de ella.
Rowan tenia la piel enrojecida y sus pezones, duros y puntiagudos, asomaban a traves de su camiseta humeda. El trago saliva, se inclino y la cogio en brazos. En realidad, ella no pesaba mucho, pero estaba toda hecha de musculos firmes gracias al
Ella lo miro con ojos muy claros y serenos, y el permanecio mudo. Rowan confiaba en el. Se le veia claramente en la cara, en sus ojos expresivos, que ponia su vida y su cuerpo en sus manos.
Para John, aquello significaba mas que cualquier cosa que ella dijera porque sabia lo dificil que le resultaba tener fe en nadie mas que en si misma.
John se quito los pantalones y se quedo desnudo delante de ella. Rowan lo miro con una media sonrisa. Su mirada era casi tan excitante como su tacto, y su pene se irguio apuntando hacia ella. John se inclino y le quito la camiseta al mismo tiempo que le desabrochaba el sujetador.
No era corpulenta, pero sus pechos cabian perfectamente en el cuenco de la mano, con sus pezones endurecidos. John se llevo uno a la boca y lo probo.
Ella estaba en el septimo cielo. Jamas habia imaginado que hacer el amor pudiera significar algo mas que el puro alivio fisico. Sentia un vinculo emocional que magnificaba cada caricia, cada sensacion, cada murmullo.
Rowan gemia cuando John le chupaba el pecho y jugueteaba con su pezon, que ya ardia de deseo. Ella le acaricio los hombros, la cabeza y los brazos. No acababa de saciar su hambre. La noche anterior, casi habia entrado en su habitacion, pero no sabia como iba a responder John. El estaba tan atrapado como ella en aquel lugar, aunque, en su caso, era por voluntad propia.
Habia deseado esto, su contacto, sus besos, una conexion fisica que le dijera que estaba viva, sana y entera. Pero el asalto a sus sentidos era mas que fisico. Sentia otra cosa, algo posesivo y amoroso.
No penso mucho en ello, porque sabia que no podia dudar. Sin embargo, por ahora, podia disfrutar de su afecto, su contacto y su deseo.
John paso al otro pecho mientras seguia acariciando el primero. Rowan sintio el flujo caliente entre sus piernas. Con solo tocarla bastaba para que se dejara ir. Habia algo en las caricias de John, en sus besos, en su firme y seductora seguridad.
Rowan no podia definir aquella sensacion pero, en lo mas hondo, intuia que no podria entregar su cuerpo a ningun otro hombre que no fuera John. El se habia aduenado de su alma al salvarla. Esta no le pertenecia a nadie mas. No se percato de que lloraba hasta que sintio el hilillo de las lagrimas que le llegaban a las orejas.
John se percato y la miro a la cara.
– ?Rowan? Carino, ?que pasa?
Ella sacudio la cabeza. Era imposible expresarlo con palabras.
– Besame -murmuro con voz ronca.
Pero el no la beso. La miro con sus ojos color verde oscuro, llenos de deseo y amor.
No. De amor, no. Todos aquellos que ella amaba, morian.
– Rowan, yo…
Ella lo hizo callar acercando sus labios a los de el y besandolo con fuerza. Alargo la mano entre los dos cuerpos y le cogio el miembro. El sintio su pulso latiendo entre sus dedos. Con el pulgar, Rowan le rozo el prepucio. El gimio y le devolvio el beso.
No era solo un beso. Sus labios se fundieron en un apasionado juego de acoplamiento, imitando el acto del amor que los dos anhelaban, una necesidad voraz que nunca seria totalmente saciada.
El exploro con las manos su vientre desnudo, bajo sus pantalones deportivos, y la palpo en toda su humedad. Ella arqueo la espalda, deseandolo. El interrumpio el beso y le quito los pantalones. Cuando le beso los dedos de los pies, ella suspiro y ahogo un gemido. ?Desde cuando se habian vuelto tan sensuales sus pies? El aliento caliente de John en los dedos desataba temblores en su espalda y acrecentaba su deseo.
Cuando creia que ya no podria soportarlo mas, la boca de John se desplazo desde sus pies hasta sus gemelos, por debajo de las rodillas, dejando un reguero de humedos besos hasta llegar a su clitoris.
Rowan sintio venir el orgasmo en cuanto su lengua se hundio en ella. Su cuerpo entero se arqueo contra el, sujetandole la cabeza mientras John la besaba alrededor de su pequeno boton, prolongando el intenso placer. Estaba a punto de descolgarse de aquel maravilloso orgasmo cuando el se incorporo y le cogio la cabeza con ambas manos.
– Oh, John -dijo ella, con el aliento entrecortado y con una voz que no era propiamente la suya. El tenia los ojos oscuros y los parpados caidos. Su rostro acusaba su esfuerzo por controlarse. Y entonces, con un rapido movimiento, se hundio en ella, y Rowan dejo escapar un grito. No de dolor, sino del placer exquisito de acoger a John entero en su interior. El se detuvo, y en su rostro se vio claramente que intentaba controlarse.
Aqui, con John, ella si podia descontrolarse. Descontrolarse de buena manera, purgando y complaciendo, con esperanza y anoranza. Alargo las manos para apretarle las duras nalgas, haciendolo entrar hasta lo mas hondo. Vio la tirantez en su rostro y sintio su pene inquieto en su interior, devolviendola una vez mas al placer. Sintio otra espiral naciendo en ella y el ni siquiera se movia.
John salio y volvio a penetrarla.
Se estaba volviendo loco de tanto controlarse, pero queria prolongar la conexion que habia encontrado con ella. No tenia prisa. Queria hacerle el amor lentamente, demostrarle sus sentimientos, que hubiera querido desgranar con palabras, aunque ella lo hacia callar cada vez que lo intentaba.
Rowan no podia ponerle freno a aquello.
John volvio a salir y a entrar, anorando su apretada entrepierna, que lo acomodaba a la perfeccion. Estaba mas grueso de lo que lo habia estado en mucho tiempo, mas duro de lo que recordaba jamas haber estado. Cerro los ojos, intentando controlarse y prolongar aquella union.
Pero las manos de Rowan lo apretaban y lo acariciaban, lo acercaban mas a ella, le recorrian la piel sensible por debajo del miembro. El gimio, empujando con mas fuerza hasta que la sintio retorcerse bajo su impulso.
Ya no aguantaba mas. Queria reclamarla, llevarla al orgasmo, compartir su calentura. Entro en ella duro y rapido y sintio su aliento entrecortado cuando se dejo ir y perdio todo control. Con cada impulso le rozaba el clitoris y Rowan respiraba y lo atraia hacia ella con fuerza. De pronto se arqueo, lo cogio con las piernas y se hundio en el placer de otro orgasmo. Con un ultimo embate, el se derramo en ella. Le fascinaba sentir los cuerpos que se encontraban, la manera de Rowan de acogerlo en su interior.
Le fascinaba ella.
John gimio y se dejo ir con todo su cuerpo, sudando y completamente saciado. Le beso el cuello, los hombros y las orejas. La beso en los labios. Ella se aferro a el, como si quisiera tenerlo mas cerca y el se deleito en aquella union. Aunque Rowan no lo dijera ni le dejara hablar de ello, se habian unido tan profundamente que ni siquiera la muerte podria separarlos.
?De donde habia salido esa idea? John tuvo un estremecimiento. Rowan percibio que John se ponia tenso despues del acto sexual mas increible que jamas habia disfrutado. Increible porque habia experimentado algo diferente al acto puramente fisico entre los dos, que fue glorioso. Habia otra cosa, mas profunda, como si se hubieran comprometido a algo sin palabras.
Y el se habia puesto tenso.
– ?Ocurre algo? -La voz de Rowan era apenas un susurro.
El se giro de costado hasta que ella quedo sobre el y la beso suavemente en los labios.
– No -dijo, y volvio a besarla-. Nos acoplamos bien el uno al otro.
– Si, supongo que si -dijo Rowan, sonriendo apenas.
– Nunca he conocido a nadie… con quien me acoplara tan bien. -John miro a Rowan con ojos inquisidores y ella aguanto la respiracion. No se habia perdido el doble sentido.
– Yo tampoco -dijo ella suavemente, y dejo de sostenerle la mirada.
El la obligo a mirarlo.
– Rowan, despues… Despues de que todo haya acabado, quiero…
– John, por favor, no…
El la silencio con un beso.
– Rowan, esto no va a acabar aqui. Tu y yo no vamos a acabar. No se que ha pasado entre nosotros, pero tu formas parte de mi de una manera que no puedo explicar, y no voy a dejar que te vayas.
La punzada que ella sintio en el corazon le dio la certeza de que lo amaba. Lo supo porque la posibilidad de