Ademas, en estos hoteles enormes es habitual tener camaras de video por todos lados, aunque solo sea por cuestiones de seguridad. Estas sentado al borde de la cama, has secado tu sudor, pero tienes un poco de frio y te gustaria apagar el aire acondicionado, que emite ese zumbido continuo.

– ?En que piensas?

– En nada.

– ?Que miras?

– El edificio de enfrente. El ascensor que sube y baja. Se ve la gente que va dentro; hay una pareja que se esta besando.

– Yo no veo nada.

Ella levanta un poco la cabeza para mirar.

Tu dices que os podrian ver con un teleobjetivo.

– Entonces, cierra la persiana.

Esta tumbada boca arriba, su cuerpo blanco completamente desnudo, una mata de pelo negro suntuoso en la entrepierna.

– Si nos filmaran en video, se verian hasta los pelos -dices

– ?A quien te refieres? ?Quien filmaria esta habitacion?

Dices que podria ser una camara automatica.

– Es imposible, aqui no estamos en China.

Dices que este hotel ya lo han comprado las autoridades chinas.

Lanza un ligero suspiro y se sienta.

– Te preocupas demasiado.

Alarga la mano y te acaricia el pelo.

– Enciende la lampara de la mesita de noche, voy a apagar la luz.

– No, todo ha pasado tan deprisa que hasta ahora no he podido mirarte con detenimiento.

Respondes con dulzura. Te inclinas para besar ligeramente su bajo vientre, de una blancura cegadora bajo la lampara, y le preguntas:

– ?No tienes frio?

– Si, un poco.

Esboza una pequena sonrisa antes de preguntar:

– ?Quieres un poco mas de conac?

Dices que quieres cafe. Se levanta de la cama, apaga el aire acondicionado y pone en marcha la cafetera electrica. Vierte en las tazas cafe instantaneo. Sus senos rollizos se balancean con cada uno de sus movimientos.

– ?No crees que estoy demasiado gorda? -pregunta sonriendo-. Las chinas son mas bellas que yo.

Tu dices que no es asi, que a ti te gustan sus pechos, magnificos, muy atractivos.

– ?Nunca habias podido tocar unos pechos asi?

Ella se sienta frente a ti, en el sillon medio redondo de delante de la ventana, arrellanandose contra el respaldo, y deja que la contemples hasta la saciedad.

Te tapa el ascensor transparente del rascacielos. Detras, la sombra de las montanas es todavia mas oscura. Una noche magica. Dices que su cuerpo desnudo, tan blanco, es increible, casi irreal.

– ?Por eso quieres cafe, para despertarte del todo? -pregunta, con un destello burlon en los ojos.

– ?Para retener mejor este instante!

Dices, ademas, que la vida a veces parece un milagro. Te alegras de estar vivo todavia. Dices que todo es mera casualidad, que no es un sueno, sino la realidad.

– Yo, en cambio, preferiria vivir siempre en un sueno, pero es imposible. Me gustaria no pensar en nada mas.

Bebe un trago de alcohol, cierra los ojos, tiene unas pestanas muy largas, una autentica alemana. Le dices que abra las piernas para que puedas verla con claridad, para que esa imagen quede grabada en tus recuerdos. Ella dice que no quiere tener recuerdos, que solo quiere sentir ese instante. Le preguntas si la ha notado. ?Tu mirada? Ella dice que ha sentido que se desplazaba por su cuerpo. ?De donde a donde? Dice que desde los dedos de los pies hasta la cintura; ah, un liquido sale de nuevo de ella, dice que te desea. Dices que tu tambien la deseas a ella, que quieres ver como se mueve ese cuerpo lleno de savia.

– ?Para filmarme? -pregunta ella con los ojos cerrados.

– Si.

La miras fijamente, tu mirada explora su cuerpo de los pies a la cabeza.

– ?Podrian filmarlo todo?

– Todo.

– ?No te da miedo?

– ?Miedo de que?

Dices que ahora ya no tienes nada que temer. Ella dice que ella tampoco, que le da igual. Dices que esto es Hong Kong y que China esta muy lejos, le levantas para abrazarla de nuevo. Te pide que apagues la luz. Entonces penetras de nuevo en su carne humeda y resbaladiza.

– ?Te atraigo mucho? -jadea dulcemente.

– Si, me quiero refugiar en ti.

Dices que te vas a refugiar en su carne.

– ?Solo en mi carne?

– Si, y sin recuerdos, solo este instante.

Ella dice que ella tambien necesita hundirse en la oscuridad, en una inmensidad caotica.

– Sentir el calor de una mujer…

– Un hombre tambien da calor, hace tiempo que no habia tenido…

– ?No habias estado con ningun hombre?

– No habia estado tan excitada, tan agitada…

– ?Por que?

– No lo se, no se por que…

– Intenta decirmelo…

– No lo tengo muy claro…

– ?Es porque esto ha sucedido de repente, sin pensarlo?

– No me lo preguntes.

Pero tu quieres precisamente que te lo diga. Ella dice que no. Tu no te das por vencido, la bombardeas con preguntas: ?Porque el encuentro fue casual? ?Porque no os conociais? ?Es lo desconocido lo que la ha excitado? ?O quizas ella estaba buscando esa excitacion? Lo niega todo con la cabeza. Dice que te conoce desde hace tiempo, y que, aunque solo te vio dos veces hace muchos anos, se acordaba perfectamente de ti, y ese recuerdo lo veia cada vez con mayor nitidez. Ademas, dice que hace unas horas se emociono mucho al verte. Dice tambien que no se acuesta con cualquier hombre, que no le faltan, que no es una cualquiera, que no tienes que insultarla…

Tu estas emocionado, tambien necesitas su intimidad, no se trata solo de excitacion sexual. Hong Kong, para ti y para ella, es una tierra extranjera. Tu relacion con ella, el viejo recuerdo de hace diez anos, fue en China, mas alla del mar, cuando todavia vivias alli.

– Fue en tu casa, una noche de invierno…

– Hace tiempo que la precintaron.

– Tu casa era muy especial, muy agradable. Se estaba muy calentito…

– Era porque la tuberia de la calefaccion central siempre estaba muy caliente. En el apartamento, en invierno se podia estar con muy poca ropa. Recuerdo que cuando viniste traias un abrigo acolchado con el cuello subido.

– Teniamos miedo de que nos reconocieran y no queriamos causarte problemas…

– Es cierto, delante del edificio a menudo habia un poli vestido de civil, pero se marchaba a las diez de la noche. Quedarse mas tiempo en el viento de invierno de Beijing, que soplaba sin cesar, habria sido demasiado duro para el.

– Fue Peter quien tuvo la idea repentina de ir a verte sin telefonearte primero. Me dijo que queria llevarme a

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