– Tu dejaste invalido a Mike -constato Kovac, entrando en la habitacion-. Todos estos anos has dejado que todo el mundo te considerara un heroe, pero fuiste tu quien lo dejo confinado en esa puta silla.

Wyatt sollozo con mas fuerza.

– Yo no queria -gimoteo-. Me entro el panico. Cuando me di cuenta de que… Hice lo que pude para salvarle la vida, sin dejar de pensar un momento que mi carrera se habia acabado, que Mike se lo contaria a todo el mundo, pero aun asi le salve la vida.

– Y te convertiste en un heroe gracias a eso.

– ?Que podia hacer? Intente compensarle.

– Ya, claro, seguro que una tele de pantalla grande lo compensa todo -espeto Kovac-. ?Sabia Mike que le disparaste tu?

– Siempre aseguro que no lo recordaba todo, pero algunas veces hacia comentarios… que me hacian pensar que…

– Y nadie se molesto en hacer un analisis balistico porque habia casquillos del treinta y ocho por todas partes -atajo Kovac-. Porque todos erais policias a excepcion del muerto, un desgraciado con antecedentes. Y ademas tenias una testigo, Evelyn. ?O quiza dos? -pregunto, volviendose hacia Savard.

– Me ordenaron que me quedara en mi habitacion y dijera que no habia visto nada -explico Savard sin apartar la vista de Wyatt-. Lo hice por madre, porque sabia que de lo contrario la habrian culpado a ella.

– Joder -mascullo Kovac, asqueado.

– Mike era el heroe -gimio Wyatt-. Mike era el heroe.

– Mike esta muerto; lo mato Gaines por tu culpa, y tambien mato a Andy -escupio Kovac-. Sabias que Andy estaba haciendo preguntas sobre esa noche; acudio a ti y al poco estaba muerto. Sin duda sabias que…

– ?No! Creia que se habia suicidado -insistio Wyatt-. De verdad…

– Podrias haberlo impedido -dijo Savard con las mejillas arrasadas de lagrimas-. Yo podria haberlo impedido. Andy tambien acudio a mi despues de localizar a madre. Podria haberlo impedido. Soy policia… Podria haberlo impedido -repitio una vez mas con aire ausente mientras el arma temblaba en su mano-. Lo siento. Lo siento tanto, Andy…

– Tu no lo mataste, Amanda -murmuro Kovac mientras su furia se trocaba en temor al ver que Savard se quedaba mirando el arma-. Dame la pistola. Acabaremos con esto ahora mismo. Yo te ayudare.

– Es demasiado tarde -murmuro ella-. Lo siento. Lo siento tanto.

– Dame el arma, Amanda.

Savard miro el arma, la levanto y se apunto a la cabeza.

– ?Suelte el arma, Rubel! -ordeno Castleton-. ?Esta rodeado!

Rubel apunto a Liska al pecho y profirio un rugido animal con el rostro cada vez mas rojo y los tendones del cuello tensos bajo la piel.

– Dame el arma, Amanda -repitio Kovac, acercandose a ella aterrado-. Todo ha terminado, carino.

– Podria haberlo impedido -musito ella una vez mas.

Avanzo otro paso hacia ella.

– Amanda, por favor…

– Tu no lo entiendes -aseguro ella, mirandolo a los ojos.

– Amanda.

– Todo es culpa mia.

– No -murmuro Kovac mientras alargaba la mano, que le temblaba como la de un borracho.

– Si -contradijo ella, acariciando el gatillo con el dedo-. Todos estan muertos por culpa mia.

Castleton lanzo un grito a su vez y se acerco a Rubel.

Liska metio la mano en el bolsillo del abrigo.

Rubel volvio la cabeza un instante, el instante que Liska necesitaba.

Con la porra desplegada hasta su maxima extension, Liska avanzo hacia Rubel, blandio la porra sobre la cabeza y descargo el golpe. Los huesos del antebrazo de Rubel se quebraron al tiempo que el arma se disparaba y la bala se incrustaba en una pared. Acto seguido, Rubel se desplomo entre gritos de dolor.

Liska dejo caer la porra y salio del cubiculo.

– Amanda… -susurro Kovac.

Mas tarde rememoraria aquel instante y sabria que lo que veia en los ojos de ella era un reflejo de su propia esperanza agonizante.

– Amanda… dame el arma.

– No -musito ella-. No, Sam. ?Es que no lo entiendes? Podria haber acabado con esto hace veinte anos. Mi madre no disparo a Bill Thorne. Fui yo.

Kovac nunca recordaria el estallido del disparo. Nunca recordaria los gritos, ni el de Ace Wyatt, ni el suyo. Tan solo guardaria un recuerdo visual.

Una lluvia de sangre, fragmentos de hueso y tejido encefalico.

La brevisima mirada de sorpresa en los ojos de Amanda antes de que perdieran toda expresion.

El mismo, sentado en el suelo, abrazando su cadaver, como si su conciencia se hubiera apartado de su cuerpo en un intento de huir del horror.

Pero no habia huida posible. Nunca la habria.

Capitulo 39

– Ha llamado Tippen -anuncio Liska.

Tenia un aspecto espantoso. Tinks ciega de heroina. Tez palidisima, profundas ojeras, cabello alborotado… Quien sabia cuando habia dormido por ultima vez. Kovac apenas recordaba cuando habia dormido el mismo por ultima vez. No obstante, pese a estar exhausto, lo ultimo que le apetecia era ir a casa. El trabajo era su refugio y tambien el de Liska.

Asi pues, habian seguido trabajando en lugar de ir a casa. Empezaba un nuevo dia soleado y gelido. Estaban delante de la puerta de la casa adosada de Gaines, dispuestos a iniciar el registro para buscar cualquier indicio que lo involucrara en los asesinatos de Andy y Mike Fallon, de cualquier detalle que sugiriera que Ace Wyatt estaba al corriente de ellos.

Kovac alzo la mirada hacia el sol, una bola naranja claro envuelta en un halo en el mas claro de los cielos. Y un frio mortal.

No jodas.

– Dice que han encontrado las notas de Andy -prosiguio Liska-. En su barca. Tu intuicion era correcta.

– Neil me dijo que Andy habia ido alli el domingo por la tarde -repuso Kovac-. Los expedientes no aparecian por ninguna parte. Gaines no los tenia, ya que de lo contrario no me habria seguido hasta alli anoche, aunque estoy seguro de que la noche que lo mato se llevo el portatil para deshacerse de el.

– ?Por que crees que Andy escondio los expedientes y dejo entrar a Gaines en su casa?

– No lo se, puede que no quisiera que Gaines los viera. Seguro que no creia que Gaines estuviera dispuesto a matar por ellos.

– ?Que le pasara a Wyatt?

Kovac se encogio de hombros.

– Los casos de asesinato no prescriben. Tenemos su confesion grabada de que mato a Weagle y disparo contra Mike.

– Y su abogado alegara que confeso bajo presion y que no le habian leido sus derechos y que bla, bla, bla.

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