Gao Xingjian

El Libro De Un Hombre Solo

TITULO ORIGINAL: YIGE REN DE SHENGJING

Traduccion de Xin Fei y Jose Luis Sanchez

Epilogo de Liu Zaifu

1

No ha olvidado que tuvo otra vida. El recuerdo de unas viejas fotografias amarillentas que quedaron en su casa, a salvo de las llamas, le produce una cierta tristeza, pero es demasiado distante, como si no fuera de este mundo, como si realmente hubiera desaparecido para siempre. En su vivienda de Beijing, todavia se encontraba una foto de familia que le dejo su padre, ya fallecido, cuando la policia la precinto. Era la fotografia mas completa de su numerosa familia. En aquella epoca, su abuelo todavia vivia, tenia el pelo totalmente blanco. Debido a un ataque cerebral, ya no conseguia hablar y permanecia sentado en su mecedora. El era el primogenito del primero de los hijos y el unico nino de la fotografia, estaba entre sus abuelos, llevaba un calzon con una abertura en la entrepierna, que dejaba aparecer su pequeno miembro, y un gorro al estilo norteamericano en forma de barco. La guerra de Resistencia contra Japon, que duro ocho anos, acababa de terminar y todavia no habia empezado la Guerra Civil. Se hicieron la fotografia delante de la puerta redonda de un jardin lleno de crisantemos dorados y de gallocrestas purpura. Resplandecia la luz del sol de verano -en todo caso ese era el recuerdo que tenia-; pero, en la fotografia, las marcas de agua habian dado al jardin un color gris amarillento. En segundo plano, tras la puerta redonda, se veia la casa de dos pisos de estilo britanico en la que vivia la familia, con la galeria abajo y una balaustrada en la planta de arriba. Recordaba que en la fotografia habia trece personas, una cifra nefasta: su padre, su madre, sus tios y sus tias; pero, menos el y una tia que ahora vivia en los Estados Unidos, todos habian desaparecido de este mundo, al igual que la casa de detras de la puerta redonda.

Cuando todavia vivia en China, volvio a pasar una vez por esa ciudad,, y busco ese patio detras del banco donde trabajaba su padre, pero solo encontro unas viviendas modestas de ladrillo gris, construidas hacia ya anos, y cuando pregunto a las personas que entraban o salian de esas viviendas si ese patio habia existido anteriormente, nadie sabia nada. Sin embargo, el recordaba que la casa tenia una puerta trasera que daba a un lago que llegaba hasta una escalera de piedra, y que el dia de la fiesta de Duanwu, su padre y sus colegas del banco se apretujaban en la escalera de piedra para contemplar las carreras de los barcos-dragones. A bordo de las naves, que solian adornar con guirnaldas, se tocaban tambores y gongs. Los tripulantes tenian que acercarse a la puerta de atras de las casas para atrapar unas bolsas rojas que colgaban sobre canas de bambu. Por supuesto, en las bolsas habia dinero. Sus dos tios y su pequena tia tambien lo llevaban en barco a recoger castanas de agua frescas, pero nunca habia ido al otro lado del lago, y aunque lo hiciera ahora y mirara desde alli hacia esta orilla, ya no conseguiria traer ninguna imagen clara de sus recuerdos, que hoy le parecian suenos.

Era una familia en decadencia, demasiado dulce, demasiado fragil para subsistir en aquella epoca, y estaba abocada a desaparecer. Despues de la muerte de su abuelo, su padre perdio rapidamente su puesto en la direccion del banco y empezo el declive de la familia. Tan solo su segundo tio, que se pasaba el tiempo canturreando unas arias de la Opera de Beijing, colaboro durante unos cuantos anos con el nuevo poder politico como personalidad democrata, [1] antes de ser tachado de derechista. Desde entonces, cayo en un mutismo total, y dormitaba siempre que se quedaba sentado. Se fue transformando rapidamente en un viejo decrepito totalmente amorfo, y acabo por apagarse del todo al cabo de unos anos. Todos los miembros de su numerosa familia habian muerto: de enfermedad, se habian ahogado, suicidado, de locura, o junto a sus maridos, al seguirlos a los campos de reeducacion por el trabajo. El unico descendiente que quedaba era el, ese hijo desnaturalizado. Ahora, segun se comentaba, solo debia de seguir viva una tia paterna, que habia traido la mala suerte a toda la familia; pero nunca la habia vuelto a ver desde que tomaron la fotografia. El marido de esa tia se enrolo en el Ejercito del Aire del Guomindang, servia en tierra y nunca habia tirado bombas; despues, se refugio en Taiwan, donde murio de enfermedad unos anos mas tarde. En cuanto a la tia que se marcho a los Estados Unidos, el nunca supo como consiguio salir del pais, ni se molesto en saberlo.

El dia en que cumplio diez anos -en realidad nueve, ya que se seguia el antiguo calendario lunar- la familia todavia estaba en pleno esplendor; el cumpleanos fue muy animado. Por la manana, nada mas levantarse, se vistio con ropa nueva y nuevos zapatos de cuero, lujo inaudito por aquel entonces para un nino pequeno. Tambien le dieron regalos: una cometa, un juego de damas, un rompecabezas, lapices de colores de importacion y una pistola de tapon, ademas de los Cuentos de los hermanos Grimm en dos volumenes ilustrados con aguafuertes. Su abuela le dio unos cuantos yuanes de plata en una bolsa roja: unas piastras de la epoca de la dinastia Manchu, con el dibujo de un dragon o la gran cabeza calva de Yuan Shikai, asi como nuevos yuanes de plata con la imagen de Chiang Kaishek en uniforme. Al sacudirlos, su sonoridad era diferente; los mas nuevos emitian un sonido cristalino, mucho menos grave y sordo que los que llevaban la cabeza de Yuan Shikai; los guardo en un maletin de cuero en el que conservaba su album de sellos y sus canicas de todos los colores. Despues, la familia al completo fue al restaurante a comer pequenos raviolis rellenos de huevas de cangrejo, un establecimiento ajardinado con rocalla y un estanque lleno de peces rojos. Colocaron una enorme mesa redonda para que todos pudieran tomar asiento alrededor. Era la primera vez que se convertia en el punto de mira de toda la familia. Estaba sentado al lado de su abuela, en el lugar que habria tenido que ocupar su abuelo, que acababa de morir, como si hubiera esperado para irse al otro mundo a que el nino se hiciera cargo de los suyos. Mordio con fuerza un ravioli que quemaba y que le salpico de aceite su ropa nueva, pero nadie lo regano, todos se rieron, y el se sintio muy incomodo. Si se acordaba de aquello era probablemente porque se habia sentido muy avergonzado, acababa de salir de la despreocupacion de la infancia para pasar a la edad adulta.

Recordaba todavia que, cuando murio su abuelo, la sala funeraria estaba llena de inscripciones sobre tejido que las personas ofrecian para dar el pesame, parecia la parte de atras de un teatro; era aun mas interesante que el dia de su cumpleanos. Unos cuantos monjes golpeaban los gongs y los tambores mientras leian los sutras, y el se divertia entre las tiras que colgaban. Su madre queria que se pusiera unos zapatos de canamo y acabo haciendole caso, pero no acepto ponerse en la cabeza un trozo de tela blanca, [2] porque le parecia muy feo. Probablemente fuera la voluntad de la abuela, ya que su padre habia tenido que anudarse una cinta blanca en la cabeza, aunque llevaba un traje de lino blanco al estilo occidental. Casi todos los hombres que venian a dar el pesame tambien vestian al estilo occidental y llevaban una corbata anudada al cuello, mientras que las mujeres lucian vestido chino de origen manchu y zapatos de tacon alto. Una de ellas sabia tocar el piano y cantaba con voz de soprano coloratura y soltando unos tremolos que evocaban balidos, no durante ese funeral, por supuesto, sino en otra ocasion, en una velada con su familia; era la primera vez que escuchaba a alguien cantar de aquel modo y no pudo evitar reirse. Su madre lo rino al oido, pero el no consiguio contener su ataque de risa.

En su memoria, el periodo del fallecimiento de su abuelo solo era una de las pocas fiestas que vivio; no sentia nada de tristeza. Pensaba que el viejo estaba condenado a morirse desde hacia tiempo. Fulminado por una apoplejia mucho antes, el abuelo se pasaba todo el dia en su mecedora. su muerte era algo normal, llegaria tarde o temprano, y por eso no le asustaba en absoluto. En cambio, la muerte de su madre lo espanto; se ahogo en un rio, cerca de la granja donde trabajaba. Un campesino que habia salido temprano para llevar sus patos al agua la encontro; el cadaver, ya hinchado, flotaba siguiendo la corriente. Su madre, en respuesta al llamamiento del Partido, habia acudido a una granja para la reeducacion ideologica, Murio en la flor de la vida, acababa de cumplir treinta y ocho anos, y su imagen permanecia en su corazon todavia igual de bella.

Entre los regalos que tuvo cuando era nino habia una estilografica Parker de oro, que le habia regalado un colega de su padre. En realidad, tomo la pluma del tio Fang para divertirse y ya no quiso devolversela. Los adultos vieron en aquello un buen augurio y dijeron que el nino probablemente seria escritor. En una clara muestra de

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