discutia sus instrucciones.

Y menos cuando le gustaban.

Sarah estaba sentada en un cafe tranquilo, a un kilometro de alli. El dolor de la traicion de Nick seguia muy vivo en su interior. Nunca se recuperaria de una herida tan profunda. Pero encontraria fuerzas para seguir adelante. Sobrevivir se habia convertido en algo automatico, instintivo. Habia abandonado sus suenos de amor y solo le quedaba un objetivo: vivir lo suficiente para ver el fin de aquella pesadilla.

Dentro de unas horas estaria con Geoffrey y el se ocuparia de su seguridad. Estaba habituado a moverse en aquel mundo de sombras. Y aunque no la amara, estaba segura de que si le importaba algo. Era la esperanza que le quedaba.

Dejo caer la cabeza con cansancio. Habia andado kilometros por las calles de Amsterdam y anhelaba dormir, olvidar. Pero cuando cerraba los ojos regresaban los recuerdos: el sabor de la boca de Nick, su risa cuando hacian el amor. Aparto con rabia aquellas imagenes de su mente. Lo que antes era amor empezaba a convertirse en furia. Contra Nick, por su traicion. Contra si misma, por ser incapaz de renunciar a los recuerdos. O al anhelo.

La habia utilizado y no se lo perdonaria nunca. Nunca.

– No se sabe nada de Sarah -dijo Potter, en cuanto entro en la habitacion de Nick, en Amsterdam. Cerro la puerta con el pie y le tendio una taza.

Nick lo miro sentarse en un sillon y frotarse los ojos con cansancio. Los dos estaban agotados y hambrientos. Desde que salieran de Berlin solo habian tomado cafe.

Potter miro su reloj.

– ?Maldita sea! La cafeteria de al lado acaba de cerrar. No me hubiera venido mal un sandwich -saco un paquete de galletas saladas del bolsillo-. ?Quieres?

Nick nego con la cabeza.

Potter encendio un cigarrillo y busco un cenicero en la habitacion.

– Vamos, O'Hara. Acuestate. Buscarla es trabajo nuestro.

– No puedo -Nick se asomo por la ventana-. Ella esta ahi fuera en alguna parte. ?Si supiera donde!

– Aun no te fias de nosotros, ?verdad?

– No. ?Por que iba a hacerlo?

Potter se sento y lanzo una bocanada de humo.

– Quiza te interese saber que acabo de hablar con Berlin. Tenemos informacion sobre los dos muertos.

– ?Quienes eran?

– El conductor del Citroen era aleman, relacionado en otro tiempo con el Mossad. Los vecinos creian que Helga Steinberg y el eran hermanos, pero solo eran companeros de trabajo.

– Helga -murmuro Nick pensativo-. Es el vinculo que necesitamos. Si pudieramos encontrarla…

– Imposible. Es demasiado buena. Conoce todos los trucos del oficio.

– ?Y el otro hombre?

Potter se recosto en el sillon.

– El otro era holandes.

– ?Alguna relacion con Helga?

– No. Solo queria matarla, pero ella se le adelanto -sonrio-. ?Que disparo! Me gustaria conocer a esa mujer algun dia. Aunque no en un callejon oscuro.

– ?El hombre no tenia antecedentes?

– Ninguno. Segun sus papeles era representante comercial de una compania de Amsterdam. Viajaba mucho. Pero hay algo raro. Hace dos dias hubo una transferencia de fondos a una cuenta suya. Mucho dinero. La transferencia era de otra compania de Amsterdam, la F. Berkman. Importan y exportan cafe desde hace diez anos. Tienen oficinas en una docena de paises y apenas tienen beneficios. Curioso, ?no te parece?

– ?Y quien es F. Berkman?

– Nadie lo sabe. La compania la dirige una junta directiva. Nadie conoce al dueno.

Nick miro a Potter.

– Magus -dijo.

– Eso mismo he pensado yo.

– ?Y Sara esta justo en su territorio! Yo en su lugar echaria a correr en direccion contraria.

– A mi me parece que ha hecho muchas cosas inesperadas. No se comporta como una chica asustada.

– No -Nick se hundio con cansancio en la cama-. Es lista.

– Estas enamorado de ella.

– Supongo que si.

Potter lo miro con curiosidad.

– Es muy diferente a Lauren.

– ?Te acuerdas de Lauren?

– Si. ?Quien podria olvidarla? Eras la envidia de todos los hombres de la Embajada. Mala suerte lo del divorcio.

– Fue un gran error.

– ?El divorcio?

– No. El matrimonio.

Potter se echo a reir.

– Te contare un secreto, O'Hara. Despues de dos divorcios, al fin he descubierto que los hombres no necesitan amor. Necesitan que les preparen la comida, les planchen la camisa y un poco de accion tres veces por semana. Pero no amor.

Nick movio la cabeza.

– Eso mismo pensaba yo. Hasta hace unas semanas…

Sono el telefono al lado de la cama.

– Seguramente sera para mi -dijo Potter, apagando el cigarrillo.

Nick llego antes al auricular. Por un momento solo oyo silencio. Luego, una voz de hombre pregunto:

– ?Senor Nick O'Hara?

– Si.

– La encontrara en Casa Morro. A medianoche. Venga solo.

– ?Quien habla?

– Saquela de Amsterdam, O'Hara. Cuento con usted.

– ?Espere!

La linea quedo en silencio. Nick lanzo una maldicion y corrio a la puerta.

– ?Adonde vas? -pregunto Potter.

– A un lugar llamado Casa Morro. Ella estara alli.

– ?Espera! -Potter levanto el telefono-. Dejame que llame a Van Dam. Necesitamos refuerzos…

– Esta vez ire solo.

– ?O'Hara!

Pero Nick ya habia desaparecido.

Cinco minutos despues de que Nick saliera del hotel, el viejo recibio una llamada de uno de sus informadores.

– Ella esta en Casa Morro.

– ?Como lo sabes? -pregunto el.

– Han llamado a O'Hara. No sabemos quien. El ha salido ya. La CIA lo seguira pronto. No tiene usted mucho tiempo.

– Enviare a Kronen en su busca.

– O'Hara estara en medio.

El viejo hizo un ruidito de desprecio.

– O'Hara no es importante -dijo-. Kronen puede lidiar con el.

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