eran los primeros sintomas de Parkinson.
– No me atreveria a decir eso, en estos momentos. -Pewe sonrio con suficiencia-. Pero desde luego voy a tomar medidas radicales para disipar las sospechas, que es algo que todavia no se ha hecho, sin duda.
Margot Balkwill asentia con la cabeza.
– Estaria bien.
Su marido tambien asintio.
– ?Puedo preguntarles algo personal? ?Alguno de los dos ha sospechado alguna vez, por un momento, que Roy Grace estuviera escondiendoles algo?
Hubo un largo silencio. Margot junto las cejas, fruncio la boca y, luego, cerro y abrio los punos varias veces. Tenia las manos gruesas, observo Pewe, eran las manos de un jardinero. Su marido estaba quieto, con los hombros encorvados, como si un peso enorme e invisible lo aplastara lentamente.
– Creo que deberia comprender -dijo Margot Balkwill-, que no sentimos ninguna animadversion contra Roy. - Hablaba como una maestra que transmitia un informe a un padre.
– Ninguna -dijo Derek enfaticamente.
– Pero -anadio ella-, una pequena parte de nosotros no puede evitar preguntarselo… Es la naturaleza humana. Hasta que punto conocemos a las personas. ?Verdad, agente?
– Claro, por supuesto -coincidio Pewe con suavidad.
Durante el silencio que se hizo a continuacion, Margot Balkwill cogio su cucharilla y removio el te. Pewe se fijo que aunque no tomaba azucar, era la tercera vez que lo removia.
– ?Alguna vez notaron algo extrano en el modo como trataba Roy a su hija? -pregunto-. ?Algo que les molestara? Me refiero a si dirian que era un matrimonio feliz.
– Bueno, no creo que sea facil para nadie estar casado con un policia; en particular con uno tan ambicioso como Roy. -Miro a su marido, que se encogio de hombros sin decir nada-. Tenia que soportar estar mucho tiempo sola. Y llevarse una decepcion en el ultimo minuto cuando llamaban a Roy para algo.
– ?Ella tenia su propia carrera?
– Trabajo unos anos en una agencia de viajes de Brighton. Pero estaban intentando tener un hijo y no llegaba. El medico le dijo que deberia dedicarse a algo menos estresante, asi que lo dejo y consiguio un empleo a tiempo parcial de recepcionista en un centro medico. No trabajaba cuando… -Su voz se apago.
– ?Desaparecio? -sugirio Pewe.
Ella asintio, con los ojos llenos de lagrimas.
– Fue muy duro para nosotros -dijo Derek-. En especial para Margot. Ella y Sandy estaban muy unidas.
– Por supuesto. -Pewe saco su libreta e hizo algunas anotaciones-. ?Cuanto tiempo llevaban intentando tener un hijo?
– Varios anos -respondio Margot, con la voz rota.
– Imagino que sera duro para un matrimonio -dijo Pewe.
– Todo es duro en un matrimonio -dijo Derek.
Hubo un largo silencio.
Margot bebio un sorbo de te, luego pregunto:
– ?Insinua que hay algo que no nos han dicho detras de esto?
– No, no me gustaria especular en estos momentos. Solo tengo que decir que la metodologia que sustenta la investigacion sobre la desaparicion de su hija es deficiente. Es mi opinion como policia con diecinueve anos de experiencia en el mejor cuerpo policial del Reino Unido. Eso es todo.
– Nosotros no sospechamos de Roy, se lo digo para que no saque conclusiones precipitadas -dijo Margot Balkwill.
– Estoy seguro. Tal vez debiera dejar algo claro desde el principio: mi investigacion no es una caza de brujas. Simplemente pretendo cerrarla. Permitirles a usted y a su marido pasar pagina.
– Eso dependera, ?verdad?, de si nuestra hija esta viva o muerta.
– Por supuesto -dijo Cassian Pewe. Bebio un poco mas de te, luego se limpio los dientes con la lengua. Saco del bolsillo una tarjeta suya y la dejo sobre la mesa-. Si se les ocurre algo, a cualquier hora, que pudiera resultarme util, llamenme.
– Gracias -dijo Margot Balkwill-. Es usted un buen hombre. Lo noto.
Pewe sonrio.
51
Octubre de 2007
Abby parpadeo, mientras un ruido extrano y quejumbroso la despertaba de un sueno confuso. Le dolia el estomago. Tenia la cara entumecida. Estaba congelada de frio. Temblaba. Miraba una pared de azulejos color crema. Por un momento penso que estaba en un avion, ?o era el camarote de un barco?
Entonces se dio cuenta, poco a poco, de que algo no iba bien. No podia moverse. Olio a plastico, lechada, cemento para azulejos, desinfectante.
Ahora comenzaba a recordar. Y mientras una oscuridad envolvente estallaba en su interior, se acordo de todo.
El miedo recorrio su cuerpo. Intento levantar el brazo derecho para tocarse la cara y vio que no podia moverse.
Ni abrir la boca.
Tenia la cabeza tan echada para atras que notaba el cuello tenso y algo duro se le clavaba en la espalda. Era la cisterna, comprendio. Estaba sentada en el retrete. Le resultaba dificil ver algo mas alla de lo que tenia justo delante y tuvo que forzar los ojos para mirar abajo. Cuando lo consiguio, vio que estaba desnuda, atada con cinta americana gris alrededor de la cintura, los pechos, las munecas, los tobillos, la boca y tambien la frente, supuso, porque era lo que notaba.
Estaba en el cuarto de bano de invitados de su casa, mirando la cabina de la ducha, con un paquete de jabon caro en el plato que no habia abierto nunca, un lavamanos y algunos toalleros y las paredes hermosamente alicatadas en color crema con azulejos romanos y una moldura. A la derecha habia una puerta que llevaba al minusculo lavadero, en el que se apretujaban una lavadora y una secadora, y al fondo habia otra puerta que daba a la salida de incendios y a las escaleras. La puerta principal que daba al vestibulo, a su izquierda, estaba entreabierta.
Empezo a temblar y estuvo a punto de vomitar de miedo. No sabia cuanto tiempo llevaba encerrada aqui dentro, en esta habitacion pequena y sin ventanas. Intento cambiar de posicion, pero las ataduras estaban demasiado fuertes.
?Se habia ido? ?Lo habia cogido todo y la habia dejado aqui asi?
Le dolia el estomago. La cinta estaba tan apretada que comenzaba a perder la sensibilidad en algunas zonas y notaba un hormigueo en la mano derecha. El asiento del inodoro se le clavaba en el trasero y los muslos.
Intentaba recordar que habia detras del retrete, para identificar a que estaba pegada la cinta americana. Pero no lo visualizaba.
La luz estaba encendida, por eso funcionaba el extractor de aire, comprendio, y oia ese ruido constante y lugubre.
Su miedo se transformo en desesperacion. Se habia marchado. Despues de todo lo que habia pasado, ahora esto. ?Como habia dejado que ocurriera? ?Como habia sido tan estupida? ?Como? ?Como? ?Como?
Su desesperacion se transformo en ira.
Y otra vez en miedo cuando vio moverse una sombra.
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