metalicos comunitarios, cajas de suministros y una hilera de colgadores y ganchos para chaquetas, sombreros y cascos, y cogio su gorra.
Luego se llevo a un par de agentes que habian llegado al turno de tarde antes de la hora y se dirigio hacia la puerta medio corriendo, hablando todavia por telefono.
Al pasar los tres hombres por delante de la mesa de Morley, la corriente de aire levanto el trozo de papel con el nombre y la direccion de Katherine Jennings, lo elevo de la superficie llana y lo tiro al suelo.
Diez minutos despues, una ayudante de personal entro en la sala y dejo encima de la mesa del sargento Morley varias copias de la ultima directriz sobre formacion multicultural en el seno de la policia para que las distribuyera. Al marcharse, vio el trozo de papel en el suelo. Se agacho, lo recogio y lo tiro, diligentemente, a la papelera.
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Octubre de 2007
El aire fresco y las fritangas grasientas habian surtido efecto con la resaca, decidio Roy Grace. Se sentia casi humano otra vez mientras regresaba por Church Street y entraba en el aparcamiento de varias plantas.
Metio el ticket en la maquina, hizo una mueca de dolor al ver la cantidad que aparecia en la pantalla, como cada vez que aparcaba aqui, y subio la escalera hasta su nivel pensando en Terry Biglow.
Tal vez estuviera ablandandose, porque vio que sentia lastima por aquel hombre, aunque no por su repugnante companero. En su dia, Biglow habia tenido cierto estilo y seguramente era el ultimo de una generacion de delincuentes de la vieja escuela que, por lo menos, respetaban a la policia.
Parecia que el pobre capullo no iba a durar mucho. ?Que pensaba un hombre como el cuando se acercaba el final de su vida? ?Le importaba haberla desaprovechado completamente, no haber aportado nada al mundo? ?Haber contribuido a destrozar innumerables vidas y acabar con nada, absolutamente nada? Ni siquiera salud.
Abrio el coche, luego se sento dentro y reviso las notas que habia tomado sobre el encuentro. Cuando iba por la mitad, llamo a Glenn Branson y le comunico la noticia de que Ronnie habia tenido otra mujer llamada Lorraine. Luego le dijo que avisara a Bella Moy y fueran a interrogar al matrimonio que Terry Biglow habia dicho que eran los mejores amigos de Ronnie Wilson, los Klinger. Actualmente, Stephen Klinger dirigia un gran emporio de antiguedades en Brighton y debia ser facil encontrarle.
Cuando colgo, sono el telefono. Era Cleo.
– ?Que tal la resaca, comisario Grace? -le pregunto.
Era extrano, penso. Sandy siempre le habia llamado «Grace» a secas y ahora, de vez en cuando, Cleo tambien lo hacia. Al mismo tiempo, sin embargo, le parecia cautivador.
– ?Resaca? ?Como lo sabes?
– Porque me llamaste desde el pub sobre las once y media y me prometiste amor eterno con voz de borracho.
– ?Ah, si?
– Vaya, sufres perdida de memoria. Debio de ser una sesion muy bestia.
– Lo fue. Cinco horas escuchando las penas matrimoniales de Glenn Branson. Suficiente para empujar a un hombre a la bebida.
– Empieza a parecer que su matrimonio esta acabado.
– Si, parece que va en esa direccion.
– Yo… Mm… Necesito un favor -dijo Cleo, cambiando de tono. De repente era todo dulzura y suavidad.
– ?Que clase de favor?
– Una hora de tu tiempo, entre las cinco y las seis.
– ?Que quieres que haga?
– Bueno, he tenido que ir a la escena de un suicidio especialmente desagradable, un tipo que se ha metido una escopeta del doce en la boca en el cobertizo de su jardin, y la juez de instruccion no esta contenta con las circunstancias. Quiere a un patologo del Ministerio del Interior, asi que nuestro buen amigo Theobald va a practicarle la autopsia esta tarde, lo que significa que no puedo llevar a Humphrey a su adiestramiento.
– ?Adiestramiento?
– Si, asi que he pensado que seria una buena oportunidad para que tu y Humphrey os hicierais amigos.
– Cleo, estoy en medio de una…
– Tu investigacion de asesinato… -le interrumpio-. Lleva muerta diez anos; una hora no supondra una gran diferencia. Solo una hora, no te pido mas. Es el primer dia de un curso nuevo y quiero que Humphrey asista desde el principio. Y como se que vas a hacerlo, porque eres un hombre encantador, ?te ofrecere una recompensa muy dulce!
– ?Una recompensa?
– De acuerdo. El adiestramiento es de cinco a seis… El trato es este. Tu llevas a Humphrey y a cambio yo te cocinare gambas tigre y vieiras salteadas a la tailandesa.
Grace sucumbio al instante. Las gambas y vieiras salteadas de Cleo eran uno de los mejores platos de su increible repertorio. Estaban de muerte.
Antes de que tuviera tiempo de decir nada, Cleo anadio:
– Tambien tengo una botella bastante especial de sauvignon blanco Cloudy Bay que he metido en la nevera para darte un capricho. -Hizo una pausa y luego, con una voz de lo mas seductora, dijo-: Y…
– ?Y?
Hubo un largo silencio. Solo el ruidito de las interferencias del telefono.
– ?Que significa ese «y»? -pregunto Grace.
– Eso se lo dejo a tu imaginacion -dijo mas seductoramente aun.
– ?Tienes algo en particular en mente?
– Si, muchas cosas… Tenemos que recuperar toda la noche de ayer y tambien la de hoy. ?Crees que podras dar la talla, con la resaca y eso?
– Creo que si.
– Bien. Pues trata bien a Humphrey y yo te tratare bien a ti. ?Hecho?
– ?Llevo unas galletas?
– ?Para Humphrey?
– No, para ti.
– Vete a la mierda, Grace.
El sonrio.
– Ah, y una cosa mas… No te excites demasiado. A Humphrey le gusta morder cosas duras.
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Octubre de 2007
A Ricky le habria ido bien otro Mars -se moria de hambre-, pero no queria arriesgarse a salir del coche para buscar uno, por si se le escapaba. Dios santo, hacia mas de media hora que habia entrado en la tienda de moviles… ?Que hacia esa zorra alli dentro? Seguro que era incapaz de decidir que color comprar.
?El taxi le costaria una fortuna! ?Y que dinero utilizaria para pagarlo?
El suyo, por supuesto.
?Lo hacia a proposito para enfadarle, porque sabia que estaria observandola en alguna parte?
Pagaria por todo esto. De mil maneras. Y aun mas.
Le pediria perdon a gritos. Una vez y otra y otra. Antes de que acabara con ella.
Una sombra se poso en la ventanilla. Entonces vio a un guardia de trafico mirando dentro. Ricky bajo la ventanilla.