Pero, por supuesto, no habia en el mapa ningun Ketz.
— Ketz… Ketz… ?Si no es una ciudad, que es entonces: una pequena aldea, un pueblo, una institucion…? ?Es necesario saber que es esto de Ketz! — exclamo—. Sea como fuere, hoy mismo o, a mas tardar, manana temprano…
Yo no reconocia a Tonia. ?Cuanta indomita energia habia encerrada en esta joven que sabia trabajar de manera tan tranquila y metodica! Y toda esta transformacion la habia producido una palabra magica: Paley. Yo no tuve valor para preguntarle quien era el y procure irme lo mas pronto posible a casa.
No voy a ocultar que no dormi esta noche, me sentia muy triste, y al dia siguiente no fui a casa de Tonia.
Pero al atardecer ella misma vino a verme, tranquila y afable como siempre. Sentandose en una silla me dijo:
— Ya he averiguado lo que es Ketz: es una nueva ciudad en el Pamir que aun no esta en el mapa. Yo parto hacia alla manana y usted deberia venir conmigo. A ese de la barba negra no lo conozco, usted me ayudara a buscarle. Pues la culpa es suya, Leonid Vasilevich, ya que no pregunto el nombre de la persona que tiene noticias sobre Paley.
Yo me quede con los ojos abiertos de asombro. ?Vaya! ?No faltaba mas! ?Dejar mi laboratorio, el trabajo cientifico, y correr tras un desconocido hacia el Pamir para buscar a un tal Paley!
— Antonina Ivanovna — empece yo con sequedad—, usted, claro esta, sabe que mas de una institucion espera la terminacion de mis experimentos cientificos. Ahora, por ejemplo, estoy terminando un trabajo para detener la maduracion de frutos. Estos experimentos hace mucho que se hicieron en America y ahora probamos aqui. Pero los resultados practicos son hasta ahora no muy grandes. Seguramente ha oido hablar que en las fabricas de conservas de frutas del sur, que elaboran albaricoques, mandarinas, melocotones, naranjas, membrillos, etc., trabajan con extrema sobrecarga durante un mes o mes y medio, y los diez u once meses restantes estan casi paradas. Y esto sucede debido a que los frutos maduran casi todos a la vez, y es imposible elaborarlos. Por esto se pierden nueve decimas de las cosechas…
Aumentar la cantidad de fabricas, que diez meses del ano estaran paradas, tampoco es ventajoso. Se me a invitado para que este proximo verano vaya a Armenia, a fin de efectuar en el sitio mismo experimentos de gran importancia para el retardo artificial de la maduracion de frutas. ?Comprende? Se recolectan los frutos antes de su completa madurez, y luego van madurando poco a poco, partida tras partida, a medida que las fabricas necesitan de ellos para su elaboracion. De esta manera las fabricas trabajaran todo el ano y…
Mire a Tonia y me quede cortado. Ella no me interrumpia, sabia escuchar, pero su cara se ensombrecia mas y mas. En la frente, entre sus cejas, habia una debil arruga, sus pestanas estaban caidas. Cuando ella levanto hacia mi sus ojos, vi en ellos desprecio.
— ?Que cientifico-activista! — dijo ella con tono glacial—. Yo tambien voy al Pamir por un asunto, y no a buscar aventuras. Es necesario que encuentre a Paley por encima de todo. El viaje no sera de mucha duracion. Y usted tendra tiempo aun de estar en Armenia antes de la recolecta de sus frutos…
?Rayos y truenos! ?No podia decirle en que posicion embarazosa me ponia! ?Ir con la chica que amaba en busca del tal Paley, desconocido para mi, quizas incluso mi rival! Es verdad que ella habia dicho que no iba en busca de aventuras, sino que era un asunto importante que la llevaba alli. ?Que negocio puede ligarla al tal Paley? Mi amor propio me privaba de preguntarselo. ?No! Ya es bastante para mi. El amor entorpece el trabajo. ?Si, si! Antes yo me quedaba en el laboratorio hasta muy tarde, y ahora en cambio salgo de el en cuanto dan las cuatro. Iba a negarme definitivamente, pero Tonia se me adelanto:
— Veo que tendre que ir sola — dijo ella levantandose—. Esto complica la cosa pero puede ser que la suerte me permita hallar al de la barba negra sin su ayuda. Adios, Artiomov. Le deseo mucho exito en la maduracion.
— ?Pero oiga, Antonina Ivanovna…! ?Tonia…!
Pero ya habia salido de la habitacion.
?Ir tras ella? ?Volverla? ?Decirle que estoy de acuerdo…? ?No, no! Es necesario demostrar caracter. Ahora o nunca.
Y yo mantuve mi caracter toda la tarde, toda una noche de insomnio, toda la brumosa manana del dia siguiente. En el laboratorio no podia ni mirar las ciruelas objeto de mis experimentos.
Tonia, claro, va a ir sola. Ella no va a ceder ante ningun obstaculo. ?Que va a suceder en el Pamir, cuando encuentre al de la barba negra y a traves de el a Paley? Si yo pudiera estar en el encuentro, se aclararian mis muchas dudas. Yo no voy a ir con Tonia, esto significa la ruptura. No en balde, al marchar, ella dijo «adios». Pero hay que mantener la posicion, hay que demostrar caracter. Ahora o nunca.
Esta claro que yo no voy a ir. Pero no hay que ser descortes, aunque solo sea por amabilidad, tengo que ayudar a Tonia a prepararse para el viaje.
Y he aqui que no habian dado aun las cuatro, y saltaba los peldanos de cinco en cinco, bajando del cuarto piso. Al igual que un heroe del cine norteamericano, subi en marcha al trolebus y corri hacia casa. Parece ser que irrumpi sin llamar en la habitacion de Tonia y grite:
— ?Voy con usted, Antonina Ivanovna!
No se para quien fue mayor sorpresa esta exclamacion, para ella o para mi mismo. Creo que para mi.
Asi me encontre arrastrado en esta cadena de inverosimiles aventuras.
II — El demonio de la indomabilidad
Recuerdo confusamente nuestro viaje desde Leningrado hasta el misterioso Ketz. Me encontraba demasiado agitado por nuestra marcha inesperada, turbado por mi propio proceder, deprimido por la energia de Tonia.
Tonia no queria perder ni un solo dia y compuso el itinerario de nuestro viaje utilizando los mas modernos medios de comunicacion existentes.
Desde Leningrado a Moscu volamos en avion. En la elevacion de Baldaisk fuimos zarandeados lo suficiente para que yo, que no aguanto el balanceo por mar ni por el aire, me sintiera indispuesto. Tonia cuidaba solicita de mi. Por el camino empezo a tratarme con mas dulzura, en una palabra, mejoro. Yo me maravillaba mas y mas: ?cuanta fuerza, ternura femenina y solicitud en esta joven! La preparacion del viaje me dejo rendido. A pesar que habia trabajado mas que yo, en ella esto no hizo mella. Siempre estaba alegre y a menudo canturreaba no se que canciones.
En Moscu transbordamos a un avion estratoplano polirreactivo Tziolkovsky, que efectuaba el tramo directo Moscu-Tashkent.
Este avion desarrollaba una velocidad asombrosa. Tres cigarros metalicos unidos por sus lados entre si y por el timon de cola, cubiertos por una ala, asi era el aspecto exterior del estratoplano. Tonia en seguida se puso al corriente de las caracteristicas de su construccion, y me explicaba que los pasajeros y pilotos viajaban en el cuerpo de la izquierda, en el de la derecha el carburante, y en el cuerpo central se hallaban la helice, el compresor de aire, el motor y todo el sistema de refrigeracion; que el avion se movia por la fuerza de la helice y la repercusion de los productos que quemaba. Hablaba tambien sobre no se que interesantes pormenores, pero yo la escuchaba distraidamente: el efecto de tanta novedad me deprimia. Recuerdo que entramos en una cabina que se cerraba hermeticamente y que nos sentamos en unos sillones muy comodos. El estratoplano corrio por unos rieles, adquirio velocidad — cien metros por segundo— y se elevo en el aire. Volabamos a gran altura — quiza en los limites de la troposfera— con velocidad de mil kilometros por hora. Dijeron que esta velocidad no era su limite.
No tuve tiempo de sentarme bien y ya habiamos traspasado los limites de la Republica Federal Rusa. La masa de nubes impedia el ver la tierra. Cuando las nubes empezaron a clarear, vi en la profundidad, debajo nuestro, una superficie grisacea. Parecia mas profunda en el centro y elevada en el horizonte, como una cupula