesitamos.
– ?Ese tipo ordeno matar a Ken? -pregunto Reynolds.
– Si.
– ?Defiende intereses extranjeros?
– De hecho, usted y el tienen el mismo jefe.
Reynolds lo miro, sorprendida.
– ?El Tio Sam? -dijo despacio.
Buchanan asintio.
– Si confia en mi, hare lo posible por ponerselo en bandeja de plata. Tengo una asignatura pendiente con el.
– ?Y exactamente que espera a cambio?
– ?Para mi? Nada. Si no hay mas remedio, ire a la carcel. Pero quiero que Faith quede libre. A no ser que me lo garantice, por mi ya puede llamar a la policia.
Faith lo agarro del brazo.
– Danny, tu no vas a pagar por todo.
– ?Por que no? Fue cosa mia.
– Pero tus motivos…
– Los motivos no sirven de excusa -replico Buchanan-. Yo sabia que corria ese riesgo cuando decidi infringir la ley.
– ?Yo tambien, maldita sea!
Buchanan se volvio hacia Reynolds.
– ?Acepta el trato? Faith no va a la carcel.
– En realidad, no estoy en situacion de ofrecer nada. -Reflexiono sobre el tema por unos instantes-. Pero puedo prometer algo: si es sincero conmigo, hare todo cuanto este en mi mano para que Faith quede libre.
Connie se levanto con el rostro livido.
– Brooke, necesito ir al bano, es urgente. -Le temblaban las piernas y se llevo una mano al pecho.
Brooke lo miro con recelo.
– ?Que ocurre? -Escudrino sus facciones palidas-. ?Estas bien?
– A decir verdad, podria estar mejor -musito, dejando caer la cabeza hacia un lado y encorvandose.
– Lo acompanare -dijo Lee.
Mientras los dos hombres se acercaban a las escaleras, Connie parecio perder el equilibrio y se apreto con fuerza el pecho con el rostro contraido de dolor.
– ?Mierda! ?Oh, Dios mio! -Cayo sobre una de sus rodillas, gimoteando, al tiempo que le goteaba saliva de la boca y empezaba a emitir gritos ahogados.
– ?Connie! -Reynolds corrio hacia el.
– ?Le ha dado un ataque al corazon! -exclamo Faith.
– ?Connie! -repitio Reynolds mientras contemplaba a su companero enfermo, que pronto se puso a convulsionarse en el suelo.
El movimiento fue rapido, demasiado rapido para un hombre de mas de cincuenta anos, si bien, la desesperacion podia combinarse con la adrenalina en un abrir y cerrar de ojos en circunstancias como aquella.
Connie se llevo la mano al tobillo. Alli guardaba una pistola compacta. Antes de