Cuando Sachs fue a visitarla en octubre, ella comprendio que era un hombre al limite de sus fuerzas. Se habia metido tanto en su dolor que ya no era capaz de verse. Digo esto en un sentido fenomenologico, de la misma manera en que se habla de autoconciencia o del modo en que uno se forma una imagen de si mismo. Sachs habia perdido la capacidad de salirse de su pensamiento y evaluar donde estaba, de medir las dimensiones precisas del espacio que le rodeaba. Lo que Maria consiguio a lo largo de esos meses fue sacarle de su propia piel. La tension sexual fue parte del asunto, pero tambien estaba su camara, el constante asalto de su camara ciclopea. Cada vez que Sachs posaba para una fotografia, se veia obligado a representarse a si mismo, a jugar al juego de fingir ser quien era. Al cabo de un tiempo, debio de surtir efecto. Al repetir el proceso tan a menudo, debio de llegar un momento en que empezo a verse a traves de los ojos de Maria, momento en que el proceso se invirtio y pudo encontrarse a si mismo de nuevo. Dicen que una camara puede robarle el alma a una persona, en este caso creo que fue justamente lo contrario. Creo que con esta camara el alma de Sachs le fue devuelta gradualmente.
Estaba mejorando, pero eso no queria decir que estuviese bien, que fuera a ser nunca la persona que habia sido. En el fondo, el sabia que nunca podria volver a la vida que habia llevado antes del accidente. Habia tratado de explicarmelo durante la conversacion que tuvimos en agosto, pero yo no lo habia entendido. Habia pensado que hablaba de trabajo -de escribir o no escribir, de abandonar su carrera o no abandonarla-, pero resulto que hablaba de todo: no solo de si mismo, sino de su vida con Fanny tambien. Al cabo de un mes de volver del hospital, ya estaba buscando la forma de romper su matrimonio. Fue una decision unilateral, producto de su necesidad de hacer borron y cuenta nueva, y Fanny no fue mas que la victima inocente de la purga. Pasaron los meses, sin embargo, y el no se sintio capaz de decirselo. Probablemente esto explica las muchas contradicciones desconcertantes de su comportamiento durante esa epoca. No queria herir a Fanny, pero sabia que iba a herirla. Y este conocimiento aumentaba su desesperacion, le hacia odiarse mas a si mismo. De ahi el largo periodo de vagancia e inaccion, de recuperacion y decadencia simultaneas. Aunque solo fuera eso, creo que esto indica la bondad esencial de Sachs. Se habia convencido a si mismo de que su supervivencia dependia de un acto de crueldad, y durante varios meses prefirio no cometerlo, revolcandose en las profundidades de un tormento privado para ahorrarle a su mujer la brutalidad de su decision. Estuvo a punto de destruirse a si mismo por bondad. Ya tenia el equipaje hecho, pero se quedaba porque los sentimientos de Fanny significaban tanto para el como los suyos propios.
Cuando la verdad salio a relucir finalmente, ya apenas era reconocible. Sachs nunca consiguio decirle francamente a Fanny que queria dejarla. Le falto valor para ello; su verguenza era demasiado profunda para que fuese capaz de expresar tal sentimiento. De una forma mucho mas oblicua y sinuosa, empezo a hacerle saber a Fanny que ya no era digno de ella, que ya no merecia estar casado con ella. Le estaba destrozando la vida, le dijo, y antes de que la arrastrara consigo a un sufrimiento desesperado, ella debia reducir sus perdidas y salir corriendo. Creo que no hay duda de que Sachs lo creia asi. Intencionadamente o no, habia fabricado una situacion en la cual estas palabras podian decirse de buena fe. Despues de meses de conflicto e indecision, habia encontrado el modo de no herir los sentimientos de Fanny. No tendria que hacerle dano anunciandole su intencion de marcharse. Invirtiendo los terminos del dilema, la convenceria de que le abandonase, ella iniciaria su propia salvacion; el la ayudaria a defenderse y a salvar su vida.
Aunque las motivaciones de Sachs quedaran ocultas para el, al fin se estaba poniendo en una situacion que le permitiria conseguir lo que deseaba. No pretendo parecer cinico, pero me parece que sometio a Fanny a muchos de los complicados autoenganos y tramposas inversiones que utilizo con Maria Turner en la escalera de incendios el verano anterior. Una conciencia excesivamente refinada, una predisposicion al sentimiento de culpa frente a sus propios deseos, llevaron a un hombre bueno a actuar de una forma curiosamente solapada, una forma que comprometia su propia bondad. Esta es la esencia de la catastrofe. Aceptaba las debilidades de todo el mundo, pero cuando se trataba de el mismo exigia la perfeccion, un rigor casi sobrehumano hasta en los actos mas nimios. El resultado era la decepcion, una atonita conciencia de sus propios defectos, lo cual le empujaba a demandas cada vez mayores respecto a su conducta, lo cual a su vez le llevaba a decepciones cada vez mas asfixiantes. Si hubiese aprendido a quererse un poco mas, no habria tenido la capacidad de causar tanta infelicidad a su alrededor. Pero Sachs se veia impulsado a hacer penitencia, a asumir su culpa como la culpa del mundo y a llevar sus huellas en la propia carne. No le culpo por lo que hizo. No le culpo por decirle a Fanny que le dejara o por desear cambiar su vida. Simplemente le compadezco, le compadezco indeciblemente por las cosas terribles que hizo caer sobre su cabeza.
Paso algun tiempo antes de que su estrategia surtiera efecto, pero ?que puede pensar una mujer cuando su marido le dice que se enamore de otro, que se libre de el, que huya de el para no volver jamas? En el caso de Fanny, ella desecho estas palabras como tonterias, como una nueva evidencia de la creciente inestabilidad de Ben. No tenia la menor intencion de hacer ninguna de estas cosas, y a menos que el le dijese claramente que todo habia terminado, que ya no queria estar casado con ella, Fanny estaba decidida a quedarse donde estaba. El empate duro cuatro o cinco meses. Un periodo insoportablemente largo, me parece a mi, pero Fanny se negaba a retroceder, creia que el la estaba poniendo a prueba, tratando de hacerla salir de su vida a empujones para ver con cuanta tenacidad se resistia ella, y si ella se daba por vencida entonces, los peores temores de Ben respecto a si mismo se verian confirmados. Tal era la logica circular de su lucha por salvar su matrimonio. Cada vez que Ben le hablaba, ella interpretaba que sus palabras significaban lo contrario de lo que habia dicho. Marchate queria decir no te marches; ama a otro queria decir amame; renuncia queria decir no renuncies. A la luz de lo que sucedio despues, no estoy tan seguro de que ella estuviese equivocada. Sachs parecia saber lo que queria, pero una vez que lo consiguio, ya no tuvo ningun valor para el. Para entonces era demasiado tarde. Lo que habia perdido, lo habia perdido para siempre.
De acuerdo con lo que Fanny me dijo, nunca hubo una ruptura decisiva entre ellos. Sachs la sometio a una guerra de desgaste, agotandola con su persistencia, debilitandola lentamente hasta que ya no tuvo fuerzas para luchar. Al principio hubo unas cuantas escenas de histeria, me dijo ella, unos cuantos estallidos de lagrimas y gritos, pero todo eso acabo finalmente. Poco a poco, ella se quedo sin argumentos y cuando Sachs finalmente pronuncio las palabras magicas, diciendole un dia de principios de marzo que una separacion a prueba podria ser una buena idea, ella se limito a asentir con la cabeza y a seguirle la corriente. En esa epoca yo no sabia nada de esto. Ninguno de los dos me habia confiado sus problemas, y dado que mi vida era particularmente frenetica por entonces, no podia verlos tan a menudo como hubiera deseado. Iris estaba embarazada; estabamos buscando una casa nueva; yo viajaba en tren a Princeton dos veces a la semana para dar clases y trabajaba intensamente en mi siguiente libro. Sin embargo, parece que desempene un papel inconsciente en sus negociaciones matrimoniales. Lo que hice fue proporcionarle a Sachs una excusa, un modo de marcharse sin que pareciese que daba un portazo. Todo se remonta a aquel dia de febrero en que le segui por la calle. Yo acababa de pasar dos horas y media con mi editora, Ann Howard, y en el curso de nuestra conversacion se habia mencionado el nombre de Sachs mas de una vez. Ann sabia que eramos amigos intimos. Ella tambien habia estado en la fiesta del 4 de julio y, puesto que sabia lo del accidente y las dificultades que el habia tenido desde entonces, era normal que me preguntase como estaba. Le dije que aun estaba preocupado por el, ya no tanto por su estado de animo como por el hecho de que no daba ni golpe.
– Hace ya siete meses -dije-, y eso son unas vacaciones demasiado largas, sobre todo para alguien como Ben.
Asi que hablamos de trabajo durante unos minutos, preguntandonos que haria falta para que volviera a ponerse en marcha, y justo cuando estabamos empezando el postre, a Ann se le ocurrio una idea que me parecio interesante.
– Deberia reunir sus viejos articulos y publicarlos como libro -dijo-. No seria dificil. Lo unico que tendria que hacer seria elegir los mejores, quiza retocar un par de frases aqui y alla. Pero una vez que se siente a trabajar, ?quien sabe lo que puede ocurrir? Tal vez eso le haga empezar a escribir otra vez.
– ?Estas diciendo que te interesaria publicar ese libro? -pregunte.
– No se -dijo-. ?Es eso lo que estoy diciendo? -Ann hizo una pausa y luego se rio-. Supongo que es lo que acabo de decir, ?no? -Se callo de nuevo, como para frenarse antes de ir demasiado lejos-. Pero que demonios, ?por que no? No sera que no conozca el trabajo de Ben. Lo leo desde que estaba en el instituto. Puede que ya sea hora de que alguien le retuerza el brazo y le obligue a hacerlo.
Media hora despues, cuando vi a Sachs en la Octava Avenida, estaba aun pensando en esta conversacion con Ann. La idea del libro se habia instalado comodamente dentro de mi y por una vez me sentia animado, mas esperanzado de lo que habia estado en mucho tiempo. Tal vez eso explique por que me deprimi tanto luego. Encontre a un hombre que vivia en lo que parecia un estado de absoluta abyeccion y no estaba dispuesto a aceptar