– Craig asumio la direccion de toda la empresa. Le gustaba hacerlo. A veces atendia al telefono y se hacia pasar por mi. Imitaba mi voz. Por fin tuve que decirle que dejara de hacerlo. Luego, el conocio a Leila primero. Yo se la quite. La razon por la que estaba tan ocupado durante esos meses antes de la muerte de Leila era porque queria comenzar una reorganizacion. Mi intencion era descentralizar su trabajo y dividir sus responsabilidades con otras dos personas. El se dio cuenta de lo que sucedia.
»Y fue el quien contrato a los detectives para que siguieran a la primera testigo; los detectives que precisamente estaban alli para asegurarse de que no escapara.
Habian llegado. Scott atraveso el cesped y se detuvo frente al bungalow de Elizabeth. Salio una camarera corriendo de uno de los cuartos de limpieza. Ted se puso a golpear su puerta.
– ?Donde esta Elizabeth?
– No lo se -contesto la camarera con tono de preocupacion-. Me dio una carta. No me dijo que fuera a salir.
– Dejeme verla.
– No creo…
– Deme la carta.
Scott se puso a leerla.
– ?Adonde esta? -pregunto Ted.
– Oh, Dios, esa muchacha loca… La piscina -grito Scott-. ?La piscina!
El automovil aplasto arbustos y flores mientras corria hacia el extremo norte de la piscina. Las luces comenzaron a encenderse en los bungalows.
Llegaron al patio. Se llevaron por delante una mesa con sombrilla que cayo con estrepito al suelo. El automovil se detuvo junto al borde. Scott dejo las luces encendidas para que iluminaran el agua. Oleadas de neblina brillaban bajo los focos.
Miraron dentro.
– Aqui no hay nadie -dijo Scott, y un profundo temor se apodero de el. ?Habrian llegado demasiado tarde?
Ted senalo unas burbujas que llegaban a la superficie.
– Esta alli. -Se quito los zapatos y se arrojo al agua. Llego al fondo y volvio a subir-. Trae ayuda -grito y se sumergio otra vez.
Scott busco una linterna en el automovil y la encendio justo a tiempo para ver que una figura con traje de buceo subia por la escalerilla al otro lado de la piscina. Saco la pistola y corrio hacia alli. Con un movimiento violento, el buzo se tiro sobre el y la pistola cayo al suelo mientras Scott caia hacia atras.
Ted volvio a salir a la superficie. Llevaba un cuerpo en los brazos. Comenzo a nadar hacia la escalerilla mientras Scott, mareado, lograba sentarse. El buzo se arrojo entonces sobre Ted, empujandolo a el y a Elizabeth hacia el fondo.
Mientras recuperaba el aliento, Scott estiro una mano vacilante. Cogio la pistola, apunto hacia arriba y disparo dos veces. De inmediato, sintio las sirenas de los patrulleros que se dirigian en su direccion.
Ted trataba desesperadamente de sostener a Elizabeth con un brazo mientras que con el otro se defendia de su atacante. Le dolian los pulmones; aun estaba mareado por los efectos del pentotal; sintio que perdia el conocimiento. Trato de golpear contra el grueso traje de goma, pero sus golpes eran inutiles ante ese pecho solido y macizo.
La mascara de oxigeno. Tenia que sacarsela. Solto a Elizabeth y trato de empujarla con toda su fuerza hacia la superficie. Por un momento, la mano que lo sostenia se relajo. Eso le dio la oportunidad de apoyar la mano sobre la mascara de oxigeno, pero antes de que pudiera quitarsela, un poderoso golpe lo echo hacia atras.
Elizabeth habia mantenido la respiracion en un enorme esfuerzo por no tragar agua. Dejo el cuerpo flaccido, pero no habia forma de librarse de el. Su unica esperanza era que, creyendola inconsciente, se fuera. Apenas sentir los brazos que la rodeaban, ya supo que se trataba de Craig. Lo habia forzado a actuar otra vez, pero volveria a salirse con la suya. Poco a poco, Elizabeth caia en la inconsciencia. «Resiste -se dijo. No, era Leila que le pedia que resistiera-.
Sintio que los brazos comenzaban a soltarla. Ella se dejo caer hacia el fondo, tratando de resistir el impulso de salir a la superficie. «Aguarda,
Luego sintio que alguien la tomaba y trataba de llevarla hacia arriba; eran otros brazos, brazos que la sostenian, que la acunaban. Ted.
Sintio el aire fresco de la noche sobre el rostro, aspiro profundamente y con desesperacion. El brazo de Ted la sostenia por el cuello mientras la arrastraba hacia el borde; sintio su propia respiracion. Tosia. Se ahogaba.
Y luego, antes de que pudiera verlo, una pesada figura caia sobre ambos. Logro aspirar una gran bocanada de aire antes de volver a hundirse.
Sintio que el brazo de Ted se tensaba. Y que se agitaba. Craig queria matarlos a ambos. Ya nada le importaba mas que destruirlos. Ted la apretaba con fuerza y no podia soltarse, pero luego, le dio un fuerte empujon hacia arriba para que llegara a la superficie. Craig no lo permitio: la tomo de un tobillo obligandola a bajar otra vez.
En la superficie, Elizabeth alcanzo a oir los gritos y las sirenas de los autos que se acercaban. Pudo llenarse los pulmones de aire y se sumergio, alli donde Ted seguia luchando por su vida. Sabia donde estaba Craig; el arco de su descenso quedaba justo encima de su cabeza. Estaba apretandole el cuello a Ted. Bajo los dos brazos. Habia luces sobre el agua. Podia ver la silueta de los brazos de Craig, la lucha desesperada del cuerpo de Ted. Solo tendria una oportunidad.
Ahora. Dio una patada, un movimiento fuerte y cortante. Estaba sobre Craig. En un arranque salvaje, logro poner los dedos debajo de la mascara de la cara. El trato de agarrarla, pero ella lo esquivo y siguio tirando, tirando hasta lograr arrancarle la mascara.
Elizabeth la aferro entre sus manos mientras Craig, desesperado, trataba de quitarsela; la aferro mientras el cuerpo de su agresor era arrastrado hacia la superficie; hasta que sus pulmones estuvieron a punto de estallar. Y no la solto cuando otros brazos la guiaron en busca del aire.
Por fin podia respirar. Siguio tosiendo y recuperando el aliento mientras Ted entregaba a Craig a uno de los policias que lo rodeaban. Luego, como dos figuras atraidas por una fuerza magnetica irresistible, ambos se abrazaron y asi, unidos, se dirigieron hacia la escalerilla en el extremo de la piscina.
Viernes
Shelley
Estimados huespedes de «Cypress Point».
Algunos de ustedes nos dejan hoy. Recuerden, nuestra unica preocupacion han sido ustedes, su bienestar, su belleza, su salud. Regresen al mundo sabiendo que aqui, en «Cypress Point», han recibido amor y atenciones y que esperamos regresen pronto. En un poco tiempo estaran terminados nuestros magnificos Banos Romanos. Sera una experiencia incomparable. Habra horarios separados para hombres y mujeres excepto entre las dieciseis y las dieciocho, momento en que disfrutaremos de los banos mixtos al mejor estilo europeo, un gran deleite.